Normalmente hablamos de desarrollador independiente al referirnos a esas empresas o individuos que realizan videojuegos sin tener que estar pendientes de las exigencias de sus editores, que suelen estar muy preocupados por lo que creen que el cliente o el mercado exige de ellos.
¿Pero qué pasa cuando es el editor el que es… independiente? Ese es el reto que nos lanza Devolver Digital, reto que posteriormente han intentado seguir otras empresas como Midnight City o la venerable Mastertronic, que vuelve a la carga.
Devolver Digital es el referente de los editores independientes en videojuegos. Al lector que lleve poco en esto o no se fije en los detalles le parecerá que vienen de la nada, y que es sorprendente cómo una empresa tan joven (2011, aunque realmente empezó en 2009) acierta una y otra vez. Pero esto es porque no saben que uno de los fundadores, Mike Wilson, es ya una leyenda en el videojuego, que lleva desde el 94 en esto, y que anteriormente ya había creado editoras independientes en 1998 (Gathering of Developers, comprada posteriormente por Take 2) y en 2007 (Gamecock, adquirida por Southpeak).
Con este currículum, aunque algunos puedan considerar que son fracasos, Mike Wilson ha aprendido un montón, y esto se nota. A esta notable figura se le añaden otros expertos como Harry Miller (Ritual, Gathering of Developers, Gamecock), Fork Parker y Rick Stuts (los hombres del dinero de la empresa), y luego trabajadores como Graeme Struthers on Andrew Parsons en la rama inglesa.
Devolver empezó su trayectoria videojueguil con una nueva versión del clásico Serious Sam, que acompañó a una tercera entrega, y un acercamiento a diferentes desarrolladores independientes en forma de spin offs basados en el juego de Croteam.
En 2012 Devolver, que ya estaba coqueteando con distribuir películas también, tuvo su primer gran éxito. Hablamos de Hotline Miami, el juego de Dennaton Games (capitaneados por el ínclito Jonatan Söderström, más bien conocido como Cactus), que sorprendió a propios y extraños con su mezcla de ultraviolencia, ambientación basada en nuestro imaginario colectivo americano con ciertas influencias de Drive, una música sorprendente y muchos detalles que casi todos alabaron pero unos pocos dijeron "no es para tanto".
Curiosamente, con Hotline Miami la empresa Devolver consiguió que ellos fueran los que se llevasen el nombre por delante. De hecho, fue un éxito tan grande que ni siquiera el fracaso de Dungeon Hearts, su único juego en iOS, les afectó lo más mínimo.
A partir de ese momento, todo han sido, de alguna manera, éxitos más o menos grandes. Foul Play tal vez no haya sido nada del otro mundo (un beat 'em up de los ingleses Mediatonic que no ha recibido demasiados vítores a lo largo y ancho del mundo), pero con el remake de Shadow Warrior, por ejemplo, han vuelto al lugar que se espera que Devolver ocupe.
Y es que, siguiendo el esquema que realizaron con Serious Sam, en este caso Devolver cogió una licencia antigua que parece que a nadie le interesaba (Shadow Warrior, un juego clásico de la época de los clones de Duke Nukem 3D), se la dio a un estudio eslavo, y con un producto notable se dedicaron a recuperar una inversión elevada para un desarrollador independiente, pero no demasiado grande si la comparamos con lo que hacen grandes editoras. Shadow Warrior devolvía a Devolver al espacio en el que mejor se manejan: juego cafre, con buena presentación, y en este caso de un tamaño superior al que están acostumbrados. Espacio al que acabaron de volver este año con Broforce.
Para aquellos que no estén al tanto, y no hayan leído la "previa" que le dedicó Jorge Cano al título de Free Live Games, Broforce es un título de acción con disparos laterales como lo puedan ser Contra o Gunstar Heroes, pero con un entorno que se adapta a las acciones que realice el jugador (vamos, que podemos destrozar casi todo o todo lo que hay en la pantalla) y que tiene un interesante sistema de selección de personaje en el que cada vez que rescatemos un rehén o perdamos una de nuestras vidas, el siguiente personaje que manejemos será una parodia de un héroe de películas de acción. Así, a lo mejor tienes la suerte de manejar a la parodia de Rambo, o te toca Blade y su espada de corto alcance, o una gran variedad de personajes.
Gracias a lo divertido de su planteamiento, la frescura de su sistema y, aunque no se le reconozca lo suficiente, su movidísima banda sonora, BroForce ha sido una de las sorpresas agradables de lo que llevamos en este año. Y nos ha venido a recordar que Devolver está aquí para decir que su marca es sinónimo de entretenimiento puro.
Por si fuera poco, unos meses después (o antes, porque Broforce aún no ha tenido a bien salir de manera "final", aunque ya se han anunciado conversiones a consola) Devolver lanzó el juego de otra empresa que es sinónimo de diversión: Luftrausers de Vlambeer. En este caso el análisis en esta santa casa es de un humilde servidor, pero para los que no tengáis ganas de leerlo os diremos que es un matamarcianos lateral, donde en lugar de avanzar por diferentes pantallas nos encontramos con una gran variedad de enemigos que se lanzan sobre el jugador en el mismo escenario, permitiendo a éste que mejore su armamento conforme los derriba o consigue otros logros, de manera que por un lado permite un tipo de juego casi infinito basado en puntuaciones, y por otro lado dota al jugador de cierta sensación de progresión.
Tal vez por eso el lanzamiento de Always Sometimes Monsters, el que aún no tiene análisis por nuestra parte, fue recogido con expectación por parte de la crítica especializada. En el poco tiempo que le he dedicado os puedo decir que es un juego que intenta seguir, de alguna manera, la estela de To The Moon (juego hecho en RPG Maker que aboga por ofrecer una experiencia más profunda al usuario), pero que carece de la gracia con la que está realizado éste. Por ahora la crítica es en general positiva, pero sinceramente… me fío a veces poco de los críticos.
En el Gamelab tuvimos la oportunidad de hablar un poco con Andrew Parsons (que curiosamente, se llama igual que un jefazo de Sony Londres, y con el que tiene que tener cuidado para no acabar recibiendo e-mails que le deberían llegar a él), y nos dijo que para los próximos 18 meses tienen preparados 44 juegos. Una labor titánica, y que les impide a lo mejor ofrecer posibilidades de distribución a títulos que creen que podrían tener su sello.
Pero por ahora sabemos de algunos títulos que sí están en su catálogo, y que nos hacen ver que esta gente, a pesar que no es infalible, donde pone el ojo suele poner la bala. El ejemplo más preciso que os puedo poner así, en primera instancia, es el español Gods Will Be Watching, del que os hemos hablado hoy, un juego que seguramente la reviente dentro de 14 días, y posteriormente en mercados como el iTunes o Android.
Posteriormente, Devolver tiene en cartera la segunda parte de Hotline Miami, que va a funcionar bien segurísimo. Pero no sólo eso, sino que ya tienen concertado con Roll7, los creadores de OlliOlli, distribuir su juego en otros mercados que no sean PlayStation Vita, y posteriormente desarrollar Not a Hero, un juego que no sólo demuestra que cumple con lo esperado por Devolver, sino que les acerca a Sony Europa en su búsqueda de representar el mercado independiente triunfador actual.
A todo esto deberíamos añadir The Talos Principle, con el que vuelven a la escena eslava casi triple A, Titan Souls, el ganador del último Ludum Dare, y la versión inglesa de Hatoful Boyfriend, un simulador japonés de ligar con… palomas.
Como veis, tenemos Devolver para rato. Hay que ver si otras empresas son capaces de seguir su estela, y por otro lado, si ellos pueden crecer o mantenerse en esta posición-negocio. Todo apunta, realmente, a que sí.