Es bien sabido que la cucaracha es uno de los animales con mayor capacidad de adaptación del mundo. Son capaces de resistir condiciones de vida extremadamente difíciles y adaptarse a prácticamente cualquier hábitat del planeta, sin importar su temperatura extrema o la falta de alimentos. En España, conviven varias especies de este insecto, pero en Asturias ha llegado una más: la temible cucaracha langosta.
La temible cucaracha langosta llega a España y comienza a ser un problema: los expertos no se aclaran de cómo se ha extendido por nuestro país
La temible cucaracha langosta llega a España. Así lo han constatado el investigador Jairo Robla, del departamento de Biología de Organismos y Sistemas de la Universidad de Oviedo, y su equipo, tras encontrar casi 150 ejemplares de la Nauphoeta cinerea en trampas adhesivas colocadas en el Campus del Milán y la playa del Arbeyal, en Oviedo y Gijón. Según el experto, se han adaptado rápidamente a nuestro clima.
El grupo de científicos baraja varias hipótesis sobre su llegada a Asturias. Una de ellas sugiere que pudo haber arribado a bordo de un barco proveniente de alguno de los hábitats conocidos de este insecto, que es originario del norte de África pero también está presente en regiones de Estados Unidos. Otra posibilidad es que algún coleccionista o entomólogo haya tenido un descuido, permitiendo que ejemplares de cucaracha langosta escaparan, se reproducirán rápidamente y se establecieran en Asturias. En el pasado, este tipo de especies invasoras han causado verdaderos estragos en los ecosistemas.
Las cucarachas son una de las plagas urbanas más molestas y relevantes en los grandes núcleos urbanos y de población. "La llegada de cucarachas no autóctonas no es rara, pero anticipa posibles futuros problemas", señalan los investigadores. "El establecimiento de esta nueva subespecie, y los datos de colecciones biológicas destacan la necesidad urgente de sistemas de monitoreo sólidos para rastrear y comprender mejor la distribución de estas cucarachas no nativas en todo el mundo", prosiguen. La nueva cucaracha, que ya causa estragos en el norte de España, puede llegar a medir 30 milímetros de largo y presenta un cuerpo relativamente ancho, bastante grueso y moteado, según describen los investigadores. Suelen encontrarse alrededor de cubos de basura, en áreas con alta circulación de personas y mercancías, y son algo más rápidas y esquivas que la cucaracha rubia.
Independientemente de cómo llegó, lo que está claro para los científicos tras esta investigación de dos años es que esta subespecie se ha adaptado a la vida en las calles de España de manera rápida y efectiva. Pero la cucaracha langosta no es el único invasor que preocupa a los expertos en España. El país también enfrenta la amenaza de otros insectos y animales invasores, como la avispa asiática (Vespa velutina), que pone en peligro a las abejas autóctonas y la biodiversidad local, y el mosquito tigre (Aedes albopictus), conocido por ser portador de enfermedades como el dengue y el zika. Este verano ha sido especialmente preocupante al respecto.
Las especies invasoras y las plagas son un auténtico problema en España
Además, especies como el mejillón cebra (Dreissena polymorpha) y el cangrejo americano (Procambarus clarkii) han invadido ríos y embalses, compitiendo con las especies nativas y alterando los ecosistemas acuáticos. Estas especies, junto con otras, representan un desafío significativo para la conservación de la biodiversidad en España, sobre todo cuando muchas de ellas llegan alimentándose de otros animales o compitiendo por los mismos espacios ecológicos por las especies autóctonas.
El peligro de las plagas es cada vez mayor, no solo por la expansión de especies invasoras, sino también porque muchas de ellas, como las cucarachas, están desarrollando una resistencia creciente a los insecticidas, algo que complica enormemente su control y aumenta el riesgo de que estas plagas se propaguen y afecten a más áreas del país. Teniendo en cuenta que estas cucarachas langostas, de diferente forma y aspecto que otras especies, han sido capaces de conquistar todo el norte de España, los expertos alertan: es esencial tomar medidas de control más eficaces y promover la investigación para evitar que estas especies continúen alterando los ecosistemas y afectando la salud pública. Si no se consigue poner pie en pared, esta invasión puede convertirse en un auténtico problema a largo plazo.