En televisión aparece Toshihiro Nagoshi, conocido productor de la saga Yakuza de Sega para advertirnos: "Yakuza Black Panther 2 es un juego para hombres. Quiero que lo disfruten". Bien, en primer lugar sí es un juego para hombres pues no hay ni una sola mujer luchadora, pero no entraremos en ese juego. Refiriéndonos a lo de disfrutar, lo cierto es que el título es un peso pesado de PSP, aunque para disfrutarlo te tendrías que desplazar a Japón o importarlo, al menos por el momento.
Si algo ha caracterizado a la saga Yakuza, han sido sus irregulares localizaciones a Occidente, recortes en algunos títulos o la completa desaparición de otros. El genial Kenzan!, se quedó en Japón y sí nos obsequiaron con el regular In the End, quizás pensando que, en Occidente, si hay armas, pues gusta. El primer título de PSP del capítulo independiente Black Panther, tampoco dejó las fronteras niponas y esta nueva entrega parece llevar el mismo camino, para desgracia de muchos.
Debido a esta falta de localización, los jugadores no nipones nos perdemos uno de los grandes juegos de PSP, un título de lucha callejera con todas sus letras, realista, con una violencia cruda y una historia nada despreciable. Un título que lleva la pelea a los suburbios, con un sinfín de configuraciones y apartados para hacerla aún más real.
Vuelta a Kamurocho
El protagonismo de esta segunda entrega sigue recayendo en Tatsuya, un chico duro campeón del torneo de lucha Dragon Heat organizado por la Yakuza. Tras los acontecimientos de la primera entrega, Tatsuya ha pasado un año en América boxeando, y en su vuelta a Kamurocho percibe que las cosas han cambiado un poco. Un conocido clan de la Yakuza de Kansai ha llegado a Tokio y parecen querer hacerse con el control de ciertos negocios de la zona. No desvelaremos mucho más pero parece que Tatsuya debe volver a pelear en el Dragon Heat.
Para aquellos que no hayan jugado a la primera entrega, no os preocupéis, puesto que al inicio del juego nos hacen un resumen detallado de toda la situación, hasta el punto de destrozarte todo el argumento del primer título si tenías intención de probarlo más tarde.
La historia del título seguirá el patrón de su predecesor, siendo narrada a través de un cómic animado cuyo diseño artístico es fabuloso. Quizás no contemos con los gráficos tan realistas de las entregas en alta definición, pero el videojuego contiene horas y horas de este material similar a un manga.
Una vez dentro de la piel de Tatsuya, el modus operandi es el mismo, iremos caminando por la ciudad de un sitio a otro para completar las misiones, que en su gran mayoría nos obligarán a usar nuestros puños. Aun así hay varias novedades muy atractivas en el título, empezando por la inclusión de otra ciudad, Soutenbori en Kansai, bien conocida por los jugadores de Yakuza 2.
En lo que respecta a las submisiones, se han añadido más y muy variadas, incluso misiones dinámicas. Podemos ir caminando por la calle y ver cómo dos matones asaltan a una chica, y si lo deseamos podremos hacer las dotes de salvador y repartir un poco de respeto. O bien podemos ver como un señor se queja de que le acaban de robar y deberemos preguntar a ciertas personas y perseguir a los ladrones. Como decimos estas misiones son dinámicas y ocurren de tanto en tanto.
Por otro lado, una de los errores que cometió la pasada entrega, era que un momento del videojuego estábamos hartos de pasear tranquilamente por la calle y tener en cada esquina a un pandillero o yakuza dispuestos a partirnos la cara sin razón aparente. Bueno, el hecho es que se hacía un tanto cansino tras unas cuantas horas de juego y parece que lo han modificado de una manera muy interesante. Los maleantes de este tipo seguirán existiendo, pero son menos numerosos, sin embargo si vamos corriendo con nuestro personaje empujando a otros transeúntes, es posible que uno de ellos se dé la vuelta y nos rete a pelar.
Es decir que se da un toque más de realismo a la situación. Si vemos a un tipo con pintas de Yakuza tranquilamente hablando por el teléfono y le empujamos como quien no quiere la cosa, este personaje se convertirá en hostil. Lo mismo ocurre si empujamos a una mujer, puesto que otros transeúntes nos querrán imponer respeto a base de puñetazos.
Por lo demás la ciudad sigue con su genial representación, tan viva y llena de vida que parece un imposible en PSP. Se han añadido más minijuegos, como el Golf, trabajo en Takoyaki o una recreativa shooter titulada The Castle of the Dead (un guiño a la recreativa The House of the Dead de Sega), entre otros. Además algunos de estos minijuegos como el karaoke, que en su pasada entrega simplemente se basaba en la repetición continuada de un botón, ahora se han mejorado como si de un juego musical al uso se tratase. También encontramos un edificio para cambiarnos la ropa cuando lo deseemos a medida que vayamos desbloqueando los cientos de prendas disponibles.
En resumen, podemos pasar horas peleando, haciendo misiones secundarias o principales, o retando a los luchadores más fuertes de la ciudad, otra buena cantidad de horas las podremos pasar dentro de los divertidos minijuegos, tomando un masaje o ligando con las chicas de los locales de alterne.
Sin duda los desarrolladores han sabido modificar los errores, darles más realismo y ofrecer más y mejor en Kamurocho y Soutenbori.
Pura lucha callejera
El combate, eje central de la jugabilidad, ya era sin lugar a dudas mucho más completo que el ofrecido en las entregas en sobremesa, y la cantidad de personalización y características era francamente notable. Sin embargo en esta nueva entrega han llegado a superarse, ofreciendo un título de lucha tan característico y único que nos invita a disfrutar de él durante horas.
Para explicar todos los numerosos apartados de forma clara, lo explicaremos por puntos, incluyendo un apartado donde veremos también las novedades incluidas:
-Vida. En primer lugar tendremos una barra de vida oportuna. Esta no se muestra mientras estamos enfrascados en un combate pero hay ciertos indicadores que nos harán ver cuándo estamos cerca de morir. Nuestro personaje andará cojeando o con una mano en el pecho además de que los bordes se volverán rojos. Si presionamos el botón start podremos ver exactamente el porcentaje que nos queda. Quizás una pequeña barra no hubiese estado de más, pero en las refriegas se muestra una pantalla limpia, algo de agradecer para un mayor efecto.
-Heridas. Existen cuatro partes del cuerpo que podrán ser vapuleadas, cabeza, piernas, brazos y torso. A medida que golpeemos o seamos golpeados en estas partes, la barra de salud correspondiente a esa zona bajará. El efecto de esto es que nos volveremos débiles y fácilmente aturdibles. Es decir que no sólo dependeremos de la barra de vida sino que tendremos que tener un ojo en estas estadísticas, (hay medicinas para curar tanto la salud general como las heridas en estas partes del cuerpo). Una pelea que teníamos perdida puede darse la vuelta si asestamos una buena serie de golpes en una misma parte del oponente y viceversa. En la pantalla de la pelea veremos un indicador de estas partes y como van cambiando de color (hacia el rojo) a medida que se vean afectadas. Además el realismo que se les aplica es sensacional, viendo cómo cuando tenemos nuestra cabeza baja de salud y nos golpean de nuevo, el personaje pasa a quedarse aturdido.
-Fatiga: Los combates no se basarán exclusivamente en asestar golpes como si nos fuese la vida en ello, sino que tendremos que cubrirnos, fintar y atacar pausadamente. Es decir si no dejamos de golpear o de movernos rápidamente con fintas, nuestro personaje se cansará y pasará unos segundos recobrando el aliento, un momento ideal para que nos metan una buena tunda. El nivel de cansancio lo podemos ver por los movimientos del personaje y el vaho que va soltando en su aliento. Cuanto más vaho, más cansados estaremos. Por ello debemos golpear, cubrirnos y movernos tanteando al oponente para recuperarnos de la fatiga.
-Niveles y características. Cada vez que ganemos una pelea ganaremos puntos de experiencia para nuestro nivel personal y para el estilo que hayamos usado. En cuanto a los niveles normales, cada vez que ganemos uno se nos darán una serie de puntos para mejorar nuestras seis estadísticas: Puñetazo, patada, salud, etc.
-Estilos y habilidades. Por otro lado están los estilos de combate, que iremos desbloqueando a lo largo del juego y que son un buen número. Así tendremos el karate, el boxeo, el kickboxing, la lucha sin estilo al más puro estilo callejero, etc. Cada uno de estos estilos es diferente al otro, cuenta con sus propios combos y ataques especiales impresionantes. Los estilos subirán también de nivel y cada uno potencia ciertas características. Así por ejemplo el boxeo potencia el puñetazo pero baja las patadas, el kickboxing al revés… Para más inri, tendremos que tener un ojo en cuál es el estilo del contrincante, puesto que ciertos estilos serán mejor que otros para contrarrestar por ejemplo a un karateka. Si aún te quedas con ganas de más, cada estilo tiene diferentes habilidades que pueden ser desbloqueadas a través de dinero o entrenando en el dojo. El resultando es un plantel de tipos de golpes nada despreciable y si a eso le añadimos que cada pelea es distinta dependiendo del estilo del contrincante, es prácticamente imposible sentir monotonía a pesar de elegir el mismo estilo una y otra vez. El transcurso de las batallas es táctico y al mismo tiempo brutal, haciendo casi imposible que nos aburramos de pelear.
-Objetos y ataques especiales. En primer lugar como es habitual en los juegos de Yakuza, en el escenario encontraremos diferentes objetos con los que golpear al oponente. Sin embargo en este título de PSP se comportan de una manera más realista. Es decir, no es lo mismo recibir un puñetazo que un golpe con una barra de hierro y eso se refleja bien en la salud que perdemos (o tomamos) así como en la salud de la parte afectada. Además son especialmente útiles en combates difíciles, puesto que cubrirse ante un botellazo no es demasiado efectivo. Por último, cuando golpeamos al enemigo repetidas veces pasamos a tener una especie de aura azul, roja si seguimos golpeando. Esto nos indica que podemos hacer un ataque especial si agarramos al oponente con el botón círculo y después pulsamos el botón X. Los ataques especiales han pasado de ser tres en el anterior capítulo a dos en esta entrega, pero eso no quita para disfrutar de la brutalidad y el realismo de cada par de ataques especiales por cada uno de los estilos.
Esta es la base, con algunas mejoras incluidas, del fabuloso combate callejero que nos propone esta segunda parte de Yakuza en PSP. Ahora bien, la segunda entrega llega con más y significativas mejoras.
-Espontáneos. En medio de una pelea en la calle, veremos en los límites de lo que podía llamarse el ring, un montón de personas, los típicos mirones de los que siempre hay en los juegos de lucha, sin embargo aquí comienzan a tener protagonismo. En ocasiones durante la pelea arrojarán algún objeto que nos podrá golpear (o al oponente), y en ciertos momentos si uno de los personajes se acerca mucho a esa zona, el espontáneo le agarrará dejándole a merced del, o los, oponentes. Esto no siempre pasa, es decir que podemos estar con la espalda a estas personas sin que ocurra nada, hasta que ocurre.
-Límites del escenario. Se ha incluido una nueva habilidad que consiste en agarrar al oponente y empujarle hacia la zona que deseemos. Esta nueva habilidad nos permite conseguir otros efectos adicionales. Por ejemplo si empujamos al oponente contra una pared estando cerca de ella, el contrincante quedará aturdido y podremos efectuar un ataque especial que consistirá principalmente en utilizar la pared para masacrar la cara del pandillero. También existe la opción de lanzar al oponente contra un escaparate y si el enemigo está bajo de vida acabar con él al instante.
-Destrozos varios. Puertas de establecimientos cerrados, paredes, lunas de coches y demás mobiliario urbano ahora se verá afectado cuando lanzamos a un oponente contra él. Sin embargo lo más llamativo son las caras de los luchadores a medida que pasa el combate. Algo que no entendíamos muy bien en la primera entrega, era que a pesar de la sangre mostrada en los golpes, la cara bonita de Tatsuya quedaba como el culito de un bebé tras partirse la cara con unos cuantos yakuzas. Ahora sin embargo, podremos ver ojos morados, rasguños y labios partidos por doquier. Y, volvemos a repetir, con un realismo de verdad escalofriante.
-Multijugador ad hoc. A esta entrega se le ha añadido también el componente multijugador, pero se han añadido ciertas mejores muy interesantes. Además de un modo de peleas por equipos, también podremos disfrutar de un modo misión en el que batirnos con otros contrincantes cooperando con nuestros amigos y un ranking independiente de equipos. Podremos movernos por Kamurocho con nuestros compadres y crear el caos allá donde vamos y gracias al ranking podremos crear nuestra propia "crew" y competir con los mejores luchadores de Japón. Si a esto le añadimos las innumerables cantidades de personalización, el resultado del multijugador es especialmente atractivo. Podemos crear nuestro equipo de hombres trajeados al más puro estilo yakuza, pandilleros que parecen sacados del mismísimo San Andreas, o bien una serie de personajes esperpénticos que harían removerse en su tumba a Valle Inclán.
El resultado de todo, es un apartado jugable francamente divertido. Un título de lucha callejera de los más realistas y atractivos que hemos podido ver hasta el momento, muy completo y del que difícilmente quedaremos saciados. Además, con la correspondiente historia digna de los estudios y una buena cantidad de minijuegos para descansar los nudillos, el tiempo de vida del juego se cuenta por docenas de horas.
Una ciudad viva y un ejemplo de editor
Kamurocho y Soutenbori están representadas con todo lujo de detalles. Los famosos Conbini, las tiendas de Gyudon de Matsuya, Karaoke y demás establecimientos llenan de luz la noche tokiota. Si bien el detalle no puede ser el deseado en todos los elementos, por problema de potencia del soporte, en general el aspecto es magnífico. Además la gran cantidad de viandantes les proporciona aún más vida si cabe.
Una vez en el apartado de combate sólo queda aplaudir el genial trabajo del editor de personajes, que cuenta con tantas variaciones de indumentaria, rostros, peinados y accesorios que hace imposible encontrar dos luchadores iguales. Normalmente los editores de otros títulos de PSP suelen ser parcos en detalles o facciones, mientras que Black Panther 2 muestra cómo se pueden mostrar unos gráficos tan sobresalientes y al mismo tiempo ofrecer un gran elenco de posibilidades entre ellos.
En el apartado de las animaciones el estudio sigue su línea de crear unos movimientos especialmente realistas, con personajes retorciéndose en el suelo tras recibir un golpe, movimientos fluidos diferentes en cada estilo de lucha y en general más que notable.
El doblaje también sigue la línea a la que nos tienen acostumbrados, con un doblaje en japonés repleto de personalidades del mundillo que hacer introducirnos más en la historia.
Una joya sin visos de aterrizar
Black Panther 2 mejora en todo a su predecesor. Es un título sobresaliente, con un grandes posibilidades jugables y aunque se trate de un título de lucha, la historia y los minijuegos le aportan una heterogeneidad que le sienta muy bien. Un título sobresaliente que encandilará a los que ya disfrutaron del primero o sorprenderá a aquel que no sabía nada de él o lo consideraba un Yakuza de sobremesa adaptado a portátil.
La principal nota negativa está clara, su localización. Ya sea por el gran trabajo que supondría la traducción y distribución, o bien por el moderado éxito de PSP fuera de Japón, los jugadores occidentales nos vemos privados de este sobresaliente título de Sega.