Lo estábamos esperando por varios motivos. Uno porque es Forza, y los antecedentes son impecables. Otro es su mudanza a la nueva generación, haciéndolo además en exclusiva, sin medias tintas ni versiones con un par de añadidos. Esos son los principales, aunque tenemos más, como por ejemplo su integración con algunas características especiales del mando, como es la vibración independiente de los gatillos. Pero en fin, que ya lo hemos podido probar para así matar varios pájaros de un tiro, y aunque la demo mostrada no ofrecía muchas opciones, nos ha gustado lo suficiente como para repetir con diferentes coches, vistas y configuraciones.
Para poneros en contexto con lo visto en el stand de Microsoft, ese impresionante McLaren P1 que emergió del suelo durante la conferencia de los de Redmond había sido trasladado al West Hall. Ahí estaba, en una plataforma giratoria para que todos apreciáramos sus formas y materiales.
De fondo, una pantalla gigante donde se contaban las bondades de este nuevo bólido de la compañía británica. Y claro, el juego, que se asomaba tras la maraña de fotógrafos y curiosos en un cockpit que montaba un volante Thrustmaster y cuatro puestos con mando tradicional.
Una vuelta por Praga
La primera toma de contacto la hemos tenido con el volante, mientras una de las chicas de Turn 10 nos explicaba amablemente en qué consistirá Driveatar, un sistema que analizará nuestro pilotaje gracias al poder de la cacareada nube para que la CPU pueda llegar incluso a conducir por nosotros. Mientras escuchábamos esto y algún que otro consejo, en la pantalla se podía apreciar la obsesión del equipo desarrollador por representar los mejores modelados que se han visto nunca. La atención al detalle llegaba a cotas obsesivas, donde hasta la más mínima marca en una llanta hacía acto de presencia.
Después de una pantalla de carga eterna pudimos elegir vehículo. Hemos probado en total 3: obviamente el McLaren P1, un Ferrari F12 Berlinetta y el absurdo (por estética y prestaciones) Pagani Huayra. Hemos acabado echando de menos coches algo más "normales" dentro del catálogo de la demo, pero claro, se trataba de Forza 5 y Xbox One, no podíamos esperar una selección menos ostentosa.
Esta demo solo nos dejaba correr una vuelta al circuito de Praga, en la República Checa. Eso sí, al menos existía la opción de cambiar la dificultad, que como en todo juego de coches se basaba en desactivar ayudas, como el ABS o el control de tracción, y aumentar el grado de realismo de los daños. Nosotros, después de haberle dedicado varias horas a Gran Turismo 6, optamos por quitar todas las ayudas salvo el ABS.
Ya en carrera, lo que primero llama la atención es su aspecto técnico. Forza 5 luce genial, muy "next gen". En este E3 ha habido bastante irregularidad en cuanto a los juegos de las nuevas consolas, pero en este caso en concreto no hay ningún tipo de duda. Visualmente es impecable, y todos y cada uno de los elementos que le dan forma (iluminación, modelados, texturas…) están a un nivel muy alto. Tiene de hecho algunos detalles que nos han dejado boquiabiertos, como el reflejo del salpicadero en el cristal y el sol incidiendo de frente, consiguiendo un efecto cegador muy realista.
Manejo muy equilibrado
Si hay algo que no nos ha gustado a bote pronto es el poco agarre de los coches. Lo hemos achacado al asfalto, que al ser un circuito urbano no mantenía una calidad constante. Por lo demás, en el cockpit destacaríamos la calidad del volante y de los pedales, ambos exquisitos.
Donde queremos hacer una parada es en el mando. Forza 5 usa una característica única del nuevo mando de Xbox One, que es la de la vibración independiente de los gatillos, y desde luego funciona muy bien. Cuando aceleramos, notaremos una vibración que va oscilando en ritmo e intensidad. Al dar pequeños toques en las curvas, para no perder tracción manteniendo una buena velocidad, se notaba cada bramido del coche en nuestro índice de la mano derecha. Es una sensación que hay que probar para entenderla. Con el freno tres cuartos de lo mismo, aunque en este caso de manera más brusca. Por así decirlo, es como cuando conduces un coche automático por primera vez y tiendes a pisar el freno con el pie izquierdo, intentando encontrar el embrague. Aquí pasa algo similar, salvando las distancias. Al frenar con el índice izquierdo notábamos sacudidas si no éramos sutiles, llegando a saber por el tacto dónde estaba el límite.
El circuito en este caso no dejaba indiferente. Praga es una ciudad muy bonita, y eso en Turn 10 lo saben muy bien, por lo que se ha elegido una ruta ideal para que incluso el espectador disfrute de la vuelta. A un buen ritmo apenas duraba un par de minutos, pero contenía todo tipo de curvas, con algunas donde poder lucirse derrapando y otras tan cerradas que obligaban a trazarlas en primera.
Uno de los grandes de cara al lanzamiento de Xbox One
No hemos podido sacar muchas más conclusiones porque como os decimos, además de ser una versión temprana, ni siquiera corríamos contra rivales, por lo que nos ha sido imposible analizar algo esencial como la inteligencia artificial. De todas maneras, Forza 5 nos ha dejado la sensación de apostar por una acertada mezcla entre el arcade y la simulación, más cerca de esto último. Cada coche con el que hemos corrido ofrecía un comportamiento diferente, y otra cosa que nos ha llamado mucho la atención para bien es que hasta el más mínimo roce se veía reflejado en la carrocería, lo que intuye un sistema de daños muy cuidado, apoyándose en la tecnología de las nuevas consolas.
Noviembre será el mes en el que disfrutaremos de la versión final, pero hasta entonces, seguramente os podamos ofrecer más impresiones en eventos como la Gamescom de Colonia. La demo ha sido un aperitivo muy escaso, pero aun así, su aspecto técnico y jugable están a un nivel tan alto que desde ya lo colocamos entre nuestros juegos más esperados del año.