La sociedad de consumo quiere mejor tecnología, mejores condiciones para vivir y una buena alimentación que sea sostenible con el medio ambiente. Mientras la amenaza del cambio climático lleva a muchos a diseñar alternativas habitacionales y ciudades del futuro casi imposibles, algunos inversores han comenzado a vislumbrar cuáles serán los materiales y las materias primas del mañana de cara a sostener el progreso y, de paso, ganar unos millones por el camino. Tras el coltán, el mineral con el que se fabrican los smartphones y que destruye el planeta, Alisher Usmánov, multimillonario de Rusia de origen uzbeko y uno de los empresarios más ricos de Rusia y Reino Unido, cree que el cobre será "el nuevo oro".
El cobre: el metal del futuro y el más goloso para los inversores de todo el mundo
Usmánov no tiene dudas. El cobre es el metal del futuro para los inversores y, según un artículo recogido durante esta semana en la web del Foro Económico Mundial de Davos (vía WeForum), es más sostenible de cara a su utilización en la industria tecnológica, siendo menos dañino que otros para el medio ambiente. Este metal es vital para las grandes empresas tecnológicas, así como para el desarrollo de las energías renovables y el sector de las telecomunicaciones, y puede ser vital para una economía baja en carbono. Teniendo en cuenta que a nivel global nos encontramos en un momento de transición en la industria en la búsqueda de un green deal que garantice la reducción en la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera, parece que el millonario ruso puede haber dado en el clavo. Os lo explicamos.
El empresario puntualiza que existe una diferenciación enorme entre la oferta y la demanda del cobre, con distinto vaivenes de precio en los últimos años, algo que ha generado unos precios irreales -generalmente a la baja- en este metal. Según datos ofrecidos por el Diario AS el valor del cobre ha cosechado una solidez alrededor de los 11.000 euros por tonelada durante el transcurso del 2021, según su cotización del último ciclo anual. Usmánov deja caer que su precio comenzará a subir poco a poco, ya que es elemento de difícil reemplazo, con un índice de sustitución que no llega al 1% en las próximas dos décadas según agencias externas como la Agencia Internacional de Energía y del Banco de América.
En otras palabras: es la mejor alternativa y la más sostenible, así como un material que no tendrá sustitución en las próximas décadas. Muchas compañías van a comenzar a reclamar cantidades ingentes de cobre en los próximos veinte años.
¿Qué valor puede alcanzar? ¿Aumentará la demanda?
Es difícil saberlo, pero el magnate ruso tiene una teoría. La primera de las hipótesis de Alisher Usmánov, considerado el tercer hombre más rico de Rusia y la 73.° persona con la fortuna más grande en el mundo, es que habrá un aumento de la demanda de cobre en 2040 de hasta 2,7 veces superior a la actual. En apenas una década se alcanzaría el pico, un aumento del 3,6% de consumo anual, llevando a las grandes corporaciones a hacer esfuerzos por satisfacer la demanda. En estos momentos, las minas de este codiciado metal están alcanzando su máxima capacidad, ya que existen pocos yacimientos, y están muchos de ellos localizados en Chile, Perú o México.
Si bien las diez principales minas o yacimientos de cobre están localizados en América del Sur y Norteamérica, el magnate ha invertido en una de las minas de cobre más grandes del mundo, situada en Udokán, afincada en el sur de Rusia. Y lanza un mensaje claro a las personas más pudientes y los grandes inversores: hay que comprar minas de cobre. "Es uno de los metales más sostenibles y es fundamental para descarbonizar la economía global. Hablamos de un producto para la lucha contra el cambio climático", concluía.
