Desde el diario americano New York Post y a través de la web americana Gamespot nos llega la noticia más surrealista de la semana. Un jugador de Call of Duty, enrabietado por haber perdido, logró que un equipo SWAT (fuerzas especiales de la policía como los GEOS de España) asaltase el domicilio de su rival.
La policía de Long Island, en el estado americano de Nueva York, envió un equipo de asalto, helicópteros y vehículos de emergencia al domicilio de Rafael Castillo, un joven de 17 años que ganó a un jugador sin identificar, que le quiso gastar una broma como venganza. A través de Skype, llamó a la policía, "confesando" que acababa de matar a su madre y que "quizás dispare a más gente" y dando los datos de Castillo, incluyendo su domicilio.
No salía de su habitación porque tenía los cascos puestos
La policía llegó al domicilio de Castillo dispuesto a asaltarlo, rodeando su casa con más de 60 policías listos para disparar y helicópteros cubriendo la situación desde las alturas. Cuando entraron en la casa, se encontraron con su madre, intacta, en la cocina, y su hermano recién llegado a casa.
Aún sospechosos, los policías estuvieron llamando a Rafael a la puerta de su habitación durante 20 minutos, pero él seguía jugando a la consola con los auriculares puestos, sin enterarse de nada de lo que estaba pasando.
La situación terminó obviamente de forma pacífica, aunque los policías se incautaron del ordenador de Castillo para investigar la huella digital del bromista, para dar con su paradero. Aparentemente, este tipo de bromas se están poniendo de moda, hasta el punto de haber sido bautizadas como swatting.
