Netflix adquirió hace cuatro años los derechos de Las crónicas de Narnia a fin de revivir el universo de magia y fantasía creado por el escritor C.S. Lewis. La idea es adaptar algunas de las historias escritas por Lewis entre 1950 y 1956 con gran presupuesto, intentando encontrar así su puntal de fantasía entre Los anillos de poder de Prime Video y Juego de tronos de HBO. El proyecto ha permanecido algo parado, con el anuncio del fichaje de uno de los guionistas de Coco y Lightyear, Matthew Aldrich, y con algunas pinceladas sobre la escala de las películas. Ahora, según Deadline, se dice que Greta Gergiw habría sido tanteada por Netflix para la dirección de las dos primeras cintas de la saga en gestación.
La reina del cine indie viajará a Narnia: las claves del proyecto de Netflix
Greta Gergiw, que comenzó su andadura en el cine como la musa de Noah Baumbach en películas como Frances Ha o Mistress America, dio el salto a la dirección poco después y tuvo el éxito rotundo con Lady Bird en 2017, un filme que conquistó a pocos y extraños y que la llevó a dirigir su notable adaptación de Mujercitas en 2019.
Tras ella estrenará Barbie, un proyecto muy ambicioso con Ryan Gosling y Margot Robbie como grandes protagonistas. La elección de Netflix no es casual, es una cineasta con talento y con una trayectoria impecable, capaz de sacar jugo de las relaciones entre protagonistas, los miedos, deseos y aspiraciones adolescentes y del realismo mágico que impregna nuestra sociedad.
Las crónicas de Narnia, compuesta por siete novelas, es la obra magna del británico C.S. Lewis, amigo de J.R.R. Tolkien. Considerada un clásico de la literatura juvenil, su historia comienza cuando cuatro niños descubren, en uno de los constantes bombardeos que sufrió Londres durante la Segunda Guerra Mundial, un armario que sirve como puerta de acceso a un mundo paralelo fantástico y mágico. Las crónicas de Narnia ya había visitado el cine hace 17 años con la primera adaptación cinematográfica dirigida por el neozelandés Andrew Adamson, siendo uno de los éxitos de 2005. Si bien contó con un presupuesto abultado, no fueron pocos los que vaticinaron un fracaso de los que hacen época. Se equivocaron. El león, la bruja y el armario recaudó más de 745 millones de dólares en todo el mundo, y se convirtió en un pelotazo para 20th Century Fox y Disney.
Sin embargo, El príncipe Caspian, que llegó en 2008, no tuvo tanta suerte. Apenas ingresó 419 millones de dólares, una cifra que La travesía del viajero del Alba de 2010, no logró al quedarse en tierra de nadie con 415,6. Netflix tiene en sus manos un revival interesante si quiere competir en las ligas mayores de la fantasía. Si su apuesta triunfa, su ansiado universo cinematográfico de fantasía estará más cerca que nunca.