No cabe duda de que George R.R. Martin es uno de los autores contemporáneos más influyentes en la fantasía épica. El creador de 'Canción de hielo y fuego', que continúa escribiendo el tan esperado 'Vientos de invierno', siempre ha sentido admiración por la escritura de uno de los padres del género, el inestimable J.R.R. Tolkien, pero también ha sabido criticar la obra del británico cuando así lo ha sentido necesario.
Uno de los casos más notorios a este respecto es el que sucedió en el podcast Bullseye, donde Martin no tuvo reparos en admitir que él habría cambiado una de las muertes más importantes de 'El señor de los anillos'.
A Martin no le agrada la decisión de Tolkien
Un aviso, naturalmente lo que sigue a continuación contiene spoilers argumentales de los libros de 'El señor de los anillos'.
Una de las muertes más impactantes del primer libro de la saga de Tolkien, 'La comunidad del anillo', es la del mago Gandalf. Cuando este se enfrenta al Balrog en las minas de Khazad-dûm para evitar que la comunidad caiga bajo sus garras, acaba colgado de un abismo y trágicamente es arrastrado por el Balrog a las profundidades.
Este momento, según palabras del propio George R.R. Martin, tenía un gran poder. "Cómo me agarraba eso", recuerda Martin sobre la primera vez que leyó la muerte de Gandalf. "Esa fue una secuencia increíble". Muchos son los que hoy día aún recuerda las últimas palabras pronunciadas por el mago, ese ya mítico grito de: "¡Corred, insensatos!"
No obstante, pese a lo brillante de esta muerte, a Martin no le gusta lo que vino después, un acontecimiento que los lectores de 'Las dos torres' conocerán muy bien. Y es que el mago regresa de la muerte en el segundo libro convertido en Gandalf el Blanco. Su resurrección es casi tan impactante como su muerte, pero a Martin esta nueva versión mejorada de Gandalf no le gustó tanto como el viejo Gandalf el Gris.
"Debería haberse quedado muerto [...] Nunca me gustó que volviera", admite Martin. "Creo que habría sido una historia aún más fuerte si Tolkien lo hubiera dejado muerto. [...] Por mucho que admiro a Tolkien, una vez más siempre sentí que Gandalf debería haberse quedado muerto".
Martin hace hincapié en un punto interesante comparándolo con su propia obra: "Mis personajes que regresan de la muerte están desgastados. De alguna manera, ya ni siquiera son los mismos personajes. El cuerpo puede estar en movimiento, pero algún aspecto del espíritu cambia o se transforma, y han perdido algo".
Los libros de Martin se han hecho especialmente conocidos por su enorme cantidad de muertes y, sobre todo, por las muertes de muchos de sus protagonistas centrales, algunos de formas despiadadas y horribles... Sin embargo, no hay que olvidar que la historia de Tolkien era una pintada con menos escalas de grises y, a fin de cuentas, la resurrección de Gandalf tiene un motivo muy lógico detrás, ya que él es un Istari, un ainur enviado a la Tierra Media para combatir a Sauron. Sin su regreso, probablemente Frodo y los demás no habrían podido cumplir su misión.
