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Fecha de lanzamiento:
X360, PS3, PC:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Eidos Montreal
Producción: Square Enix
Distribución: Koch Media
Precio: 59,99 €
Jugadores: 1
Formato: DVD
Textos: Español
Voces: Español
Online: No
ANÁLISIS

Impresiones Deus Ex: Human Revolution

Nos sumergimos en los bajos fondos de Detroit para comprobar cómo la saga Deus Ex revive siendo fiel a sus orígenes.
Versiones Xbox 360, PS3, PC. También disponible en PlayStation 3 y Ordenador.

Deus Ex: Human Evolution resucitará este mes de agosto en PlayStation 3, Xbox 360 y PC precedido de una gran expectación por parte de los fans de esta saga creada por Warren Spector en el 2000, aunque ya desvinculada del diseñador tejano. Eidos Montreal y Square Enix son las encargadas del renacer de Deus Ex, con una precuela que se ambienta 25 años antes que el original, en los albores de la revolución que traen los implantes cibernéticos. Hemos podido jugar a una versión casi completa del juego durante varias horas, comprobando la calidad del doblaje al castellano, entre otras cosas, y cómo de fiel al original es este renacimiento de la saga. Lo que hemos visto nos ha entusiasmado.

Anteriormente, pudimos probar la primera misión del juego y comprobar la variedad de opciones que nos otorga Human Revolution para decidir cómo resolver cada situación, así como el sistema de interacción con los personajes, que hace que la historia vaya hacia uno u otro camino dependiendo de las decisiones que tomemos o, mejor dicho, de sus consecuencias.

Esta vez hemos podido probar el juego en sí, disfrutando de su introducción y gozando de libertad para jugarlo durante varias horas y comprobar lo que puede dar de sí.

Eidos Montreal hace un gran trabajo a la hora de introducirnos en el mundo de Deus Ex. Estamos en el 2027, unos años antes de los acontecimientos de anteriores juegos, cuando los bioimplantes comienzan a ser algo común entre las personas, si bien todavía son consideradas bichos raros por aquellos humanos no "aumentados". Nuestro protagonista, Adam Jensen, es el jefe de seguridad de Sarif Industries, una de las compañías punteras en esta tecnología, dirigida por el carismático David Sarif, nuestro jefe directo, con el que estaremos en contacto durante toda la aventura.

El problema es que el negocio de los implantes tiene muchas facetas turbias, especialmente en un mundo futurista que parece haber mejorado tecnológicamente pero donde abunda la miseria y la delincuencia, especialmente en una ciudad tan icónicamente problemática como Detroit. Sarif tiene muchos enemigos, desde empresas rivales que compiten de forma no siempre limpia, hasta grupos de protesta fanáticos que están contra esta tecnología al considerarla contra-natura. Y, por supuesto, el peligro latente de una conspiración urdida por enemigos desconocidos.

Sin ánimo de desvelar más sobre la historia, Eidos Montreal consigue sumergirnos rápidamente en ella. Los primeros acontecimientos de juego transcurren poco a poco, familiarizándonos con la historia mientras caminamos lentamente viendo el interior de Sarif Industries. La escena en la que nuestro personaje recibe sus aumentos es propia de una serie de televisión o de una película de superhéroes, y las primeras misiones nos ayudan a familiarizarnos con las posibilidades del juego, siendo más lineales que el resto, lo que ayuda una vez nos "suelten" por Detroit con libertad de movimiento.

La ciudad de Detroit está a nuestra disposición, pero que nadie se espere un mundo abierto del tamaño de un Grand Theft Auto o similares. Ciertamente tenemos un "mundo de juego" que une las principales zonas donde interactuaremos, desde Sarif Industries hasta la Comisaría de Policía, pasando por el apartamento de nuestro protagonista, pero esta ciudad es un mapa más del juego, con sus ramificaciones y recovecos, y no un mundo abierto tal y como se entiende hoy en día. Tampoco parece ser el objetivo del juego, ni resulta necesario para ello. Este mapa laberíntico tiene las suficientes zonas secretas como para cumplir su función a la perfección, hacer de puente entre las diferentes historias y subhistorias, y permitir a nuestro personaje descubrir algunos secretos más de la historia del juego.

Deus Ex iba sobre libertad de acción, y Human Revolution revive la saga con ese espíritu. Hay multitud de caminos para llegar al mismo punto, y todos valen. Algunos requieren que usemos habilidades que quizás no tengamos, mientras que otros son simplemente secretos, y nos darán una recompensa extra de experiencia. Dependiendo de cómo desarrollemos a nuestro personaje, tendremos mayor facilidad para unas u otras cosas. Podemos desarrollar las habilidades de pirateo de Jensen y así poder abrir cualquier puerta que se nos resista. También podremos desarrollar sus habilidades físicas, lograr que salte más lejos, que aguante mejor las caídas e incluso que pueda romper paredes frágiles para pasar de edificio en edificio. La elección es una cuestión del jugador, y también de cómo haya desarrollado su personaje y la cantidad de experiencia que sea capaz de ganar para lograr más "pragma", los puntos de experiencia que gastaremos para mejorar nuestras habilidades.

Comenzamos con algunas mejoras básicas, pero podremos ir mejorándolas y adquiriendo otras, una decisión que requerirá de cierta meditación por parte del jugador. Intentar ser bastante bueno en todo es válido, pero tal y como se ha diseñado el juego es frecuente que, si intentamos optar por la vía acrobática, nos falte ese plus, si intentamos la vía pirata, seamos incapaces por un poco de lograr abrir ese sistema. Siempre queda la opción de los conductos de ventilación, un clásico en la saga, pero lo más probable es que tengamos que recurrir al método que menos experiencia y sensación de satisfacción personal da, pero que siempre está disponible en las misiones principales del juego: la fuerza bruta.

El sistema de combate de Deus Ex es peculiar. Combina la acción en primera persona con un sistema de coberturas que recuerda a Gears of War y que se remonta a Metal Gear Solid y Head Hunter, pudiendo cubrirnos manteniendo pulsado el botón L1/LB, movernos por diferentes coberturas, rodando, pulsando X, y disparando tanto a ciegas como apuntando. Hay un detalle curioso, que es que si inclinamos mucho el joystick, no solo nos asomaremos sino que nos inclinaremos hacia delante desde la cobertura, algo útil para disparar a enemigos que estén en posiciones difíciles de alcanzar. Este sistema de cobertura se combina con las dinámicas de un juego de acción en persona, pudiendo apuntar tanto normal como con precisión, pero el juego tiene un detalle especial... es muy fácil matar, y también es muy fácil morir.

Generalmente mataremos a los enemigos con dos disparos, con tres si es a las extremidades, o con uno si es a la cabeza o a un punto vital, pero nuestro personaje también es, en principio, tremendamente frágil a los disparos enemigos, y estos además suelen ser certeros incluso cuando nos disparan desde lejos. Podremos recuperar vida si nos mantenemos a cubierto un rato, como dictan los cánones actuales de la acción en primera persona, pero lo haremos lentamente, tras unos segundos de espera, y no de golpe tras un breve lapso como suele ocurrir en otros títulos.

Esto no hace los asaltos directos imposibles, pero sí complicados y con un alto riesgo de morir y tener que comenzar de nuevo. Hacer frente a pecho descubierto a dos enemigos al mismo tiempo es peligroso, especialmente si están cerca. Además, otro detalle es que la munición del juego es especialmente escasa. Cuando un enemigo suelte su arma tendremos que cogerla a propósito, apuntándola y dándole al botón, y pocas veces nos reportará más de una o dos balas de beneficio. Registrar a los enemigos tampoco nos hará ni ricos ni más peligrosos. Quizás 100 o 200 créditos, quizás tres o cuatro balas... pero la munición es un bien preciado en Deus Ex: Human Revolution.

La libertad a la hora de llegar a un lugar o resolver una situación se complementa con el sistema de conversaciones del juego, uno de sus puntos más destacados. Tanto en los diálogos con los personajes amigos o afines como en aquéllos más cruciales, contra enemigos o similares, se nos darán varias opciones que seleccionar, indicadas con una palabra (humillar, aceptar, intimidar, rogar, etc...) y resumidas con una frase. Las opciones que elijamos definirán nuestras relaciones con los personajes cercanos, mientras que en el caso de enemigos puede depararnos algunas sorpresas: hacer amigos inesperados, dejar vivas a personas que luego nos volveremos a encontrar, y una serie de consecuencias que se irán relacionando entre sí y haciendo que el juego tome uno u otros derroteros. Podemos conseguir un aumento que nos dé pistas sobre cómo van a reaccionar las personas, para así poder manipularlas según nuestros fines, pero la sensación de satisfacción que te da el poder conseguir vía libre por una zona enemiga, por "comerle la oreja" con habilidad al mandamás, no tiene precio.

Deus Ex luce muy bien a nivel visual. Aunque no puede decirse que a nivel técnico vaya a ser el mejor juego del año, ya que al motor del juego a veces le cuesta moverlo -no es el Unreal Engine 3, sino el del último Tomb Raider-, es el diseño artístico lo que hace que brille. Por supuesto, el referente claro al que se parece es Blade Runner, con una estética futurista pero también decadente, mostrándonos tecnología punta pero también suciedad y sordidez en las calles de la deprimida Detroit.

Los interiores varían, pareciendo Sarif Industries una tienda de Ikea y recordando un poquito a Mirror’s Edge, mientras que otros lugares son más sucios y cargados. Aparte de intentar mostrar el "renacimiento cibernético", como lo han bautizado los creadores del juego, hay también un enorme contraste entre aquellos lugares oficiales o ricos, pulcros y elegantes, y la sordidez de los bajos fondos de Detroid o lugares más corruptos que tendremos que explorar. Las secuencias cinemáticas intercalan las grabadas en vídeo, de gran calidad, con las generadas por el motor gráfico del juego. Solo algunos rostros de personajes secundarios o genéricos desentonan.

El sonido cuenta con una banda sonora que cambia dinámicamente según nos encontremos en situaciones de peligro o no, y que generalmente ambienta bien tanto las secuencias cinemáticas como los momentos más importantes del juego. Lo que destaca sobremanera es el doblaje al castellano, de gran calidad, acompañado por subtítulos también en la lengua de Cervantes. Todo el juego está completamente en español, y la cantidad de diálogos es abrumadora, no solo en las misiones y secuencias cinemáticas, sino con todo tipo de personajes que nos iremos encontrando. Probablemente uno de los trabajos de localización al castellano más grandes que se hayan realizado.

La versión que hemos podido probar estaba muy avanzada, aunque si en algo deben poner empeño los desarrolladores del juego en estos meses de tiempo que les quedan es en la optimización. De vez en cuando veíamos algún fallo aquí y allá -subtítulos que aparecían demasiado pronto, o que se quedaban pegados a la parte inferior de la pantalla-, pero hace falta que optimicen más el motor gráfico -a veces le cuesta bastante mover el juego-, y que le den un repaso al mundo del juego para suavizar ciertas partes "plataformeras" un tanto frustrantes y otros errores como la inteligencia artificial de los enemigos en ciertas situaciones. No habrá modo multijugador, pero la historia ofrece varias horas de duración, y la naturaleza abierta del juego hace que muchas cosas cambien dependiendo de nuestras decisiones y nuestra habilidad. Hay, de hecho, varios finales diferentes.

Deus Ex: Human Revolution está prácticamente terminado, pero no saldrá hasta el mes de agosto, iniciando la temporada de lanzamientos de otoño como ya hicieron Kane & Lynch el año pasado y Batman: Arkham Asylum en 2009, todos ellos de Square Enix / Eidos. Nos ha transmitido las mismas impresiones que en ocasiones anteriores: uno de los mejores juegos del año y un soplo de aire fresco que será muy bienvenido.

Recuerda en gran parte a Deus Ex, al primero, tanto por la forma de jugar como por las posibilidades, pero obviamente actualiza muchas de sus mecánicas, incluye novedades jugables como la cobertura, y vuelve a ser un juego tremendamente denso, con muchísimas cosas que hacer y formas diferentes de hacerlas, lo que contrasta con la simplicidad del resto de propuestas en primera persona. Los fans de la saga estarán muy contentos, y aquellos que disfrutan con juegos diferentes también. Esperemos que corra mucha mejor suerte en las ventas que sus antecesores, que también la merecían. Ojalá sea así y tengamos una dosis de Deus Ex cada dos o tres años.

Director y fundador