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Género/s: Otros
Fecha de lanzamiento:
WiiU:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Nd Cube
Producción: Nintendo
Distribución: Nintendo
Precio: 39,95 €
Jugadores: 1-5
Formato: Wii U Optical Disc
Textos: Español
Voces: No
Online: No
ANÁLISIS

Impresiones Mario Party 10

Ahora también para cinco jugadores (uno de ellos juega como Bowser).
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Actualizado: 21:31 17/8/2020
Versión Wii U.

El GamePad de Wii U ha vivido buenos momentos en los juegos sociales gracias al juego asimétrico. Mario Party, una de las series de Nintendo más divertida para reuniones de amigos y, sobre todo, familiares, parece un juego idóneo para desarrollar esta característica tan peculiar. Aunque mantiene sus características, en esta ocasión Mario Party incorpora una novedad muy atractiva y deseable: jugar como Bowser a un quinto jugador (hasta ahora era para un máximo de cuatro jugadores).

La serie se basa en minijuegos que se pueden jugar de forma independiente o como pruebas que están en las casillas de un tablero similar al del parchís o la Oca. Nos hubiera gustado jugar todo un tablero con esta opción. No hemos podido, pero, al menos, hemos probado cuatro juegos con esta participación de Bowser y otros tantos de minijuegos más tradicionales en la serie.

En este modo nuevo, el jugador que tiene el GamePad juega como Bowser y utiliza tanto la pantalla táctil como los giroscopios. Los otros jugadores controlaban a Mario, Luigi, Wario y Peach.

Como es habitual en la serie, los minijuegos terminan o porque se ha eliminado a todos los personajes o porque ha transcurrido un tiempo determinado (siempre muy breve).

El placer de ser el enemigo de Mario

Bowser´s Fire Bar Fury coloca a los jugadores en un cuadrilátero por el que circulan dos barras de fuego, una vertical y otra lateral. El jugador que ejerce de Bowser coloca el GamePad horizontal y lo va inclinando en la dirección que quiere que se incline el cuadrilátero al objeto de hacer rodar las barras de fuego y atropellar al mayor número de personajes posible. Los otros jugadores, con el Wiimote horizontal, huyen y saltan para no quemarse.

La rueda de Bowser es uno de esos artefactos en los que los hámster corren durante horas sin llegar a ninguna parte. A media altura de la rueda hay dos campos eléctricos que quitan una vida a los personajes que tocan. El jugador que tiene el GamePad desliza el dedo por la pantalla táctil para marcar cuándo se pone en marcha la rueda y en qué dirección gira. Los demás jugadores agitan el Wiimote en posición vertical para que sus personajes corran y lo dejan parado. Así evitan llegar a los campos eléctricos tanto en una dirección como en otra.

En Bowser´s Bad Breath el jugador con el GamePad lo coloca frente a sí y lo va girando para decidir en qué dirección expulsa el gigantesco enemigo bolas de fuego que achicharran a los personajes que atrapan en su camino. Los demás jugadores, con el mando en horizontal, intentan esquivar las bolas.

En el último juego Bowser maneja un pinball gigantesco en el que ruedan dos grandes bolas de pinchos con las que puede machacar a los demás personajes. Estos, para defenderse, únicamente cuentan con su capacidad de huida, esquivando las bolas, y con una pequeña barrera que se va desplazando y les sirve de parapeto.

Como en buena parte de los juegos pensados para reuniones sociales que implican a un enemigo humano, la diversión no está tanto en hacer de malo como en fastidiar a los buenos, ya sea a todos por igual o con inquina a un jugador específico.

Modo de juego más clásico, para cuatro jugadores

En el modo de juego más tradicional, ya para cuatro jugadores sólo, hemos probado otros cuatro juegos. El primero, Fruit Scoot Fury, pone a los jugadores en una serie de 16 plataformas, cuatro por cuatro, y tienen que saltar de una a otra para recoger el máximo de frutas que aparecen de vez en cuando sobre ellas. Gana quien más fruta recoja.

En Cheep Cheep Leap los jugadores están sobre un puente y hacia ellos se dirigen bancos de peces. Gana el jugador que más peces sea capaz de atrapar interponiéndose en su trayectoria.

Beeline Shrive se basa en el juego de la comba. Los cuatro personajes se encuentran en un claro del bosque y les asaltan colmenas enteras que se desplazan en distintas formaciones: realizan círculos que cierran de pronto, rodean a los jugadores o se mueven inusitadamente en cualquier dirección.

Por último uno de los minijuegos más divertidos consiste en tirar bombas a Bebé Piraña. Cada acierto va sumando, pero si Bebé abre la boca puede absorber las bombas que le estén lanzando en ese momento y se la devuelve a quien se la ha lanzado, que recibe un punto negativo.

Redactora