Lucir músculo en Hollywood es una costumbre cuando se trata de interpretar a superhéroes con poderes sobrehumanos, cazadores de monstruos o incluso ser el protagonista de una nueva película de acción. Los grandes blockbusters se han abonado a eso de que los actores principales luzcan cuerpos perfectos, y para ello los sometan a rigurosos entrenamientos durante meses, con el objetivo de mostrar su mejor versión en pantalla. Lo hemos visto con David Corenswet y su versión de Superman, y hemos sido testigos de cómo actores de la talla de Henry Cavill y Hugh Jackman se han visto sometidos a procesos muy exigentes para conseguir que sus personajes sean lo más parecidos a sus homólogos literarios. Pero detrás de esos músculos definidos que tanto admiramos, se esconden horas interminables de estrictas dietas, entrenamientos agotadores y un sufrimiento constante que pocos imaginan.
Ni Superman ni Lobezno: Henry Cavill y Hugh Jackman revelan el sacrificio y el lado oscuro para lucir músculos en Hollywood
Seremos claros: emular los cuerpos de Lobezno, Geralt de Rivia o el Capitán América es casi imposible. Es más, el propio Jake Gyllenhaal sudó tinta en su último gran papel para ponerse en forma. Aunque esas figuras musculosas que vemos en las superproducciones de Hollywood son reales -nada de efectos digitales o por ordenador- alcanzar ese nivel de definición y volumen no es algo que se pueda conseguir de manera sana y natural. Así lo han confirmado en varias ocasiones actores como Hugh Jackman, Henry Cavill y Chris Evans, por citar algunos ejemplos claros, quienes han confesado los sacrificios extremos que han hecho para lograr esos cuerpos que lucen en pantalla.
Conseguir esos cuerpos tan hipertrofiados y definidos implica someterse a meses de dietas basadas en el consumo masivo de proteínas, rutinas de ejercicio tan intensas que llegan al borde del vómito, y una deshidratación tan severa que desafía los límites del cuerpo humano. No, no estamos exagerando. El resultado final, sin duda, es impresionante, pero cuando se les pregunta si repetirían la experiencia, la mayoría responde que no lo harían con gusto y en ocasiones contadas se han negado a volver a ser parte de un ciclo de estas características.
Pocos pueden explicar mejor en qué consiste la preparación física para un papel que Hugh Jackman, quien ha encarnado a Lobezno desde que se estrenó X-Men en el año 2000. A pesar de su imponente físico en pantalla, Jackman ha revelado que lo más difícil no es el entrenamiento en sí, sino la dieta. "El 70% es dieta, solo el 30% es entrenamiento", ha confesado en varias entrevistas. Para Deadpool y Lobezno ha vuelto a ponerse en forma, pero durante la promoción de Logan, la película que en su momento se presentó como la última vez que veríamos a Jackman con las garras de Lobezno, el actor explicó el proceso que los actores siguen para lograr un físico tan definido en las escenas sin camiseta. Y juró que no volvería a hacerlo nunca más.
"Finalizas con la deshidratación... No lo hagáis en casa", advirtió en el programa de Stephen Colbert en el lejano 2017. El actor australiano ha explicado que, tras consumir como diez litros de agua al día, se detiene de forma abrupta la ingesta de líquidos 36 horas antes de filmar para lograr ese aspecto tan definido y que, minutos antes, se pone a hacer ejercicios concretos para bombear sus músculos para que luzcan aún mejor en pantalla. "Te acercas lo máximo posible de la deshidratación que te puede llevar a la muerte y después... ¡te pones las garras!", añadió Jackman. En este duro proceso puedes perder hasta 5 kilos de golpe y no es especialmente saludable.
Para la citada Deadpool y Lobezno, mostró sus progresos para ponerse en forma como el mutante, y confirmó que la dieta y los ejercicios eran más duros que nunca. Otro actor que ha ganado admiración mundial por su físico es Henry Cavill, quien ha conquistado corazones como Superman y como Geralt de Rivia en The Witcher, y pronto protagonizará su propia serie de Warhammer 40.000. Como en el caso del australiano, alcanzar el físico necesario para interpretarlos no es algo que disfrute especialmente.
"Lo más importante es tu salud. Debes estar en forma y evitar lastimarte cuando haces cosas locas como tirarte contra colchones o saltar de aviones", comentó en una entrevista hace cuatro años. Cavill cree que, aunque es vital lucir bien en pantalla para según qué papeles, también lo hace porque es esencial es mantenerse sano. Y al igual que Jackman, lo que Cavill considera verdaderamente insoportable es la deshidratación. "Es la peor parte. La dieta es difícil y pasas hambre, pero cuando te deshidratas durante tres días, llega un punto en el que puedes oler el agua que hay cerca", indica. Pero, ¿por qué se hace este proceso? Bueno, el objetivo es que la piel quede lo más fina posible sobre los músculos, haciendo que se vean más definidos en pantalla. Una auténtica locura. "A veces no ruedas la escena hasta el final del día y te sientes como la persona más miserable del planeta", concluía. Parece que alcanzar estos cuerpos no es saludable ni sostenible, y los actores advierten no intentar imitarlos.