El EA Showcase de Londres dejó muy buen sabor de boca para mucha gente y presentó títulos que pudimos ver solo parcialmente ya que están aun en desarrollo o en sus fases finales de producción. El caso que nos ocupa es otro de aquellos que se esperan con ganas por parte de los jugadores, ya que representan una novedad en su género y realmente puede entrar con mucha fuerza en el mercado. Hace poco tiempo el que suscribe este artículo comentaba la proliferación de juegos sobre la Segunda Guerra Mundial en todas las tipologías y la incidencia que estos tienen en el mercado.
En el avance que veremos hoy, la temática también se centra en este conflicto que azotó Europa durante la segunda mitad del siglo XX pero en este caso no encarnaremos a un soldado común ni a un general para gestionar a un ejército sino que el protagonista será, como reza el título del juego, un saboteador... un miembro de la resistencia aliada que se moverá a lo largo del territorio para provocar el caos en las filas enemigas. Como siempre, los nazis tendrán las de perder en un juego que promete mucho y que seguramente va a gustar a los amantes del género.
Una presentación cuidada para un título muy trabajado
Presentado en el The Ark de Londres durante el último Showcase, todo el halo que rodeaba a este juego era un misterio. Desde su presentación, realizada por uno de los máximos responsables del proyecto, Tom French, el juego empezó a tomar un cáliz especial gozando de las primeras pistas sobre el personaje y los caracteres en los que Pandemic se ha fijado para configurar a nuestro héroe, Sean Devlin, un piloto de carreras irlandés que vivirá la difícil misión de infiltrarse en la Francia ocupada de los años de guerra sin ser descubierto llegando a desbaratar los planes para el avance nazi a lo largo de Europa.
Un trasfondo de venganza lleva a Devlin a incorporarse de lleno en la vida parisina de los años cuarenta e infiltrarse tanto en París como en diferentes pueblos de la campiña francesa. Lo poco que pudimos ver en la primera presentación contrastó con el tiempo que el mismo French dedicó a la prensa en petit comité para enseñarnos las interioridades de un título del que los primeros gameplays y videos que habíamos visto mostraba un entorno cuidado y una historia que, pese a conocer poco, presenta los rasgos típicos de los Mc Quinn y compañía, tipos duros que se mueven por venganza con una historia de amor como trasfondo. En este caso, French no se quiso pronunciar demasiado pero el silencio, como muchas veces, otorgó la verdad, habrá historia de amor entre el protagonista y alguna joven que aun desconocemos.
La presentación de la pequeña sala donde Vandal Online pudo ver el juego estaba caracterizada para la ocasión como un almacén de la época. Varias cajas que se usaban como asiento y una gran bandera francesa invitaban a los asistentes a vivir una hora de emociones con este juego que, en algunas ocasiones, parecía una auténtica película de la época.
El trabajo de Pandemic se vio claramente en las primeras imágenes no cinemáticas que pudimos ver. Un entorno cuidado hasta el mínimo detalle casaba perfectamente con un protagonista muy elaborado con la típica boina de la época y como mandan los cánones de los hombres rudos, con un pitillo encendido en la boca la mayoría del tiempo en el que transcurre la acción. Pero la elaboración no se queda solo en los personajes principales y en los diferentes entornos más cercanos sino que se eleva al máximo exponente caracterizando un París ocupado que podríamos calificar de espectacular. Las callejuelas de la capital francesa están igual de cuidadas que la imponente torre Eiffel o los diferentes puestos de mando de los nazis así como los diferentes soldados que nuestro protagonista se encontrará en su camino a los que según el mismo French, se ha querido dotar de una autonomía para evitar la robotización, un hecho que todos hemos podido vivir alguna vez jugando a este tipo de títulos. La postura de los soldados mientras montan guardia ya prevé un cambio sustancial en su inteligencia artificial y la forma de moverse cuando finalmente descubren nuestra presencia lo termina de corroborar, tanto inteligencia artificial como movimientos se han trabajado de forma especial para tener todo atado y bien atado antes de su presentación aunque seguramente tendremos noticias con la llegada del próximo E3.
Como decimos, no solo los entornos y el protagonista están excelentemente trabajados sino los coches, que tomarán una importancia especial en toda la aventura, también se llevarán sus ovaciones tanto por los acabados como por el modelado general de cada uno, desde el flamante vehículo del protagonista en un azul chillón precioso a los diferentes camiones y motos nazis de la época pasando por aquellos que utilizaremos para escapar de las situaciones más insólitas entre el color y el blanco y negro…
La paleta de colores... un arma indispensable
La frase sorprenderá a aquellos que sea la primera vez que oyen hablar de Saboteur, sensación que tendrán la mayoría de jugadores cuando vean como Pandemic ha solucionado magistralmente el sistema de señalización de las zonas ocupadas y las liberadas…Mientras Devin se mueva por las primeras, la pantalla tomará los colores blanco y negro solo salpicadas por el rojo de la sangre en caso de recibir ataques del enemigo. En cambio, la liberación de la zona en cuestión se captará por la vuelta del colorido normal a la escena. Un colorido que nos devolverá esa sensación de realismo que el juego imprime en todo momento. Mientras el blanco y negro le da un toque antiguo muy bien resuelto para la ocasión, el color vivo nos devolverá a un París mucho más alegre, el de la liberación.
Los tiempos de ejecución, marcados por estos colores determinarán que parte de la acción debemos desempeñar y serán un marcador inigualable en el desarrollo de cada misión. Nuestra actuación determinará el grado de alarma para el enemigo, es decir, si realizamos la infiltración de modo sigiloso, las alarmas seguirán durmiendo y dependerá de cómo acabemos con los soldados – el sonido de las armas acabará por levantarnos la tapadera totalmente – para ver el desarrollo de la misión. Mientras el sigilo nos deja ver un juego apacible de bellos colores y trabajado, el ruido de las alarmas despertará un infierno de balas y persecuciones de las que el protagonista tendrá que escapar mediante las habilidades y libertad de movimientos de las que dispondrá a lo largo del juego.
Los movimientos son casi infinitos y según el mismo desarrollador – que hablaba a la vez que movía el jugador a través de los escenarios – se ha intentado dotar al jugador de una libertad absoluta para resaltar el realismo. En pro de la verdad debemos asegurar que lo que dice es totalmente cierto y los movimientos junto al entorno y el apartado sonoro completan un juego que gustó y mucho pese a no estar ni acabado.
Ya en la presentación pudimos ver las interioridades de los míticos locales parisinos y las voluptuosas siluetas de bellas señoritas que tomarán un perfil muy especial en la vida de Devin, que como buen hombre duro también tiene sus puntos débiles que destacar. Las imágenes prometen y la historia también, así que a tenor de lo visto los escenarios interiores y las situaciones en las que se vea envuelto el personaje principal a lo largo de los diferentes escenarios de buen seguro van a seguir la estela de lo que pudimos ver.
Unos toques de juego para escenificar la acción
Las diferentes pantallas a las que tuvimos acceso fueron de lo más descriptivas para ver el grado de calidad del juego. Pudimos ver al personaje en un edificio de donde debía escapar hacia la ciudad. Los movimientos de sigilo presagiaban un título bueno hasta que este se volvió más bueno aún después del primer disparo. Una serie de alarmas llevaron al jugador a entrar en una espiral de violencia entre los soldados digna de los mejores films de la Segunda Gran Guerra. Trepando a través de tejados y escaleras pudimos ver lo que será la tónica general de todo el título, las espectaculares vistas de la ciudad desde los tejados de las casa serán el hábitat natural de Devin.
La acción sigue hasta el escape de la base nazi de donde saldremos pitando conduciendo un "bólido" de la época, un coche medio destartalado con el que veremos el impacto del entorno en el juego. Un camino rural entre casas, bosques y granjas del que disfrutaremos mientras apartamos a las diferentes unidades de alemanes que pretenden detenernos, una sensación de velocidad también muy trabajada a lomos de todos los vehículos que encontraremos.
En otras fases podremos, después de trepar por todos los tejados de París, admirar la odisea de metralletas y dirigibles que pueblan la ciudad del Sena, en muchas ocasiones buscándonos después de evitar sin éxito un control o si despertamos las sospechas de los soldados que patrullan.
La posibilidad de ocultarnos con mil y una tretas para pasar inadvertidos – también usando disfraces – o el que es el objetivo último del juego, sabotear, harán de Saboteur un juego del que nadie quedará insatisfecho, gustará más o menos por su temática, pero lo cuidado y trabajado lo veíamos en un producto que lleva más de tres años en desarrollo. Verdaderamente parece que ha valido mucho la pena, ahora faltará ver como transcurren los hechos y esperar a tener el producto acabado para evaluarlo con todas las posibilidades de la historia a nuestra disposición.