Spoilers de Glass, El protegido y Múltiple
M. Night Shyamalan está decidido a justificar sus decisiones creativas durante el final de Glass, el thriller de acción que culminaba la trilogía de superhéroes del cineasta creador de El sexto sentido iniciada con el film de culto del 2000, El protegido. Estrenada en 2019, Glass es la última película de la trilogía Unbreakable y está protagonizada por Samuel L.Jackson, James McAvoy, Sarah Paulson y Bruce Willis, suponiendo un cierre a la historia de David Dunn, quien se convierte en el único superviviente de un terrible accidente de tren, un hecho que hace que Elijah Price crea que es un superhéroe de la vida real.
En 2017, y sin que nadie lo esperase, se estrenó Múltiple (Split), que sigue los desgraciados sucesos que llevan a un hombre con 23 personalidades distintas a secuestrar a varias personas, enlazándose dentro del universo tejido por el cineasta. Ahora es el realizador el que argumenta sus criticadas decisiones creativas en el final.
Glass no fue un éxito de crítica, pero Shyamalan cree que está bien terminada
Para decepción de M. Night Shyamalan, Glass no fue un éxito de crítica y no recibió la atención por parte del público que él esperaba, sobre todo tras años de teorías, debates y seguimiento en redes y foros del universo cinematográfico que parió a comienzos del 2000. En cualquier caso, debido al poco presupuesto de producción de la película -unos 20 millones de dólares-, la cinta fue todo un pequeño gran triunfo a nivel de recaudación mundial en los cines, logrando más de 241 millones. Esto supuso un pequeño alivio para el director, que durante años encadenó múltiples batacazos, como The Last Airbender y After Earth, o The Following y La joven del agua, que también fueron fracasos críticos y financieros.
Pero en el caso de Glass, Shyamalan defendió cómo murió David Dunn. El director justifica ahogar al personaje de Bruce Willis en un pequeño charco diciendo, que al final, son las cosas más simples las que son capaces de derrotar a los grandes héroes. "Quiero decir, al final, lo más simple puede derribar a la persona más fuerte", argumenta el cineasta. "Es más como el talón de Aquiles que, en su mito, no necesitas un ejército para derrotar al hombre más fuerte si conoces su debilidad", argumenta.
Si repasamos el guion y la trama de Glass, con cierto detalle, podemos ver cómo David Dunn fue manipulado y retenido durante toda la película por fuerzas mayores, luchando contra viento y marea para salir adelante de sus captores. Quizás el hecho de morir en un charco dejó a los espectadores queriendo un mejor destino para el héroe, algo más épico, pero es el proceder de Shyamalan en sus historias y películas: lo más predecible no es lo que sucede, y lo más insignificante es lo que acaba cobrando protagonismo y convirtiéndose en la solución.