Es probable que durante las temporadas de verano, circulando por carreteras sea por el motivo que sea, pueda aparecer en mitad del camino lo que parece ser una charco de agua a lo lejos. Es extraño toparse con eso teniendo en cuenta el calor, sobre todo si no ha llovido hace poco. Lo cierto es que esa especie de charcos son bastante comunes de ver durante los meses de verano y todo es debido a una especie de ilusión óptica que se crea debido al contraste de temperatura entre el asfalto y la atmosfera. Digamos, por decirlo de forma rápida y sencilla, que nuestro cerebro dibuja ese especie de charco en el suelo debido a la absorción de calor del terreno, lo que provoca una menor densidad de las capas que podemos encontrar más cercanas al suelo. Este fenómeno en cuestión se conoce como efecto Fata Morgana.
Todo el mundo ha presenciado alguna vez este tipo de efecto óptico
Esta sensación común en las carreteras, sin embargo, se puede encontrar en diferentes lugares, en todo aquel que presente una inversión de temperatura bastante notable. Hasta puede hacer que veamos lo que parecen ser barcos flotantes en alta mar. Por otro lado también se puede apreciar, por ejemplo, en islas o acantilados. Pero el mayor engaño se puede llevar a cabo en desiertos, donde a pesar de no haber asfalto asistimos al mismo fenómeno pero llamado de otro modo: espejismo. El aire se enfría a medida que asciende y se calienta a medida que desciende. Mientras se produce ese proceso es cuando aparecen esa especie de charcos a lo lejos, gracias al calor que se desprende del suelo que puede engañarnos y jugar con nuestra mente.
Este efecto óptico tiene unos orígenes sumamente curiosos y fantásticos. El nombre proviene del italiano, 'fata Morgana', y hace referencia a Morgan le Fay, la hermanastra del rey Arturo. Según recogen las leyendas artúricas, Morgan era un hada cambiante, lo que quiere decir que podía cambiar de forma a voluntad transformándose en otro ser vivo. Eso con el tiempo terminó ligándose al concepto de espejismo y, hasta día de hoy, todavía sigue engañando a miles de personas en la carretera y en otros lugares del mundo.
