La casa de los 1000 cadáveres cumplirá 20 años en 2023. Dos décadas para un largometraje que marcó un antes y un después en la carrera de Rob Zombie. De hecho, fue la cinta que dio el pistoletazo de salida a su trilogía de Renegados del Diablo con un Capitán Spaulding interpretado maravillosamente bien por el fallecido Sid Haig. A pesar de que han pasado tantos años desde su estreno original, jamás hemos tenido el montaje del director tan brutal que se descartó en su día para que la obra pudiera ser consumida por un público más amplio. El propio Zombie aseguró que no sabía dónde estaba ese material oculto a estas alturas: "No hay nada. Quiero decir, no sé dónde está nada de eso. Debo ser honesto. Nunca se ha descubierto nada", decía el cineasta a Bloody-Disgusting. "Es increíble que pierdan estas cosas. Pero lo hacen. Así que todo eso se ha perdido".
Rob Zombie firmó una película de terror asquerosa y de las más terroríficas de la historia
Ahora el director ha dado la sorpresa al publicar una imagen inédita del final original de La casa de los 1000 cadáveres. Es decir, el final que el cineasta de verdad tenía en mente en primera instancia y que fue modificado a última hora. Es una captura bastante curiosa con la furgoneta del Capitán Spaulding en plano acompañada por un personaje un tanto misterioso que más bien parece salido de algún largometraje de Scream por ese atuendo negro que porta consigo. En ese final original, como recogen desde Bloody-Disgusting; "Spaulding conducía [en una escena] un gran camión de reparto y terminaba cuando su asistente, Ravelli, aparecía nuevamente desde la parte trasera del camión, agarrando a Denise y llevándola de regreso al camión que iluminado con una luz roja". Denise es la final girl del largometraje que, al final, es capturada por Spaulding tras sobrevivir al Doctor Satán.
La casa de los 1000 cadáveres es considerada como una de las películas de terror más bestiales de la historia gracias a esas imágenes impactantes con las que Zombie construye su obra. Es una película, sucia y montada con unos efectos curiosos que remarcan la locura en la que se enfrascan los personajes cada pocos minutos. Una obra de la que Tobe Hooper probablemente estaría orgulloso. Rob Zombie jamás ha vuelto a firmar una película así, aunque lo intentó con proyectos como 31 (que lo petaron en el festival de Sitges).
