Dominic Monaghan y Billy Boyd llevan regalándonos un buen número de historias y anécdotas relacionadas con El Señor de los Anillos en su nuevo y recién estrenado podcast, The Friendship Onion, que aborda su experiencia en la adaptación cinematográfica de J.R.R. Tolkien a cargo de Peter Jackson. Hace unos días supimos que el estudio intentó matar a uno de los hobbit para dar más dramatismo a la historia, pero el director se negó en rotundo. Ahora, ambos vuelven a recordar cuál fue la secuencia más difícil de rodar de toda la trilogía.
Meriadoc ‘Merry’ Brandigamo y Peregrin ‘Pippin’ Tuk y la secuencia más difícil de rodar de todas
Para muchos de los actores y actrices implicados en El Señor de los Anillos, el rodaje fue la mejor experiencia de sus vidas. Los años que pasaron rodando las tres entregas en Nueva Zelanda cambiaron para siempre su percepción de lo que significaba salir en una película o participar en un gran producción, y tanto Monaghan como Boyd han remarcado que el espíritu de comunidad que se forjó entre los grandes protagonistas y el equipo creativo y profesional que dio vida a la Tierra Media, fue algo único que forjó grandes amistades e historias.
Si bien muchas de las anécdotas se han remarcado en los extras lanzados en los Apéndices de los DVD y Blu-ray editados hasta la fecha de la película, los dos hobbit más revoltosos han rescatado cuál fue la secuencia más complicada y difícil de rodar de todas.
¿Alguna secuencia de acción? ¿Alguna enfrente de las consabidas pantallas verdes? No. Para ambos, la secuencia más difícil y complicada fue la de los Puertos Grises, justo al final de El retorno del rey, en la que Frodo Bolsón (Elijah Wood) se despide de sus amigos tras destruir el Anillo Único, recibiendo el reconocimiento de los Elfos y permitiéndole viajar a las Tierras Imperecederas. Allí, a la orilla del mar, el hobbit se despide de sus compañeros. Ambos coinciden que fue la peor secuencia de todas, la más compleja de rodar. "¡Tuvimos que hacerla tres veces!", explica Monaghan. "Si nos dijeran a los cuatro <i>‘elegid una escena que garantice que solo hay que hacer una vez y no volver a ella’ probablemente responderíamos los Puertos Grises, solo porque todos estábamos ahí llorando como niños", comenta Monaghan.
"Así que, al rodarla tres veces, creo que la tercera versión que hice (la que está en la película) no es tan histérica a como estaba en la primera o incluso en la segunda. Fue difícil", comenta el actor, que reconoce que le costó trabajo filmarla, pues hablamos de la gran despedida del grupo de Medianos que abandonaron la Comarca para garantizar el futuro de toda la Tierra Media. "No es frecuente que te pidan eso como actor, y los cuatro estábamos ahí muy vulnerables, haciéndolo tres veces. Requería bastante esfuerzo", recuerda el intérprete de Perdidos, que recuerda que Jackson les pidió que se empaparan en lágrimas.
"Para los que no sepan por qué la hicimos tres veces… Sean Astin llevaba el traje equivocado. Después de comer se quitó el chaleco para almorzar. Cuando volvió se olvidó de ponerse el chaleco, así que la continuidad se arruinó. Volvimos otro día y lo rodamos de nuevo, y el celuloide se estropeó en la fábrica donde se procesa. Así que tuvimos que volver a hacerlo otro día. Por eso fueron tres veces", concluye Billy Boyd, que aún recuerda cómo tuvieron que repetir la secuencia una y otra vez por varios errores. Una mala suerte que Jackson aprovechó para ampliar el sentimiento de la secuencia, una de las más emblemáticas de la película que logró 11 premios Oscar.
