El controvertido y notable sandbox de vaqueros que se adelantó a Red Dead Redemption

Si pensamos en juegos ambientados en el Viejo Oeste, no hay ningún otro que probablemente vaya a arrebatarle nunca el puesto a Red Dead Redemption y Red Dead Redemption 2, de Rockstar Games, como los mejores representantes del género western que ha parido la industria desde sus inicios. Estos dos titanes -ambos obras maestras-, han pasado ya a la historia por su calidad incuestionable, aunque como sabrán algunos, no habrían existido de no ser por una primera entrega que para muchos pasó desapercibida y que vio la luz del sol en 2004 bajo el título de Red Dead Revolver.

No obstante, no es de Revolver del título que hemos venido a hablar en esta ocasión, sino de un juego desarrollado por Neversoft y publicado por Activision que llegó al mercado un año más tarde y que, en cierta manera, se adelantó a lo que ofrecería más adelante el primer Red Dead Redemption...

Gun, un sandbox de forajidos con personalidad que sorprendió a la crítica

Publicado para PC, PS2, Xbox, Xbox 360 y GameCube en noviembre de 2005, Gun es un juego de temática western influenciado enormemente por obras cinematográficas del género que fue creado por Neversoft, el mismo equipo que hasta entonces se había centrado casi en exclusiva en la saga deportiva de Tony Hawk, y que aquí sorprendió a propios y extraños con una aventura original que muchos catalogaron como una especie de Grand Theft Auto en el Viejo Oeste.

La comparación con la franquicia de Rockstar no era de extrañar, pues Gun colocaba a los jugadores en un entorno de gran tamaño que podíamos recorrer con libertad, tanto a pie como a caballo, mientras realizábamos misiones principales y secundarias protagonizadas por un elenco variado de personajes. Algunos de estos, interpretados por actores veteranos y de renombre, como Ron Perlman, Lance Henriksen, Kris Kristofferson, Tom Skerritt o Thomas Jane (este último dando vida al personaje central de la historia).

En Gun nos trasladábamos al año 1880, en la frontera entre Estados Unidos y México, para discurrir por zonas míticas como Arizona, Colorado o Kansas mientras tratábamos de cumplir la misión de venganza de Colton White, un joven apache curtido con gran dominio de las armas de fuego a cuyo padre adoptivo, Ned, asesina un predicador misterioso al inicio del juego.

Jugablemente, la obra de Neversoft, al contrario que el primer Red Dead Revolver, disfrutaba de escenarios más amplios para explorar a nuestro ritmo y de algunas mecánicas que daban manga ancha a los jugadores y que, curiosamente, años después veríamos más pulidas en Red Dead Redemption. Por ejemplo, Gun disponía de un sistema de estadísticas para el protagonista que podían mejorarse a medida que cumplíamos misiones secundarias, mientras que también poseía un sistema parecido al del karma del juego de Rockstar, el cual se fijaba en nuestras acciones, de tal manera que si desatábamos mucho caos a nuestro alrededor podíamos alertar a las autoridades y legisladores que tratarían de darnos caza.

También, otorgando mayores actividades al margen de la historia central, los jugadores podíamos participar en distintos minijuegos, como torneos de póquer, pastoreo de ganado, actividades de cazarrecompensas... E incluso había oportunidad de cazar animales salvajes como búfalos.

Todo esto venía acompañado de un abanico de armas de la época como revólveres, rifles, escopetas, explosivos y hasta arcos. Y un medidor especial que nos permitía activar un efecto de tiempo bala (con una perspectiva de cámara en primera persona) para acabar rápidamente con un gran número de enemigos. De hecho, el juego también estaba diseñado en este sentido para ofrecer características bastante curiosas como la posibilidad de utilizar enemigos como escudos humanos, luchar cuerpo a cuerpo con hachas de guerra o sables militares, realizar combates mientras montamos a caballo y cumplir algunas secciones tratando de ser sigilosos.

La acción en Gun era descarnada hasta el punto de dejarnos arrancar el cuero cabelludo de enemigos moribundos. Un detalle este realista que, como algunos otros, trataba de reflejar la barbaridad del período histórico en el que el título se ambientaba, pero que en países como Estados Unidos evidentemente no agradó a ciertos grupos étnicos. Una asociación de indios, en particular, declaró públicamente un boicot hacia el juego y exigió a Activision eliminar varios aspectos de la obra e incluso retirarla de la distribución mundial.

Controversias aparte, Gun fue un juego que gustó mucho a la prensa en términos generales, ganó varios premios destacados y obtuvo la admiración de no pocos jugadores -llegó a vender alrededor de 1,4 millones de copias-. No era perfecto, por supuesto (y gráficamente ha envejecido bastante), pero ofrecía un entretenimiento más que decente para los interesados en el western.

Estamos seguros que de alguna manera (y en compañía de Red Dead Revolver), Gun sirvió para abrir paso a Rockstar y su magnífico Red Dead Redemption, como reconocería años más tarde Joel Jewitt, antiguo presidente de Neversoft. Es una lástima que nunca se lanzase una secuela, y eso que Activision llegó a darles luz verde para desarrollarla, pero al final se quedó en el tintero por falta de recursos dentro del estudio. Quién sabe si, tal vez, habríamos tenido un serio competidor en el género frente a la aventura de John Marston.