Guillermo del Toro acaba de aterrizar en Netflix con su particular Gabinete de Curiosidades, una serie antológica con ocho relatos de terror, a cargo de diferentes cineastas veteranos en el género. Ahora, el ganador al premio Oscar por La forma del agua se prepara para estrenar un largometraje que sí firma bajo su puño y letra: Pinocho. Estamos en una era curiosa en lo que se refiere a remakes, reboots y secuelas, pero lo que hemos visto este 2022 desde luego se ha llevado el premio gordo, porque ya tuvimos en septiembre otra película de Pinocho, a manos de Robert Zemeckis. Esa obra forma de la serie de live-action que Disney está haciendo de sus clásicos, mientras que la cinta de Del Toro es una visión diferente de la historia original.
Una Pinocho diferente filmada en stop-motion
Filmada en stop-motion, la obra de Guillermo del Toro es más fantástica y mágica que la que vimos en su día. La historia se enmarca en un periodo complicado, en la Italia de Mussolini. Con secuencias de musical, el director de El laberinto del fauno busca explorar ese momento histórico a través de la figura de Pinocho, de un chico de madera que la gente rechaza por no aceptar su existencia.
El reparto que ha prestado voz a los diferentes personajes ha sido un escándalo: desde Ewan McGregor hasta Tim Roth, pasando por Ron Perlman, Cate Blanchett y Tilda Swinton.
Las primeras críticas que recibido la película han sido muy positivas: "Una alegoría sobre 'padres imperfectos e hijos imperfectos'. En el guion de del Toro y McHale, hay un montón de creaciones originales que son efectivas, potentes y brillantes", dice Leslie Felperin de The Hollywood Reporter. "Tras el deprimente remake de Disney de este año, quizás hubiera pocas ganas colectivas de otra película de Pinocho, pero la versión de del Toro es suficientemente imaginativa y excéntrica para revivirnos el apetito", añade Guy Lodge de Variety. Pinocho se estrena el 9 de diciembre en Netflix.
