X
  1. Vandal Random
  2. Noticias
  3. La generación Z destaca en el trabajo por sus faltas de puntualidad y es la que más prioriza la salud mental

La generación Z destaca en el trabajo por sus faltas de puntualidad y es la que más prioriza la salud mental

Tras reunir encuestas a más de 1.000 trabajadores, se ha comprobado que la generación Z es la que más faltas de puntualidad tiene, pues prioriza el equilibrio entre vida laboral y personal.

Cuando se trata de trabajar, se ha visto a lo largo del tiempo que las diferentes generaciones tienen diferentes formas de abordar la jornada laboral. Esto ha vuelto a quedar más que patente en una reciente investigación encargada a Meeting Canary y realizada por Censuswide en el Reino Unido, después de llevar a cabo encuestas a más de 1.000 trabajadores de oficina que realizan a diario tanto reuniones en línea como híbridas, en las que curiosamente la generación Z (los jóvenes nacidos a mediados o finales de los 90) ha destacado por priorizar su equilibrio entre vida laboral y personal y sus faltas de puntualidad.

La generación Z valora su salud mental por encima de los encargos laborales más que ninguna otra, y eso les puede hacer retrasarse

Si bien las encuestas de Censuswide a los algo más de 1.000 trabajadores británicos coinciden en que todas las generaciones están unidas por el odio hacia las reuniones de trabajo o la sensación de que podrían estar trabajando más duro, la generación Z destaca por sus faltas de puntualidad, y es que casi la mitad de los trabajadores más jóvenes de entre 16 y 26 años de edad afirman que llegar entre 5 y 10 minutos tarde es tan válido como ser puntual.

Los gen Z no se preocupan demasiado por esto, y no lo ven como una falta de respeto, al contrario que las otras generaciones mayores. Conforme la edad de los trabajadores aumenta, también disminuye pronunciadamente la tolerancia a las tardanzas del resto de compañeros. Alrededor de un 40% de los millennials, por ejemplo, perdonan las impuntualidades, pero solo el 26% de la generación X soporta este problema, mientras que un escueto 20% de los baby boomers están a favor de los retrasos.

Estas faltas de puntualidad de la generación Z se dan tanto en las reuniones como en las entregas de trabajos y chocan de frente con los más veteranos, ya que la mayoría de jefes de la generación de los baby boomers consideran que retrasarse por solo un minuto es llegar tarde. De hecho, un 70% de los baby boomers encuestados afirman que tienen tolerancia cero con cualquier nivel de tardanza, por pequeño que este sea.

Sin embargo, estas faltas de puntualidad o sentido del tiempo en la generación Z no son de extrañar si tenemos en cuenta que muchos de ellos han ingresado en el mercado laboral durante la época de la pandemia y la gran mayoría ha ejercido sus labores por medio del teletrabajo. Al trabajar desde casa, es normal ceder más ante las impuntualidades, puesto que uno siempre puede estar experimentando problemas técnicos inesperados.

Los trabajadores más jóvenes de la generación Z dedican más parte de su tiempo a tareas innecesarias o a hacer horas extra.

Además, la investigación también ha hecho hincapié en que los empleados de la generación Z quiere mantener por encima de todo la flexibilidad a la que se acostumbró durante la era de la pandemia. Laura van Beers, fundadora de Meeting Canary, expresó que la generación Z es la que tiene más probabilidades "de valorar y priorizar el equilibrio entre la vida personal y laboral y la salud mental por encima del estrés en el lugar de trabajo, y eso incluye apresurarse para llegar a tiempo a una reunión".

Si bien dignificar la salud mental y saber separar la vida personal de la laboral es importante, la generación Z está mostrando que le cuesta más que a las demás cumplir con los plazos de entrega. En promedio, esta generación incumple casi una cuarta parte (25%) de sus plazos cada semana, en comparación con el reducido 6% de los baby boomers o el 10% de la generación X.

Con todo, Nick South, director general de Boston Consulting Group, asegura que la tardanza no es un rasgo específico de la generación Z, es una curva de aprendizaje por la que pasa todo trabajador joven al comienzo de su carrera y esto mejorará con la experiencia. Así que tiempo al tiempo.