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Los mecenas de Smach Z, la Steam Deck española, aún no han recibido las devoluciones

La empresa Smach Team se declaró en bancarrota en mayo de 2021 y en junio prometió reembolsos a quienes compraran la consola portable a través de Kickstarter o en la web.

Valve anunció el proyecto Steam Machines en 2014. La idea, que llegó a su fin en 2018, era que terceros fabricantes creasen ordenadores para el salón utilizando el sistema operativo SteamOS que en algunos casos también incluían Windows. El concepto, al que se sumaron marcas como Alienware y Zotac, no despegó. Basándose en esto, una empresa española anunció Smach Zero en 2015, una consola portable con Windows.

En definitiva, un proyecto similar a la Steam Deck que se lanzará este mes y a tantas otras máquinas que se han lanzado en los últimos años. Pero el dispositivo de Smach Team, un grupo de emprendedores que crearon la empresa en Palma de Mallorca y se mudaron a Illescas, nunca llegó a las tiendas. De hecho, tras periodos de micromecenazgo, abundantes retrasos y varias campañas de reservas, la empresa se declaró al borde de la bancarrota en el verano de 2021. A pesar de las promesas, más de medio año después los mecenas y aquellos que reservaron el aparato no han recibido el reembolso. La empresa no se comunica con sus clientes desde entonces y sus fundadores han creado otra empresa que hace un juego play to earn con tecnología NFT.

El pasado de Smach Z

La idea de Smach Z nació hace ocho años. Un grupo de emprendedores españoles, bajo el nombre de SteamBoy Machine, presentaron el atractivo dispositivo bajo la revolucionaria idea de jugar a los títulos de Steam compatibles con Steam OS en cualquier lugar. En el E3 de 2015, tras el anuncio de las Steam Machines, se anunció que el ordenador portable se llamaría Smach Zero: el 10 de noviembre de ese año se abrirían las reservas por 299 dólares y se comenzarían a distribuir a finales de 2016. La campaña de reserva se convirtió en una campaña de micromecenazgo en Kickstarter donde ofrecían la máquina por 199 € a los primeros mecenas. No funcionó: recaudaron 160.984 € de los 900.000 € que solicitaban.

En 2016, ya instaurados como empresa y con la promesa de ser compatible con Windows 10, volvieron a probar suerte en Kickstarter, esta vez con éxito y con dos modelos: 299 € para el estándar y 499 € para el más potente. En total, recibieron 474.530 € de los mecenas de Kickstarter. La entrega aproximada del dispositivo estaba prevista para abril de 2017. Ese mismo año abrieron una nueva campaña de mecenazgo en la plataforma Indiegogo cerrada en 2018 donde vendían la consola a partir de 550 euros y ampliaron la recaudación hasta los 673.000 €.

Tanto la ficha de Kickstarter como la de Indiegogo está repleta de actualizaciones donde anuncian problemas con la producción y retrasos en la fecha de entrega. A lo largo de los años se han pasado con prototipos del aparato por las principales ferias de videojuegos: la Game Developers Conference, el E3 (de hecho, la probamos en el E3 2018), la Gamescom y el Tokyo Game Show. También mostraron en vídeos públicos cómo rendían los juegos del momento, como Overwatch. La sección de prensa de la web oficial de Smach Z y las redes sociales de la marca no se actualizan desde septiembre de 2019. A partir de 2020 publicaron cada vez menos comunicados y más dilatados en el tiempo: en febrero, marzo y septiembre, y después silencio absoluto hasta febrero de 2021 y la cancelación aparentemente definitiva en junio.

Prototipo e inversiones millonarias

En julio de 2019, cuando cientos de mecenas ya desconfiaban de si recibirían su consola, el youtuber ‘The Phawx’ publicó un unboxing y unas impresiones de un prototipo de Smach Z. El sistema, tanto a nivel de interfaz como en los materiales del aparato, distaba de estar terminado, pero al menos aquellos que apoyaron el proyecto sabían que existía más allá de las unidades mostradas en ferias.

En febrero de 2020, en Vandal tuvimos la oportunidad de probar un prototipo de esta consola que salvo algunos detalles no sería muy distinto a la consola final. En ese momento, decían desde Smach Team, ya habían comenzado la producción para mandar la máquina a los 2500 primeros mecenas. Además, abrían las reservas en su página web con distintas configuraciones del aparato con precios que oscilaban entre los 699 euros y los 1078 euros dependiendo de los accesorios y componentes elegidos; las reservas tenían un precio de 10 euros. También estaban negociando con grandes distribuidores mundiales como Amazon el lanzamiento en tiendas.

Smach Team había invertido hasta el momento 3,3 millones de euros en el proyecto contando con inversiones privadas y públicas y con el dinero recibido en las campañas de micromecenazgo, unas cantidades que en sucesivos comunicados de la marca han calificado de insuficientes. A ello querían sumar otros 10 millones de euros que tenían el objetivo de crear una cadena de montaje en Illescas (Toledo), contratar personal y producir los dispositivos. Pero nada de ello ocurrió porque los inversores con los que llegaron a un acuerdo en la segunda ronda de financiación, Mola Tech Venture Holding y Business Angels, se bajaron del carro.

Y llegó la pandemia

Smach Zero estaba planeada para finales de 2016. Los mecenas, ya acostumbrados a los anuncios de retrasos e informes de problemas, recibieron en febrero de 2021 otro comunicado. "El equipo al completo está saludable y las cosas avanzan", decían. "Sabemos que los últimos meses no han sido fáciles. Ha pasado mucho tiempo desde la última actualización, más de lo que anticipamos", añadían.

En el mensaje informaban de que las comunicaciones con China durante la pandemia habían sido difíciles y por ello habían cambiado a un socio más cercano para los plásticos, uno de los últimos componentes que supuestamente quedaban por pulir de Smach Z. Además, avisaban de un problema con el cargador de la consola. Aunque la máquina había pasado el certificado CE necesario para poder vender un producto en la Unión Europea, el cargador no había conseguido la aprobación, por lo que tenían que parar la producción para investigar el problema.

Durante otros tres meses, silencio. Hasta mayo de 2021, cuando Daniel Fernández, fundador de la empresa, publicó en el foro oficial: "[...] hemos perdido la inversión privada que sostenía este proyecto y, como consecuencia, pronto podríamos entrar en bancarrota". Explicaron que no consiguieron solucionar el problema con el certificado CE, que hubo otro fallo con el calentamiento de la batería de la consola y que la pandemia del COVID-19 llevó a un ERTE que redujo la plantilla de aproximadamente 30 empleados a 3-5 personas. Fernández dijo que estarían unos meses buscando nuevos inversores antes de declarar la bancarrota para, al menos, producir los dispositivos de quienes participaron en la financiación colectiva.

Si al final se entraba en bancarrota, prometía devolver el dinero en el futuro y utilizar los recursos obtenidos por vender los bienes restantes para este propósito. Eso sí, los primeros reembolsos los recibirían los clientes de la web oficial. "Hemos devuelto dinero durante mucho tiempo, pero se hacía gracias a la inversión privada. Como sabéis no hemos podido reembolsar durante estos meses por la misma razón y esperamos que lo entendáis, ahora mismo no podemos devolver el dinero", explicaba el CEO.

Sin devoluciones y con una nueva empresa de NFT

Un mes después, Smach Team envió un email a sus mecenas y compradores: "Desafortunadamente, debido a los problemas explicados antes, algunos problemas técnicos y costes extra que hicieron que nuestro presupuesto inicial se incrementara significativamente, tenemos que anunciar que, lamentablemente, este proyecto ha llegado al final de su camino". El mensaje estaba acompañado de un enlace para pedir devoluciones, pero decían que "en este punto no os podemos prometer nada".

El comunicado concluía con la promesa de que seguirían luchando por el proyecto. "Entendemos que os sintáis decepcionados o enfadados, pero solo podemos decir que hicimos todo lo que pudimos con nuestras mejores intenciones y esfuerzos. Os podemos garantizar que todo el dinero recaudado se ha dedicado exclusivamente para cubrir los costes del proyecto y todas nuestras cuentas han sido auditadas por un experto".

Y finalizaban diciendo: "Os mantendremos informadas del progreso en el proceso, la evolución de esta situación y las posibles soluciones". Desde entonces los foros oficiales se han cerrado. El historial de newsletters se ha eliminado a excepción de la de junio de 2021. Y en el subreddit dedicado a Smach Z no hay ningún mensaje de los responsables del proyecto, tan solo mensajes de mecenas y otros redditors preguntando por las devoluciones y bromeando con que han perdido el dinero, a excepción de un usuario que dice haber conseguido un reembolso antes de la pandemia. El silencio de Smach Team es absoluto desde entonces.

La empresa SMACH INVERSION S.L., sita en Palma de Mallorca, fue fundada por Daniel Fernández (CEO), Ignacio Armenteros (director técnico) y Antonio de la Torre (director de producto). Desde Vandal hemos intentado ponernos en contacto con Fernández a través de correo electrónico, pero no ha habido respuesta a tiempo para la publicación de este artículo.

Los tres aparecen, en los roles de jefe de operaciones, responsable técnico de desarrollo y programador online, como parte del equipo de Continuum World Se trata de un juego play to earn basado en la tecnología NFT y blockchain que cuenta con 24 empresas inversoras y socias del mundo de las finanzas y las inversiones tecnológicas. Su director ejecutivo es Enrique Dubois, creador e inversor de varias startups más conocido por la compra de Vagos.es en 2007, un foro de descargas piratas de películas, música y videojuegos.

Los más de 600.000 euros aportados por los mecenas están desaparecidos. Las reservas a través de la web, que en ningún momento se contabilizaron públicamente, pueden suponer miles de euros perdidos. Las millonarias inversiones no han llegado a ningún sitio. Al igual que las cantidades pagadas por todos y no especificadas aportadas por el Instituto de Finanzas de la Consejería de Economía, Empresas y Empleo de la Comunidad de Castilla La-Mancha.

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