Cuando se trata de contar una historia sobrenatural, pocos directores en pleno siglo XXI hay más idóneos para tal fin que el maestro Guillermo del Toro. El mexicano lleva salpicando nuestro imaginario colectivo desde hace décadas con algunas de las películas más destacadas en este terreno ('El laberinto del fauno', 'La forma del agua'). Cintas que logran aunar romanticismo, terror y fantasía de una forma casi única. Cintas como 'La cumbre escarlata', largometraje de 2015 que Netflix ha incluido en su catálogo recientemente y que no te puedes perder si eres un amante del género y aún no la has visto.
'La cumbre escarlata', un bello relato de terror gótico para ver en Netflix
En 'La cumbre escarlata' se nos traslada a finales del siglo XIX y principios del siglo XX para conocer la historia de Edith Cushing (Mia Wasikowska), hija de un rico empresario y talentosa autora en ciernes que conoce al misterioso británico Sir Thomas Sharpe (Tom Hiddleston) y su hermana Lucille (Jessica Chastain) y se muda con ambos a una extraña casa en la cima de una montaña tratando de huir de un trauma de su infancia.
Allí, rodeada por un terreno bañado en arcilla de un rojo intenso, Edith no tardará en descubrir que la mansión está llena de recuerdos y espíritus de una vida pasada, mientras su nuevo marido busca inversores para desarrollar su propio invento, una máquina que les permita excavar el terreno de la finca y revivir las minas de arcilla.
A lo largo del metraje de 'La cumbre escarlata', Guillermo del Toro nos sumerge en un cuento de horror gótico clásico, con claras influencias de obras como 'La casa encantada' (de Robert Wise) y 'Suspense' (de Jack Clayton), y muchos matices de gran elegancia que recuerdan a la pluma del consagrado Edgar Allan Poe. Imágenes poderosísimas y un escenario de ensueño se rodean de una factura técnica sobresaliente y un diseño de producción formidable para crear una atmósfera atrapante desde el minuto uno.
Junto con un reparto estelar, Del Toro consigue hilar poco a poco una trama intrigante que, no obstante, flaquea también en algún que otro giro y no termina de despuntar del todo. Pese a que el argumento y su idea de partida tienen potencial, el guion peca de ser bastante simple (incluso algo reiterativo y familiar; ya en 'El espinazo del diablo' el mexicano contaba una historia ciertamente parecida) y no logra explotar el carisma de sus protagonistas.
La producción se salva, en gran parte, gracias al (como ya hemos dicho) excelente trabajo visual en todos los apartados técnicos. Con especial mención al vestuario, el maquillaje y la puesta en escena plagada de simbolismos, metáforas visuales y una fotografía de claroscuros magnífica. Sin duda, todo un goce para la vista de los más espectadores más estetas con la que el director nos regala estampas dignas de los mejores cuadros góticos de la época.
Puede que 'La cumbre escarlata' al final del día no sea la mejor película del género ni la mejor de la rica y variada carrera de Del Toro, pero es una cinta más que admirable para aquellos que busquen retrotraerse a tiempos pasados, alejarse un poco de las películas de terror modernas y volver a sumergirse en esos relatos de fantasmas que tantas pesadillas nos dieron en nuestra infancia.