Puede que el término os resulte extraño, pero existe: la llamada telefonofobia es el miedo a hacer o recibir llamadas telefónicas, y parece que los millennials son los que más padecen de este temor. Está considerado un tipo de fobia social o ansiedad social, y eso es justo lo que provoca en los grupos de personas que nacieron entre 1981 y 1996. Una reciente investigación ha desvelado que un importante número de millennials siente pavor a la hora de realizar llamadas. Es por este motivo que los expertos ya les han bautizado como la "generación muda".
No, a los millennials no les gusta hablar por teléfono
Las llamadas de teléfono son intrusivas (normalmente no las esperamos y eso ya nos pone en un estado de alerta), exigen de nosotros una respuesta rápida y nos exponen a la contigua evaluación del interlocutor. Son tres ingredientes que provocan que la telefonofobia sea considerada en toda regla una fobia social, tal y como apuntan desde La Mente es Maravillosa. Ahora, los expertos han descubierto que afecta considerablemente a los millennials.
El estudio Generation mute, millenials phone call statistics ha realizado una encuesta a 1200 mmillennials de Estados Unidos, arrojando el siguiente dato: un 81% siente ansiedad a la hora de llamar por teléfono. De hecho, afirman que tienen que prepararse mentalmente a la hora de hacer una llamada. No es extraño: aquellos que padecen de fobia social también sienten ansiedad al realizar otras tareas tan cotidianas como comer en público o conducir. ¿El motivo? El miedo a sentirnos evaluados.
Y es que se ponen todo tipo de excusas a la hora de no enfrentarnos a este terrible momento de descolgar el teléfono: "no lo escuché/oí vibrar" (63%), "no tenía cobertura" (12%), "estaba reunido" (9%), "estaba conduciendo" (6%) y "no sabía dónde estaba mi teléfono" (5%). Enric Soler, profesor colaborador de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), ha valorado la situación señalando lo siguiente: "La falta de seguridad en sus habilidades comunicativas ante la conversación presencial y síncrona hace que pongan en marcha mecanismos de defensa como la evitación; si no responden, no hay oportunidad de poner a prueba ese déficit de habilidades".
Vivimos en un mundo donde la comunicación entre las personas no necesariamente tiene que ser en directo: los chats, emails, las redes sociales o los foros nos permiten comunicarnos desde la comunidad de sentirnos seguros. "En una llamada no pueden borrar las palabras pronunciadas en vivo dentro de una conversación. Esto les genera menos seguridad y confianza que, por ejemplo, emplear una nota de voz, formato que les permite repetir su alocución tantas veces como sea necesario antes de enviarla", apunta también Ferran Lalueza, profesor e investigador de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC.
