Tras arrasar en móviles y tabletas con Plants vs. Zombies, parece que PopCap Games quiere ampliar el campo de batalla de su saga más exitosa, y en apenas tres semanas vamos a tener entre nosotros Plants vs. Zombies: Garden Warfare, que deja por un momento el género de los tower defense para apostar por la acción multijugador, aunque como hemos comprobado, manteniendo todavía algunos toques estratégicos.
Con batallas hasta para 24 jugadores enfrentando a zombis y plantas, el 27 de febrero se lanzará en Xbox 360 y Xbox One -más adelante también en PC- aunque la versión de la nueva consola de Microsoft será la más atractiva, ya que contará con un modo de juego exclusivo, con el que podremos divertirnos junto a un amigo desde la misma consola, a pantalla partida.
Si los modos más importantes y comunes a todas las versiones serán el cooperativo, en el que tendremos que formar un equipo de cuatro plantas y aguantar las sucesivas oleadas de zombis, y el competitivo, que enfrentará a dos equipos de doce jugadores, en este modo exclusivo de Xbox One tendremos que elegir a dos de las cuatro clases de plantas disponibles en una especie de modo horda en el que tenemos que proteger nuestra base.
En el equipo de las plantas nos encontraremos con la Planta Carroñívora, que acaba con los zombis a mordiscos, siendo el personaje más fuerte y con mayor vitalidad. Puede disparar una sustancia morada viscosa que ralentiza el avance enemigo, y puede meterse debajo de la tierra y emerger a la superficie para comerse a un zombi de un bocado, además de ser capaz de poner unas trampas en forma de enredaderas, que atrapan a los enemigos y los dejan inmovilizados a nuestra merced. También, si sorprendemos a un zombi por la espalda, se lo puede comer de un bocado, por fuerte y grande que sea, aunque dependiendo del tamaño aumenta el tiempo de digestión, lo que nos deja unos valiosos segundos vendidos. El Girasol es el médico de las plantas, y con sus potentes rayos de luz puede curar a sus compañeros, aunque también dejar fritos a los zombis. Lo malo es que mientras usas este poder quedas inmovilizado en el suelo, por lo que si te despistas te puedes ver rodeado de un montón de zombis. También puede curar a los compañeros mientras dispara, aunque curiosamente no puede curarse así mismo.
El Lanzaguisantes es la unidad estándar, la más equilibrada, que como su nombre indica utiliza un cañón para disparar guisantes. Puede colocar una especie de chiles explosivos, que atraen a los enemigos y explotan pasados unos segundos, además de colocarse un casco de batalla y ponerse a disparar en forma de mortífera torreta, como si fuera una Gatling. Y por último el Cactus, el francotirador del grupo, que dispara sus pinchos a toda velocidad a largas distancias, coloca minas y barreras, además de desplegar un dron de combate extremadamente útil, una cebolla voladora que controlamos directamente y con la que podemos disparar desde el aire y llegar rápidamente a sitios lejanos del escenario.
El objetivo de este modo cooperativo a pantalla partida es proteger nuestra base, un jardín, de sucesivas oleadas de zombis, que van aumentando en número y dificultad, y cada cinco rondas nos visita un enorme y complicado jefe. En los distintos modos de juego, además de subir el nivel de las clases de personajes con los que jugamos, y desbloquear nuevas habilidades, obtenemos monedas, que serán uno de los elementos clave. Estas sirven para comprar sobres de cromos, que nos premian con todo tipo de ventajas y personalizaciones para los personajes. Antes de comenzar la primera ronda, en las macetas vacías, tendremos que colocar algunas plantas en forma de torretas, como en el juego de estrategia original. Estas plantas se consiguen mediante los cromos que compramos con las monedas, y las necesitaremos para durar el mayor número de rondas posibles. Plantas de disparo normal, ametralladoras, que escupen fuego, o girasoles, que sueltan objetos curativos, más que necesarias.
Por tanto, aunque estamos ante un juego de acción, hay un componente estratégico muy interesante a la hora de saber qué plantas colocar en las macetas. Por ejemplo en una zona amplia no vale de nada colocar una planta que escupe fuego, ya que los zombis la podrán esquivar fácilmente, pero cerca de la base, o en espacios cerrados, resultan mortíferas. Los zombis atacan la base, a nosotros y a las macetas, por lo que entre cada oleada habrá que colocar nuevas torretas para defendernos apropiadamente.
Los zombis al principio son pocos y prácticamente inofensivos, pero pronto empiezan a aparecer algunos que portan escudo, unos que van metidos en una letrina y son muy difíciles de derrotar, zombis kamikazes cargados de explosivos que se tiran de cabeza hacia nosotros, y la verdad que no nos podemos quejar de la variedad y simpatía de los enemigos. Para que no estemos siempre atrincherados en la base sin movernos, a veces aparecen unas tumbas en sitios alejados que no dejan de escupir zombis hasta que las destruimos, lo que nos obliga a abandonar nuestra posición. Pero uno de los momentos más interesante de la partida llega con la ronda en la que aparece un jefe final, que se elige por sorteo. Puede ser por ejemplo un enorme yeti que intenta congelarnos, el Zombistein, que dispara impulsos eléctricos, o un zombi discotequero estilo años 70, que es tan gracioso que da pena eliminarle.
En este modo de juego, además de los dos jugadores que cooperan a pantalla partida, puede participar un tercero con el llamado Modo jefe a través de un tablet con la aplicación de SmartGlass. De esta manera tenemos una vista área del mapa y tenemos que ir recogiendo soles tocando la pantalla, con los que podemos comprar diferentes ayudas que lanzamos a las plantas, como vida, estaciones de avistamiento enemigo o ataques aéreos. Este modo también se puede disfrutar sin necesidad de un dispositivo secundario en la misma tele a través de Kinect, aunque no creemos que tenga la misma gracia al hacer desaparecer la acción del televisor.
Para tratarse de un modo a pantalla partida, el juego se mueve impecable y se ve muy bonito, y no se aprecia que haya un bajón gráfico al tener que duplicar la imagen. Evidentemente no se trata de un juego que vaya a demostrar la potencia de Xbox One, pero sí que nos sirve para hacernos una idea lo que se va a poder conseguir en los próximos años con juegos que apuesten por un estilo gráfico de dibujos animados, que tendrán resultados muy cercanos a los de algunas películas de animación realizadas por ordenador. Este juego es un ejemplo perfecto, a lo que ayuda mucho el gran diseño artístico con el que cuenta, un derroche de simpatía.
Acción multijugador para todos los públicos
Especialmente en este modo exclusivo de Xbox One, Plants vs. Zombies: Garden Warfare es un juego perfecto para todos los públicos, para que por ejemplo disfruten unos padres junto a sus hijos desde la misma consola. Entretenido, gracioso, no toda la acción multijugador tiene que ser para mayores de 18 años, y lo nuevo de PopCap Games y Electronic Arts apuesta por ser un producto para todas las edades, sin renunciar por ello a una jugabilidad muy completa. Se lanzará el 27 de febrero en Xbox One y Xbox 360 a un precio reducido de 40,99 € y 30,95 respectivamente, y más adelante también en PC.