Cada vez queda menos para que salga este esperado título que lleva ya mucho tiempo rondando por allí. De Obsidian , creadores de juegos como KOTOR o Never Winter Nigths, nos llega este Alpha Protocol, un título que promete llevar los juegos de espionaje a un nuevo nivel. Hemos tenido la oportunidad de jugar el comienzo del juego y os traemos nuestras primeras impresiones.
El juego nos pone en la piel de Michael Thorton, un nuevo agente de una organización secreta cuyo pasado estará en nuestras manos. Y es que al comienzo del juego se nos darán cuatro perfiles diferentes para nuestros personajes, cada uno enfocado a una forma de juego. Así, podremos elegir llevar un experto en tecnología, un agente con gran experiencia en el sigilo y el espionaje, otro que irá mucho más enfocado a la acción o un último que tendrá un equilibrio en los anteriores.
Cada uno de estos perfiles tendrá su pequeño trasfondo e historia, aunque suponemos que no servirá de más que para ponernos en situación. Una vez elijamos como será nuestro héroe veremos las habilidades iniciales (que dependerán del tipo de personaje) y se nos dará la posibilidad de modificarlas. A partir de ese momento, comienza el juego.
Un comienzo poco relajado
Nuestra primera toma de contacto con el juego no nos permitirá ponernos cómodos, pues empezaremos en una camilla de una enfermería, medio drogados y con una chica extraña dándonos instrucciones a través de un aparato. Esta primera parte, en la que deberemos escapar evitando a los guardias (o acabando con ellos) hará las veces de tutorial en el que se nos enseñará el sistema de combate (tanto cuerpo a cuerpo como con armas de fuego) y otras habilidades, como la posibilidad de piratear terminales, romper cerraduras o desactivar alarmas. Debemos decir que la mayoría de estas pruebas, que no dejan de ser minijuegos, están bastante bien planteadas y tendrán su pequeña dificultad (nada que nos impida avanzar, pero quizás nos cueste pillarle el truco al principio).
Una vez logremos llegar a un punto determinado, se nos contará que hacemos en las instalaciones y se nos abrirá la posibilidad de acceder a zonas de entrenamiento en las que aprenderemos las técnicas del sigilo, el manejo de distintos tipos de armas y el uso de bombas y granadas. Estos entrenamientos son opcionales, aunque será interesante realizarlos, ya que además de darnos una puntuación que puede afectar en nuestra relación con otros personajes, nos servirá para entablar conversación con nuestros compañeros de la agencia y así conocerles mejor.
Y es que parece que la relación que tengamos con nuestros compañeros será importante. A la hora de dar una respuesta, tendremos un tiempo limitado para elegir opción, y si no nos decidimos, el juego lo hará por nosotros. De vez en cuando, cuando demos según que contestaciones, veremos como ganamos o perdemos puntos con nuestro interlocutor, algo que promete afectar bastante según avancemos en el juego. Una vez pasado este punto, nuestro jefe en la agencia nos dará detalles acerca de nuestra próxima misión, encontrar al responsable de la destrucción de un avión de pasajeros y se nos llevará a nuestro primer destino: Siria.
Aquí, al igual que en otras ciudades que visitaremos más adelante, dispondremos de un piso franco que hará las veces de base de operaciones. En él podremos comunicarnos con nuestro equipo, ver la tele, comprar armas a vendedores del mercado negro o cambiar el aspecto del personaje. Al comienzo del juego nos encontramos con que en Siria dispondremos de tres misiones diferentes para buscar información y poder avanzar en las que se nos pedirá infiltrarnos en distintas localizaciones para buscar a una persona o colocar micrófonos, por ejemplo.
Algo realmente interesante del juego es que podremos jugar como nos plazca, aunque lo recomendable sea actuar con sigilo e ir eliminando a nuestros enemigos sin ser vistos. Aún así, si preferimos ir con la potencia de las armas por delante, nada nos lo impedirá, y al menos en lo que jugamos nosotros (el comienzo del juego) no se nos penalizará en absoluto. También será interesante el conversar con ciertos personajes, ya que si damos las respuestas correctas, podemos ahorrarnos problemas y tiempo, aunque claro, siempre podremos elegir ir con la violencia por delante.
A esto se unen los distintos perfiles de jugador de entre los que podremos elegir al comienzo del juego, lo que promete una gran rejugabilidad. Mientras estamos en una misión, nuestro contacto nos irá dando información, comentándonos nuestro próximo objetivo o informándonos de los cambios que se producen. Sin duda su presencia nos ayudará y hará que no nos sintamos solos, además de ofrecernos información muy útil. Pero no todo será acabar con los enemigos, sino que será vital que neutralicemos alarmas (de lo contrario seguirán saliendo enemigos) o pirateemos ciertos ordenadores, algo que haremos con los minijuegos que comentábamos antes.
El camino lo marcas tú
Un detalle que nos gustó es que aunque en principio se nos presentaban tres misiones para hacer, al concluir la segunda ya teníamos suficiente información, con lo que no tuvimos que hacer la tercera. En ese sentido, el juego da la sensación de ser abierto y responder a nuestras acciones, y no limitarse a ser una experiencia lineal como en otros títulos. Esto es una importante novedad en los juegos de espionaje, que suelen estar muy ceñidos a un guión, por lo que los seguidores del género que sean también amantes de una buena narrativa están de enhorabuena, pues Alpha Protocol promete aunar ambos conceptos de forma brillante, dándonos la sensación de ser nosotros los que dirigimos el argumento.
A la hora de jugar, nos encontramos con un juego de acción en tercera persona similar a lo visto en títulos como Mass Effect. Podremos elegir entre un amplio arsenal de armas y haremos uso de coberturas para no ser alcanzamos por las armas enemigas. El armamento que tendremos tendrá enormes posibilidades de configuración, pudiendo añadir o cambiar mirillas o culatas, entre otras piezas. También podremos modificar la indumentaria de nuestro personaje, que no sólo tendrá repercusiones estéticas, sino que afectarán enormemente a la cantidad de daño que recibiremos o al equipamiento que podremos llevar encima. Para conseguir estas mejoras necesitaremos dinero, algo que encontraremos desperdigado por las distintas misiones (algunas veces a la vista y otras más escondido), por lo que será importante recorrer a fondo los escenarios.
Tras un largo desarrollo, cada vez queda menos para tener Alpha Protocol en nuestras manos. Las primeras horas de juego nos han ofrecido un juego muy sólido y lleno de posibilidades, con una jugabilidad que hace que el juego se adapte a nuestra manera de avanzar, ya sea yendo poco a poco con gran sigilo o acabando con todo lo que se nos ponga por delante. A esto hay que unirle una narrativa muy profunda en la que cualquier respuesta que demos pueda cambiar las cosas y un sistema de misiones que ofrecerá una libertad que no se suele ver en juegos de sigilo. Aún tenemos que jugar a fondo al juego y ver como evoluciona, pero de momento nos quedamos con las ganas de seguir las andanzas del agente Thorton.