Las pruebas de El Juego del Calamar se nos han quedado grabadas en la retina. Una de ellas es el juego de la galleta dalgona, que consiste en que los participantes de este mortífero concurso tengan que trazar la silueta de la galleta con un alfiler sin romperla. Esta semana hemos conocido la noticia de que un niño ha terminado ingresado en el hospital con quemaduras de tercer grado al intentar hacer este reto. Ya sabemos que los más pequeños no han tardado en querer imitar estos desafíos, lo que ha provocado la opinión experta advierta del impacto negativo del programa en los niños.
Los niños y las pruebas de El Juego del Calamar
Tal y como se hace eco el Daily Mail, un niño de 14 años ha terminado ingresado en el hospital con quemaduras de tercer grado en la pierna, al intentar hacer el reto de la galleta de El Juego del Calamar. Hay que señalar que el accidente tuvo lugar no realizando la prueba en sí, sino al intentar hacer la galleta para después hacer el reto. Al parecer, el niño siguió una receta que había encontrado en TikTok, que implicaba combinar agua, bicarbonato de sodio y azúcar en un vaso de plástico.
"Empezó a hervir a una temperatura absurda y, cuando sacó la taza, explotó en su mano", explica la madre, Helen. "Le ha quemado la mano y, debido a que era azúcar y plástico derretido, cayó por la pierna desde la rodilla hasta la espinilla, y se le quedó pegada ardiendo y ardiendo. Era como caramelo y se quemó entero".
Tal y como indican los informes médicos, el niño tendrá que pasar todo el próximo año con un vendaje a presión para curar las heridas. La cuestión es que este no es el primer caso: otros dos niños han tenido que ser ingresados también en el Westmead Children's Hospital a causa de quemaduras similares. En varios colegios de España también los alumnos imitan las pruebas de El Juego del Calamar; en Reino Unido, la policía ha descubierto que aquellos que fallan a la hora de realizar estos desafíos reciben un disparo en la cara con una pistola de aire comprimido.
