Élite es uno de los grandes fenómenos de Netflix. La serie de la plataforma de streaming, un drama adolescente que añade misterios y asesinatos a sus tramas, así como grandes dosis de sexo, no deja de acumular espectadores temporada tras temporada, convirtiéndose en uno de los grandes puntales de la programación del portal en todo el mundo. Mientras se anuncian sus repartos, muchos se han preguntado por la ausencia de cuerpos no normativos. Y Carlos Montero, cocreador y actual showrunner de la serie de Netflix ha hablado sobre la sexualización, ha dejado claro qué piensa al respecto de incluir o no a gordos en su producto (vía Espinof).
Sobre la representación, los cuerpos de Élite y la ausencia de gordos en su serie
"Yo te diría que los cuerpos de Élite no son normativos. Son lo contrario. Son cuerpos a los que aspiramos, ya sea para parecernos a ellos o para acostarnos con ellos. ¿Cuáles son las razones de mostrar estos cuerpos y no los de verdad? Pues los mismos de estar contando una élite española que tampoco existe.
Es una estilización, una idealización. Igual que muestro piscinas y casas de ensueño, muestro también cuerpos de ensueño", comentaba Montero en una polémica entrevista a Fotogramas que ha dejado grandes críticas en redes sociales, generando una enorme polémica.
Si bien algunos han defendido que la producción es ficción pura y dura, y se buscan personajes aspiracionales, desde hace años un nutrido grupo de espectadores han señalado la falta de cuerpos tangibles y normales, más allá de torsos musculados, cinturas perfectas o personas sin porcentaje alguno de grasa. "¿Hay gordos sexys? Ya te digo yo que sí, que tengo mi público. Pero yo con verme en el espejo ya tengo bastante. ¿Para qué hacerle pasar a los espectadores por el mal trago de verme en la ducha?", comenta el showrunner, que afirma que, de una manera u otra, enseñar personas con algo de peso en su serie sería desagradable.
Es el caso contrario a Euphoria, el éxito de HBO Max con Zendaya de protagonista, una serie adolescente que presenta al personaje de Kat (Barbie Ferrera), una chica que tiene sobrepeso y que lidia con su propia autoestima, su sexualidad y su confianza en las relaciones sentimentales. Montero, en la citada entrevista, duda de su importancia en términos de representación. "Fíjate que me parece un tanto ingenuo esto", añade.
"Es darle a la ficción un poder que tal vez tenga pero en muy pequeña medida. Dudo que yo posea la capacidad de decirle a un gordo que es sexy. Se lo puedo decir, pero ya que se lo crea... Pero oye, a lo mejor es cuestión de probar. No me cierro a nada", concluía. Lo curioso de este discurso es que, como Netflix y sus actores han vendido durante meses, Élite es, precisamente, una serie con afán integrador. Montero y los suyos han ido aumentando los papeles de personas de distintas etnias y religiones, así como aumentando el índice de representación en lo relativo a las orientaciones sexuales y personas transgénero.
