Por desgracia, la guerra entre Rusia y Ucrania continúa y no parece que vaya a terminar pronto. La invasión de las tropas de Vladimir Putin no cesa y los militares a las órdenes Volodímir Zelenski pelean cada palmo de tierra para rechazar a los invasores. El conflicto bélico está buscando donde puede a soldados tanto para atacar como para defender, y se ha informado recientemente que las tropas rusas podrían añadir a sus filas al asesino en serie más brutal y peligroso de la historia del país: Mijaíl Popkov, también conocido como el maníaco de Angarsk.
El maníaco de Angarsk busca participar en la guerra desesperadamente y podría conseguirlo
Popkov violó y asesinó a un total de 77 mujeres en Angarsk, Óblast de Irkutsk en Siberia y Vladivostok en el Lejano Oriente entre 1992 y 2010. Aunque al principio solamente confirmó haber asesinado a 20 personas, la investigación y presión policial consiguió dar con la verdad y destapó todas sus monstruosidades. Está ahora mismo cumpliendo cadena perpetua en una prisión rusa y busca liberarse de los barrotes alistándose en el ejército para unirse a la guerra contra Ucrania.
Su intención es conseguir un indulto para poder empuñar un rifle de asalto. Popkov es un expolicía que asesinó brutalmente a sus víctimas, utilizando todo tipo de armas: destornilladores, hachas, cuchillos, martillos y cualquier tipo de herramienta que tenía a mano. Es desde luego uno de los maníacos en serie más brutales de la historia, en general, y puede que el más peligroso de nuestro tiempo reciente, dado que hace tan solo una década aun merodeaba suelto. Fue detenido mientras viajaba a Vladivostok en tren para adquirir un coche, vehículo que usaba para secuestrar a sus víctimas (generalmente mujeres de entre 16 y 40 años) para luego violarlas y asesinarlas.
A estas alturas desconocemos si el país de Putin le dará libertad y le fichará para su ejército, pero sin duda es una terrible noticia puesto que se daría carta blanca a uno de los monstruos más terribles de nuestro tiempo. Mijaíl Popkov tuvo ciertas ventajas en sus crímenes porque conocía perfectamente las metodologías policiales, lo que le permitía ocultar mejor sus rastros y que fuera complicado dar con él.
