Queremos empezar por daros envidia: ya tenemos el deseado Mario Kart 8. No nos gusta que nos odiéis, así, de manera gratuita, y esto os lo decimos para que sepáis que ya hemos podido jugarlo unas cuantas horas, en comparación con las anteriores impresiones en las que además no pudimos ver algunos contenidos y no nos dejaron contar ciertas cosas. Ahora Mario Kart 8 ya ha puesto todas sus cartas sobre la mesa, y Nintendo nos permite contaros todo lo que contiene este juego tan esperado, que ya os decimos, no va a decepcionar a nadie.
Un juego que es Nintendo en estado puro, para lo bueno, que es muchísimo, y para lo malo, que aunque poco, también lo tiene. Una jugabilidad impecable, simplemente perfecta, una capacidad para engancharte y tenerte pegado al mando inagotable, divertido a rabiar, un apartado gráfico delicioso, gracias a la imagen en alta definición de Wii U, y en definitiva, todo lo que esperábamos un juego como Mario Kart 8.
Por el contrario, y por quitarnos cuanto antes lo malo, un juego demasiado conservador en ciertos aspectos, como sus modos de juego y opciones, donde la saga necesitaba haber arriesgado bastante más, para no parecer que es más y mejor de lo mismo.
La novedad más llamativa de esta entrega, aunque finalmente menos importante de lo que esperábamos, es la antigravedad, la posibilidad de correr por las paredes y hasta boca abajo, algo que se activa cuando pasamos por una franja de color azul, que hace que nuestro vehículo flote y se convierta en antigravitatorio. Aunque visualmente proporciona momentos realmente espectaculares, sobre todo en los nuevos circuitos, como ver todo el escenario boca abajo, a la hora de jugar las cosas no cambian demasiado. Sí hay varios circuitos, no muchos, en los que se aprovecha muy bien, pudiendo correr por las paredes y así evitar el concurrido trazado principal, pero creemos que no se le ha sacado demasiado partido.
Lo que sí que proporciona es un nuevo movimiento, el choque con acelerón. Cuando estamos en modo antigravedad, si chocamos con otro piloto en vez de perder velocidad, ambos rebotan y consiguen un breve acelerón. Esto no solo se produce contra pilotos, también con unos objetos de color azul, que aunque instintivamente esquivaremos las primeras veces, acabaremos descubriendo que si los tocamos nos impulsan. Una característica nueva que curiosamente aprovechan muy bien algunos de los circuitos clásicos, como Autopista Toad de N64, pudiendo esquivar el tráfico por las paredes.
A esto se le suman todos los elementos nuevos que vimos en Mario Kart 7 de Nintendo 3DS, que se estrenan en esta entrega de sobremesa, como correr debajo del agua, planear por el aire y la personalización de los vehículos. Antes de las carreras además del piloto, que están divididos en peso ligero, medio y pesado, tenemos que diseñar nuestro "kart", eligiendo el tipo de vehículo, las ruedas y la clase de objeto planeador –paracaídas, parapente, ala delta-. Dependiendo del personaje y las piezas que hayamos escogido, varía la velocidad, la aceleración, el peso, el manejo y el agarre de nuestro vehículo. Todos estos elementos se van desbloqueando poco a poco, a medida que conseguimos monedas en las carreras: 50, 150, 300, etcétera. También vuelven las motos de la entrega de Wii, y a estas se le suman un nuevo tipo de vehículo, los quad.
Tenemos 30 personajes para elegir, contando entre ellos la posibilidad de jugar con un Mii, y a los clásicos Mario, Luigi, Peach, Toad, Yoshi, Bowser, Donkey Kong, etcétera, se le suman algunos nuevos como los siete Koopalings: Wendy, Lemmy, Larry, Ludwig, Iggy, Roy y Morton, Bebé Estela y Peach de oro rosa, personaje absurdo donde los haya. Tenemos 32 circuitos como es tradición, 16 nuevos y 16 recuperados de anteriores entregas, repartidos en ocho copas, y si queréis conocer el listado completo, lo podéis consultar aquí.
Decir sobre los circuitos que algunos de los nuevos son francamente espectaculares, y que se abandonan esas enormes autopistas de la entrega de Wii, ahora los trazados son muchos más complejos y técnicos, llenos es obstáculos y de trampas que nos ponen las cosas muy difíciles. Uno de los que más nos han gustado es Cumbre Wario, un circuito recorremos de principio a fin, sin dar vueltas, como algunos de los que vimos en Mario Kart 7, y que de momento es nuestro favorito. Podéis verlo encima de estas líneas, en una carrera que hemos capturado. Han ganado mucha importancia los saltos, y no es raro el circuito que tiene un montón de montículos u otros obstáculos que podemos aprovechar para saltar y realizar turbos, como podéis ver en Cumbre Wario.
De los antiguos, decir que se ha hecho un lavado de cara francamente sorprendente, e incluso se han añadido nuevos elementos para aprovechar la antigravedad, por lo que cambian bastante. No todos están tan cuidados, y hay algunos que visualmente son un poco sosos, y están a mucha diferencia de los nuevos circuitos, que son todos muy espectaculares. En cualquier caso estamos seguros que llegarán nuevos circuitos como contenido descargable, viendo la apuesta de Nintendo en los últimos tiempos por este tipo de contenidos, solo queda por ver cuáles, cuántos y cómo.
En lo que respecta a los objetos también tenemos algunos nuevos, que se suman a la enorme lista de anteriores entregas, casi 20 diferentes sin contar las versiones triples de algunos de ellos. El plátano, la moneda, los caparazones verdes y rojos, el maldito caparazón azul de pinchos, el Bob-omb, el champiñón turbo y su versión dorada, Bill bala, Blooper, el rayo, la superestrella, la flor de fuego y cuatro nuevos. La Flor boomerang, que te permite lanzar un bumerán hasta tres veces, y que puede impactar tanto en el camino de ida como en el de vuelta, lo que permite curiosas estrategias.
La Planta piraña que se sitúa en la parte delantera del kart y que muerde todo lo que se encuentra a su paso, por supuesto a los corredores, lo que te proporciona un breve acelerón, y también se come las cáscaras de plátano, las monedas y otros obstáculos. La Superbocina es una de las novedades más importantes, ya que lanza un bocinazo a todo volumen y lanza por los aires a los vehículos y objetos que se encuentran cerca, y esto incluye al caparazón azul de pinchos, sí, ese que siempre nos fastidia alguna carrera cuando vamos primeros, por lo que ahora tenemos un manera "sencilla" de contrarrestarlo. Y por último tenemos el Ocho loco, ocho objetos diferentes que girar alrededor del vehículo, y que podemos lanzar sucesivamente.
Y como decíamos al principio del texto, de momento lo que menos nos ha gustado de Mario Kart 8 es lo conservador que resulta en cuanto a modos de juego. Para un jugador tenemos el clásico Grand Prix con sus ocho copas y las tres categorías: 50 cc, 100 cc y 150 cc. Ojo a esta última que nos parece más difícil que nunca y de momento hemos sido incapaces de conseguir ninguna copa en 150 con tres estrellas, ganando las cuatro carreras. Luego tenemos Contrarreloj, donde competimos para conseguir los mejores tiempos posibles en cada circuito, y donde podemos retar a fantasmas de otros jugadores que descargamos de internet, permitiéndonos descargar hasta 16 fantasmas en total, con un máximo de cuatro por carrera.
En Carrera VS. podemos crear una partida personalizada, eligiendo jugar o no por equipos, los objetos, la categoría, el nivel de dificultad de la CPU, el tipo de vehículos –todos, karts, motos-, los circuitos y el número de carreras. Y por último tenemos un clásico de la saga como Batalla, con el que nos hemos llevado una de las sorpresas más desagradables de Mario Kart 8. El conocido modo en el que tenemos que reventar los tres globos de nuestros rivales, que siempre se ha desarrollado en sus propios escenarios, unas arenas especiales de combate, ahora transcurre en unos tramos cortados de los circuitos, tal cual, sin editar.
Ocho escenarios para elegir que son versiones reducidas de algunos circuitos, y donde el planteamiento jugable de este modo pierde su razón de ser, ya que estas clásicas y divertidas batallas se convierten en un cruzarte con los rivales en mitad de las carreteras, sin demasiado sentido. No entendemos qué ha motivado esta decisión, pero se han cargado un modo que siempre fue muy divertido, esperemos que corrijan este error de alguna manera con arenas como las de toda la vida.
Luego tenemos los clásicos modos multijugador hasta para cuatro jugadores a pantalla partida, con la posibilidad de poder usar una gran variedad de tipos de mandos: Wii U GamePad, Mando Pro de Wii U, Mando de Wii + mando clásico Pro, Mando de Wii y Mando de Wii + Nunchuk. Nuestra opción preferida, y con diferencia, es el Mando Pro de Wii U, se juega de lujo con este, bastante más cómodo para este juego que el GamePad. Ya que además Mario Kart 8 apenas usa el mando con pantalla de la consola, con unas cuantas características anecdóticas: ver la clasificación de la carrera y los objetos de cada piloto, tocar la bocina, ver el mapa, cambiar entre el control clásico o con giroscopios, y cambiar rápidamente al modo Off-TV.
En los modos online se puede jugar con uno o dos jugadores desde la misma consola, en carreras o batallas para doce jugadores, pudiendo elegir si enfrentarnos a rivales de todo el mundo, de nuestra región, o amigos o rivales, opción esta última que nos permite usar el chat de voz. Además podemos participar en torneos en línea, creándolos nosotros o uniéndonos a otros ya creados introduciendo un código o buscándolos. Por lo que hemos probado el online va como la seda, pero se siente un poco limitado y anticuado, con el mismo sistema de puntuación que vimos por primera vez en la entrega de Nintendo DS, y no hay ni siquiera clasificaciones o rankings, esperábamos algo más ambicioso y complejo. Pese a esto, promete horas y horas de diversión. Por último tenemos la opción Mario Kart TV, donde podemos ver las últimas repeticiones e incluso subirlas a Youtube, algo que se puede hacer directamente al acabar cada carrera.
Como veis nada nuevo en cuanto a modos de juego, y se echa en falta alguna novedad en este aspecto, algún modo historia o carrera, como hemos visto en otros juegos de karts como Diddy Kong Racing, Crash Team Racing y Sonic & All-Stars Racing Transformed. También se podía haber incluido algún sistema de desafíos o retos, al estilo de los juegos de acción multijugador pero que muchos otros géneros están adoptando, del estilo "consigue evitar diez conchas rojas" "impacta con 15 cáscaras de plátano", y que pudieras ir subiendo de nivel… Son solo ideas, pero ya tocaba que Mario Kart incluyera alguna novedad en este aspecto, y no se conformara con proporcionar los mismos modos de juego que nos llevan acompañando toda la saga. Por no haber, no hay ni menú de opciones, no se puede configurar nada, algo que hemos echado de menos por ejemplo para cambiar los balances de sonido, y así poder apreciar mejor la banda sonora, que pasa un tanto desapercibida entre tantos efectos.
Los gráficos como venimos diciendo desde la primera vez que lo vimos son geniales, moviéndose a unos impecables 60fps –a 30 si jugamos con tres o cuatro jugadores a pantalla partida-, un colorido desbordante, muy buenas animaciones de los vehículos y los personajes, y algunos efectos gráficos de iluminación y agua bastante apañados. Tampoco nos volvamos locos, es un juego precioso pero no es un portento técnico, y si te fijas en detalle se ven texturas muy discretas y unos escenarios a veces poco detallados, pero la verdad, estos detalles no importan demasiado en un juego que se ve tan bonito. Por decir algo negativo, algunos de los circuitos clásicos son un poco feos, lejos de la calidad de la mayoría de trazados nuevos, muy espectaculares.
La nueva banda sonora totalmente orquestal, una buena costumbre que ha cogido Nintendo en los últimos años, es fabulosa, pero quizá no luce todo lo que debería en un juego con una acción tan "ruidosa", y como decíamos antes ni siquiera podemos nivelar el volumen de la música y los efectos por separado. Una pena que un trabajo tan bueno vaya a pasar algo desapercibido, pero como bien sabéis los fans de la saga, los efectos sonoros son también muy protagonistas en la jugabilidad de un Mario Kart, y nos sirven para predecir ciertos ataques.
Ya queda menos
La espera se ha hecho larga, pero el 30 de mayo está a la vuelta de la esquina, y podréis disfrutar tanto como ya lo estamos haciendo nosotros de un juego tan divertido, adictivo y con una jugabilidad tan impecable, sin duda uno de los juegos del año. A falta de probar a fondo los modos online y ver qué tal funcionan, Mario Kart 8 es lo que todos esperábamos, y solo su falta de novedades en modos de juego y un online poco ambicioso son los únicos puntos débiles de un producto que por lo demás es fantástico. Tan bueno que si eres fan de la saga, justifica prácticamente por si solo la compra de una Wii U.