Ouya, la nueva consola basada en Android que se puso a la venta la semana pasada, requiere que los usuarios introduzcan su información de pago antes de permitirles jugar a cualquier juego.
Por lo tanto, a menos que incluyamos los datos de nuestra tarjeta de crédito o un código de prepago, no podremos empezar a usarla, ya que se trata de un paso que no puede saltarse, algo que puede limitar el acceso a los usuarios más jóvenes.
A pesar de esto, la compañía ha querido dejar claro en su página web que nunca cobrarán por los juegos que probemos de forma gratuita a menos que decidamos hacer una compra, aunque primero necesitan tener nuestros datos de antemano.
También han asegurado que en un futuro aumentarán las opciones de pago disponibles.