Sí, los animales son capaces de presentir las catástrofes naturales, como hemos sabido por los más recientes estudios científicos. Si bien los seres humanos no son tan sensibles, sí es cierto que, cuando hablamos de mujeres embarazadas, también existe cierto grado de hipersensibilidad con respecto al evento catastrófico que puede llegar a suceder. Pero ahora, tras los últimos descubrimientos de National Geographic en base al tsunami que arrasó Indonesia en 2004, sabemos cómo los perros, elefantes o búfalos, supieron de la gigantesca ola que se cernía sobre la zona horas antes
Los animales alertaron del tsunami de 2004 horas antes de que sucediera
En diciembre de 2004, un tsunami aterrador arrasó las costas de Indonesia, arrebatándole la vida a más de 225.000 personas en una docena de países. Los sistemas de alerta temprana fallaron, y se demostró que los mecanismos de alarma no funcionaron como deberían, condenando a miles de personas a perecer bajo las aguas. Sin embargo, se sabe que perros, elefantes o búfalos, corrieron en estampida horas, escapándose de un muro de agua de al menos 9 metros de alto, refugiándose en zonas altas y escapando del avance del mar. Durante años se creyó que había más de literatura y leyenda urbana que de ciencia en este comportamiento, pero no ha sido así.
En 2010, con el tsunami de Sumatra, en el que fallecieron medio millar de personas, los animales también supieron anticiparse a la catástrofe y escaparon hacia lugares seguros. Lo hicieron horas antes. Pero es que, como explican desde National Geographic, la historia ya nos había dejado constancia de este presentimiento animal. Corría el año 373 a. C., cuenta el historiador griego Tucídides, que ratas, perros, serpientes y comadrejas llegaron a abandonar la ciudad de Hélice días previos a que sucediera un terremoto. Además, durante el terrible terremoto de Nápoles en 1805, un buen número de bueyes, ovejas, gansos y otros animales emitieron bramidos, graznidos y otras alarmas de socorro al mismo tiempo. Aquello alertó a los granjeros y los habitantes, que lo interpretaron como una señal del fin de los tiempos.
Más recientemente, durante los días previos al terremoto de San Francisco de 1906, una gran cantidad de caballos corrieron presas del pánico, y perros, gatos e incluso ratas, abandonaron la zona buscando refugio. Pero, ¿qué proceso químico hay detrás de esto? ¿Es una cualidad sobrenatural? Los últimos estudios, liderados por un equipo alemán, a cargo de Martin Wikelski, del Instituto Max Planck de Comportamiento Animal en Alemania, han descubierto estos patrones de movimiento y alerta en animales como vacas, ovejas, perros y demás. Lo han comprobado en una granja afincada en Italia muy propensa a los terremotos en el centro de Italia.
Para comprobar estos estímulos y trazar una relación, colocaron collares con chips a cada animal, los cuales enviaban datos de su movimiento a los investigadores, que procedían a estudiarlos de forma concienzuda. Recopilados entre octubre de 2016 y abril de 2017, los científicos comprobaron que los animales cambiaron su comportamiento unas 20 horas antes de que se llegase a producir un seísmo, demostrando que este aumento de movimiento y cambio de rutinas les permitía incluso predecir un terremoto con una magnitud superior a 4 en la escala de Richter.
La explicación tiene muchos matices. Muchos animales son capaces de captar compuestos químicos liberados por la Tierra, así como ondas de baja frecuencia que son retenidas por sus sistemas auditivos, más sensibles que los nuestros, o incluso captar el aumento del aire ionizado a través del pelo minutos antes de una tormenta o un fuerte aguacero. Ya lo habíamos explicado en Vandal Random: los animales son más inteligentes de lo que creemos.
