Los yates son un capricho al alcance de muy pocas personalidades con el dinero suficiente como para permitírselo, aunque los que tenemos menos recursos contamos con algunas alternativas. Sin embargo, hoy no venimos a hablaros acerca de las ventajas y los lujos de tener un yate, sino más bien de la utilidad que podría tener un nuevo yate de grandes dimensiones a la hora de salvar el mundo. Según reportan desde Diario As, el empresario Aaron Olivera ha desarrollado una idea para fomentar el estudio y la investigación científica y tecnológica acerca del inmenso mar azul. ¿Cómo pretende hacerlo? Mediante el yate futurista que podéis ver a continuación.
Como os hemos mencionado, el objetivo de este yate no es precisamente el de celebrar fiestas o recorrer el mundo entero por puro capricho, sino el de recopilar datos para reducir el impacto de la crisis climática que se nos viene encima en un futuro cercano. El yate recibe el nombre de Earth 300al -debido a su longitud de 300 metros- y su diseño preliminar es elegante, bonito y de aspecto futurista, algo que no se suele ver todos los días navegando por los mares. La esfera única de 13 pisos que podéis observar en la fotografía adjunta contiene dos docenas de laboratorios científicos, mientras que el barco tiene una capacidad para 425 personas.
La tripulación y el sistema de energía
¿Quién podrá navegar en el Earth 300al? Esta pensado que, de las 425 personas que tienen cabida en él, 165 sean tripulantes y 160 científicos. Sin embargo, también habrá sitio para 20 estudiantes y 20 expertos residentes, además de economistas, ingenieros, exploradores, artistas, activistas y políticos. Vamos, que yate estará lleno de cerebritos. Las únicas personas externas a las investigaciones del yate que podrán acceder a sus aposentos e instalaciones serán los turistas ricos, que podrán alojarse en las 20 suites VIP con un precio cercano de un millón de dólares por persona con tal de financiar el proyecto científico.
Se estima que la construcción del Earth 300al costaría unos 700 millones de dólares, mientras que su construcción está planeada para iniciarse a partir del 2025. Para cumplir el requisito de ser un barco ecológico y totalmente libre de gases contaminantes, Olivera planea instalar un reactor nuclear de sal fundida, un sistema que aún está en desarrollo y que serviría para proporcionar energía a toda la nave sin un coste ambiental demasiado elevado.
