La polémica sobre las cajas de loot o las cajas de botín ha llegado hasta a la administración pública de Reino Unido. Una petición online solicitó formalmente al Parlamento británico que expresara su opinión en relación a este tema y tomara medidas en caso de ser necesario. Tras conseguir más de 10.000 firmas, el mínimo necesario, la petición llegó a la cámara y ahora, a través de Eurogamer, conocemos la respuesta oficial ante este controvertido asunto.
Reino Unido responde a las cajas de loot
El comunicado, que puede leerse al completo aquí en inglés, destaca la importancia de defender a los menores de edad y a las personas vulnerables ante los juegos de azar, y de monitorizar la convergencia entre este territorio y los videojuegos para poder cumplir este cometido.
"Proteger a los menores de los juegos de azar es una de las prioridades del gobierno del Reino Unido", asegura el comunicado firmado por el departamento de digital, cultura y deportes, que hace referencia a la Comisión de los Juegos de Azar como órgano responsable de la regulación de estas prácticas y del cumplimiento de las leyes para tal efecto.
La administración británica considera que cuando los contenidos que se consiguen en los juegos mediante sistemas como las cajas de loot solo tienen impacto en los mundos virtuales, aparecen siempre (no hay cajas sin recompensa) y no implican su venta a cambio de dinero real, no se deben seguir las mismas medidas reguladoras que con los juegos de azar.
En el comunicado también se hace referencia al Video Standards Council (VSC) Rating Board, organismo que trabaja junto a PEGI, la reguladora de videojuegos por edades a nivel europeo, y que asegura estar siempre atenta a estas nuevas tendencias.
La compenetración entre los dos organismos es absoluta para proteger a los jugadores, explican.
Por otra parte, y combinando la acción de esta entidad, de PEGI y de la Comisión de los Juegos de Azar, la administración británica también hace hincapié en la necesidad de que las compañías de videojuegos respeten las leyes de protección a los consumidores establecidas en 2008 evitando "prácticas de marketing agresivas" porque "el gobierno está comprometido en conseguir que los consumidores estén siempre protegidos de prácticas abusivas que exploten la vulnerabilidad de los menores".
En conclusión: la administración británica, a través de sus diferentes organismos, vela por la seguridad de los consumidores, en este caso los jugadores de videojuegos, y sigue de cerca el asunto de las cajas de loot que, según un reciente estudio, parece no afectar a las ventas de los juegos.