Foxconn, como otras compañías chinas, fabrica productos electrónicos y componentes para multitud de gigantes de la electrónica de consumo, como Apple, Microsoft, Amazon, Sony o Nintendo. De hecho, son responsables de la fabricación de buena parte de las unidades de consolas como Wii, Xbox 360 y PlayStation 3, dispositivos de lectura como el Kindle, y también el iPhone y el iPad, con fábricas en China, pero también en Europa (Eslovaquia y República Checa), India, México y Brasil.
Apple ha decidido, tras los últimos escándalos sobre las condiciones laborales en las fábricas chinas (incluyendo amenazas de suicidios masivos), llevar a cabo inspecciones de las mismas. Para ello, Apple ha solicitado una serie de auditorías voluntarias que se llevarán a cabo en múltiples fábricas de todos sus suministradores, incluyendo Foxconn.
Las inspecciones empezaron ayer en las instalaciones de Foxconn de Shenzhen por parte de comités de expertos en derechos laborales. Tim Cook, director de Apple, ha indicado que "creemos que los trabajadores de todo el mundo tienen derecho a un entorno de trabajo seguro y justo, razón por la que hemos pedido inspecciones independientes para evaluar a nuestros suministradores".
"Las inspecciones en marcha no tienen precedentes en la industria de la electrónica, ni en escala ni en alcance", añade. "Agradecemos la colaboración de las autoridades en derecho laboral a la hora de aceptar llevar a cabo esta medida inusual".
En el proceso, se entrevistará a miles de trabajadores y se evaluarán aspectos como sus condiciones de trabajo, de vida, salud, seguridad, horarios y relación con la jerarquía de la empresa.