Si eres una GameBoy y quieres entrar en el Guinness, el tamaño sí que importa
El Libro Guinness de los Récords es ese registro en el que no pocos sueñan con aparecer. Para aparecer ahí hace falta una buena hazaña, como por ejemplo ser uno de los videojuegos más vendidos de la historia. No, no basta con que se batan récords de ventas, hace falta algo más que eso. Algo extraño, algo llamativo que vaya más allá de que Steam reviente su histórico de jugadores simultáneos, tiene que ser algo único.
Algo como por ejemplo tener GameBoys de tamaño insólito. Una cosa complicada de emular y que te permita quedarte durante mucho tiempo antes de que alguien decida romper tu marca.
Los tamaños de estas GameBoys las colocan directamente en el Guinness de los Récords
Un buen día, Ilhan Ünal, residente en Bélgica, decidió que iba a fabricar la GameBoy más grande del mundo. Y vaya si lo hizo, buena suerte para intentar jugar a esta monstruosidad de un metro de alto, 62cm de ancho y 20 cm de profundidad. Dato curioso: puedes insertar un cartucho normal de GameBoy y funciona. Ünal se hizo con este logro en noviembre de 2016, pero es que ese mismo año, alguien hizo justo lo contrario.
Poco después del registro oficial de la gameBoy más grande del mundo, Jeroen Domburg (un ciudadano holandés) conseguía que el libro reconociera su GameBoy como la más pequeña del mundo: 54 milímetros y varios juegos preinstalados en un aparato que cabe en un llavero y para el que tuvo que seleccionar los componentes más diminutos posibles.
Cabe destacar que, desde entonces, ha habido diversos modelos diminutos de GameBoy, aunque el récord sigue en manos de Domburg. Pero estos no son los únicos Récord Guinness de la consola, cuenta con unos cuantos más. Por ejemplo, GameBoy Camera ostentó en 1999 el récord a la cámara digital más pequeña del mundo. Obviamente, fue desbancada un tiempo después, pero hoy día sigue resultando curioso, ¿no?