Ahora que la actual generación de consolas está llegando a su fin, con sus sucesoras a la vuelta de la esquina, todo los jugones echamos la vista atrás y recordamos algunos de los mejores de los últimos años. Y entre los juegos más memorables para todos siempre está BioShock y esos primeros pasos en la ciudad sumergida de Rapture, un lugar carismático e inolvidable que se ha grabado a fuego en la memoria de miles de jugadores.
Por esto todos nos alegramos tanto al saber que el primer contenido descargable con desarrollo argumental para BioShock Infinite se iba a desarrollar en Rapture, un lugar al que siempre nos es grato volver, después de nuestra épica aventura en la ciudad aérea de Columbia. Un juego tan cuidado como este debía tener contenidos descargable a su altura, y ese es el caso de Panteón Marino Episodio 1, la primera parte de una interesante aventura dividida en dos partes.
Nos vamos a destriparos ni un solo detalle de la historia de este contenido o del propio BioShock Infinite, que como sabéis tuvo un final de los que marcan época, y que ha dado para multitud debates. Los universos paralelos dan para mucho, y este elemento clave en el argumento de Infinite es utilizado en este contenido descargable para llevarnos de vuelta a Rapture, con una Elizabeth más adulta y segura de sí misma de lo habitual, convertida en toda una femme fatale, y con el detective Booker en un rol exactamente igual a como lo conocíamos, un tipo duro derrotado por el alcohol y las deudas de juego, que se verá obligado a buscar a una niña desaparecida.
El comienzo de este DLC es similar al del propio Infinite, en el que nos tirábamos un buen rato sin pegar un tiro. Irrational Games quiere que disfrutemos de nuestra vuelta a Rapture, y nos permiten explorar con tranquilidad, admirar la belleza de las localizaciones, encontrar grabaciones, escuchar conversaciones ajenas, y en definitiva descubrir cómo era esta peculiar ciudad sumergida antes de que estallara su cruenta guerra civil. Desde el minuto uno deberemos estar atentos a los detalles, que nos dan numerosas pero sutiles pistas de cómo conecta esta historia con la del propio BioShock Infinite, ya que no estamos ante un relato aislado, y este Panteón Marino no hace más que echar nuevas piezas al complejo puzle que nos plantearon hace unos meses.
Tras un arranque lento y pausado en el que nos permiten explorar a nuestro antojo, comienza la acción, en uno de los primeros lugares de Rapture que se empieza a hacer pedazos. Los vigores vuelven a ser llamados plásmidos, comenzando con Beso del diablo y Posesión, aunque pronto encontraremos más, necesarios para avanzar, como Jinete eléctrico y Anciano invernal, que sirve para congelar tanto a los enemigos como a grandes cantidades de agua, creando puentes que nos permiten avanzar.
Si BioShock Infinite fue tachado de un shooter un tanto frenético y alocado, nos ha sorprendido el planteamiento de este DLC, en el que nos hemos quedado numerosas veces sin balas y EVE para usar los plásmidos, teniendo que tirar de ataques cuerpo a cuerpo y utilizando en más de una ocasión el sigilo para sorprender a los enemigos por la espalda. Cuando nos veamos las caras con un grupo más o menos numeroso de splitters, cuatro o cinco, las pasaremos canutas, un cambio en el planteamiento jugable que se agradece, y que le da personalidad a este DLC.
El dinero también escasea, y aunque hay máquinas para comprar munición, salud y mejorar los plásmidos y las armas, iremos siempre muy justos de monedas. Hay multitud de caminos y secretos por descubrir, no estamos para nada ante un desarrollo lineal, y las ganzúas volverán a ser importantes para abrir nuevos caminos, aunque estas escasean y tendremos que utilizarlas con mucha cabeza. Otros elementos de Infinite vuelven, como el gancho aéreo y algunos carriles para movernos a toda velocidad, o la posibilidad de que Elizabeth abra desgarros dimensionales proporcionándonos diferentes tipos de ayudas, con una nueva y muy curiosa como la de que un samurái luche a nuestro lado.
Sin querer desvelar demasiado ni reventar sorpresas, todo lo que podéis esperar de Rapture está de vuelta, y si sois fans de las dos primeras entregas de la saga vais a disfrutar un montón este contenido, descubriendo una nueva cara de la ciudad, y conociendo nuevos detalles de sus personajes. El apartado artístico sigue siendo tan deslumbrante como de costumbre, no se reciclan escenarios de los anteriores BioShock, todo está hecho de cero, y es un placer descubrir y admirar cada rincón de Rapture. El apartado sonora vuelve a ser sobresaliente, aunque hay que aclarar que las voces de este contenido descargable llegarán en inglés, con subtítulos en castellano, al contrario que el resto de entregas de la saga que han llegado perfectamente dobladas. Una decisión que al parecer viene propiciada por problemas de tiempo.
De vuelta a casa
Siempre es un placer volver a Rapture, y más si no estamos ante una historia caprichosa o aislada, ya que como el argumento del propio BioShock Infinite, vuelve a estar muy trabajada. Un DLC que añade más piezas si cabe a un rompecabezas que ya era de por sí complejo, y que jugablemente propone algo ligeramente diferente, con un incremento en la dificultad, propiciado por una gran escasez de recursos. Con una fecha todavía no anunciada, que se dará a conocer muy pronto, aunque saldrá seguro antes de que acabe el año, podremos hacernos con este DLC de 3 horas de duración por 14,99 euros, que tenemos que recordar es la primera parte un segundo episodio que llegará antes de marzo de 2014. Si os interesa su propuesta, recordaros que el Pase de temporada por 19,99 euros da acceso a tres contenidos, los episodios 1 y 2 de Panteón Marino y al ya lanzado Clash in the Clouds, por lo que sale mucho más a cuenta que hacerse con los DLC por separado.