Microsoft acaba de confirmar que se ha replanteado su polémica política con Xbox One. Su consola de nueva generación fue anunciada el pasado mes de mayo, y con su presentación se confirmó que contaría con la necesidad de conectarse a Internet cada 24 horas para comprobar la posesión de los juegos, y también que contaría con un sistema de control de segunda mano.
Hace escasos minutos, la compañía ha confirmado que da marcha atrás en estas dos políticas tras escuchar la respuesta de los usuarios, que han sido unánimes en su rechazo a estas medidas en la consola.
Xbox One no tendrá que conectarse a Internet cada día, y sus juegos podrán venderse, comprarse e intercambiarse libremente entre los usuarios o con las tiendas.
"Como resultado de la respuesta de la comunidad Xbox, hemos cambiado ciertas políticas de Xbox One", dijo la compañía a través de Don Mattrick, el presidente de su área de entretenimiento y máximo responsable de Xbox.
Sin conexión a Internet para seguir jugando
Según lo desvelado por Microsoft, Xbox One seguirá necesitando de conexión a Internet para activarse cuando compremos la consola, pero a partir de ahí no será necesaria. Es decir, el primer día tendremos que conectar la máquina a Internet para que comience a funcionar, pero a partir de ahí podremos jugar a cualquier juego metiendo el disco, sin tener que conectarnos a Internet para verificar la propiedad del juego.
Segunda mano igual que con Xbox 360
El otro gran cambio en la política es que ya no habrá ningún sistema de control de la segunda mano. "Cambia, presta, revende, regala y alquila juegos en disco como lo haces hoy. No habrá ninguna limitación a la hora de usar y compartir juegos, funcionará tal y como lo hace hoy en Xbox 360".
Como contrapartida, el disco deberá estar metido en la máquina para jugar, y aparentemente será así como se controle que no se usan dos copias al mismo tiempo.
Sin protección regional ni segunda mano digital
Otro cambio importante es que ya no habrá protección regional en la consola. Los usuarios podrán usar juegos de cualquier parte del mundo en sus máquinas. También se ha confirmado que todos los juegos podrán descargarse, sin tener que pasar por una tienda, y que no habrá segunda mano digital ni podrán compartirse estos juegos.
Una reacción rápida tras el E3
El anuncio de la política de segunda mano y conexión obligatoria de Xbox One sentó muy mal a los usuarios el pasado mes de mayo, pero fue la feria E3, celebrada la semana pasada, lo que ha dado "la puntilla" a esta política de Microsoft. Después de que la compañía anunciase que mantenía las medidas y que Xbox One costaría 499 euros, Sony anunció que PS4 valdrá 399 euros y no contará con ninguna restricción a la segunda mano ni con conexión permanente. La respuesta de los usuarios fue abrumadoramente favorable a Sony.
Como curiosidad, Microsoft comentó estos últimos días que las políticas respecto a la necesidad de conexión cada 24 horas eran "definitivas", algo que acaba de verse que no era así, al igual que el comentario del propio Don Mattrick asegurando que el producto que tenían para la gente sin internet era Xbox 360 y no Xbox One.
Xbox One saldrá a finales de este año en España por 499 euros.