En los últimos años hemos visto un cambio de rumbo en Sega que ha llevado a la mítica compañía a volcarse por completo con el mercado occidental, trayéndonos no solo infinidad de juegos que hasta hace relativamente poco jamás habríamos soñado con ver publicados en Occidente, sino que encima nos están empezando a llegar todos ellos con unas fantásticas traducciones al español. Evidentemente, ahora que Atlus pertenece a Sega, sus producciones también se están empezando a estrenar por estos lares en unas condiciones inmejorables, completamente localizados y con más apoyo que nunca, tal y como pudimos comprobar el año pasado con Persona 5 Royal, dando así la oportunidad a mucha más gente de descubrir uno de los mejores JRPG no solo de la generación, sino de la historia.
Gameplay comentado
Por suerte, parece que esta va a seguir siendo la tendencia en el futuro y en cuestión de tan solo un mes tendremos por fin entre nosotros Persona 5 Strikers, la secuela de acción en tiempo real de las aventuras de los Ladrones Fantasma, un título al que ya hemos podido jugar nuestras primeras horas y que nos lo está haciendo pasar en grande repartiendo tortazos en compañía de sus carismáticos protagonistas.
El regreso de los Ladrones Fantasma
Lo primero que tenemos que comentar es que estamos ante una producción que Atlus ha realizado en colaboración con Omega Force, estudio de Koei Tecmo que se ha encargado de dar forma al juego. Como bien sabréis, estamos hablando de una desarrolladora que se ha hecho especialmente famosa por sus musous y que en los últimos años ha trabajado con innumerables licencias que van desde One Piece y Gundam hasta The Legend of Zelda, Fire Emblem o Dragon Quest, por mencionar tan solo unos pocos ejemplos.
Si vuestra preocupación es que hayan apostado por convertir Persona en un título de acción masiva al uso, podemos aseguraros que no tenéis nada que temer, ya que se trata de una aventura de rol centrada, sobre todo, en la exploración de mazmorras, manteniendo gran parte del ADN que ha llevado a la saga hasta lo más alto.
De hecho, la presentación del juego y su historia es casi un calco de lo que vimos en Persona 5 y Persona 5 Royal, con larguísimas secuencias de vídeo, diálogos y escenas de animación tradicional que van desarrollando una trama completamente nueva que tiene lugar unos pocos meses después del final del título original, cuando todos sus héroes se reúnen de nuevo en Tokio para disfrutar juntos de unas merecidas vacaciones de verano.
Sin entrar en muchos detalles para no arruinaros ninguna sorpresa, lo que en un principio iba a ser un viaje de relax acaba dando un giro brusco cuando descubren que una nueva amenaza se cierne sobre nuestro mundo ante la aparición en el metaverso de unas misteriosas mazmorras conocidas como Cárceles. A partir de aquí se empieza a desarrollar una historia que, por lo que llevamos, nos está pareciendo entretenidísima, tanto por las incógnitas que plantea como por lo bien escritas que están las conversaciones y sus personajes, quienes no han perdido ni un ápice de su carisma y con quienes muchos de nosotros ya tenemos una conexión especial tras haber pasado tantísimas horas junto a ellos en la obra original. Por supuesto, podéis esperar mucho humor, momentos dramáticos y numerosas críticas a diversos aspectos de nuestra sociedad.
Centrándonos en lo puramente jugable, tal y como os hemos comentado el título se centra casi por completo en la exploración de mazmorras. Esto quiere decir que, al menos de momento, las partes que se desarrollan fuera del metaverso son meramente anecdóticas y no nos proponen ninguna actividad que sea medianamente interesante. Básicamente, nos dedicaremos a hablar con la gente para conseguir información en unas breves secuencias de investigación y a visitar tiendas para aprovisionarnos, por lo que no esperéis nada similar a un sistema de calendario o de Confidentes.
En cambio, las Cárceles son mucho más grandes que los Palacios y se desarrollan por barrios y ciudades enteras. Sin irnos más lejos, la primera y única que hemos jugado tiene lugar a lo largo y ancho de toda Shibuya, algo que se aprovecha de forma muy inteligente para dotar a los escenarios de una gran verticalidad de la que podremos beneficiarnos para desplazarnos por ellos, emboscar enemigos, encontrar cofres ocultos y sortear trampas.
Esta manera de movernos por los laberintos nos ha encantado por lo ágil y "estilosa" que resulta, ofreciéndonos incluso secciones en las que la cámara se sitúa de lado para simular el estar jugando a un juego de plataformas 2D. Quizá su diseño no sea nada especial, pero al igual que ocurría en Persona 5 el avance por ellas es muy variado, entretenido y divertido. A medida que las exploremos no pararemos de encontrarnos con nuevos tipos de situaciones, como batallas especiales en las que debemos proteger a Oracle mientras piratea un terminal, jefes, encerronas, puzles y búsqueda de lugares claves. Esta variedad, el ritmo al que va ocurriendo todo y la presentación del propio juego consiguen que no nos aburramos en ningún momento, consiguiendo hacer de muchos enfrentamientos algo memorable y espectacular.
Sobre los combates como tal, suceden cuando entramos en contacto con alguna de las sombras que pululan por las Cárceles. Como podéis suponer, si las emboscamos sin que nos detecten iniciaremos la batalla con ventaja, mientras que si son ellas las que nos ven, nos aturdirán y subirá el nivel de alerta de la mazmorra. Una vez haya comenzado la batalla, aparecerán un buen puñado de enemigos y tendremos que ponernos a repartir guantazos con un sistema de combate que nos permite realizar combos de forma simple combinando el botón de ataque flojo y fuerte, algo que suele ser muy habitual en los musous.
Sin embargo, también podemos pausar la acción para escoger los hechizos y habilidades que queremos usar, cambiar la Persona activa de Joker gracias a su poder del comodín, realizar relevos para cambiar el control de nuestro personaje activo (el grupo puede ser de cuatro héroes como máximo, aunque podemos reorganizar a nuestro escuadrón siempre que no estemos en combate) y utilizar objetos, dándole así un pequeño toque táctico a unos enfrentamientos que difícilmente podrían ser más frenéticos.
Pero, sin duda, lo más importante aquí reside en el hecho de que se ha mantenido el sistema de debilidades y fortalezas de la saga, obligándonos a jugar muy bien nuestras cartas para explotar las vulnerabilidades de nuestros rivales, aturdirlos y poder desencadenar un All-Out Attack que afecte a todos los enemigos que estén a su alrededor.
Algo que nos ha resultado muy interesante de todo esto es que la mayoría de los enemigos no son simples "masillas" como en los musous tradicionales, pues muchos de ellos son Sombras con sus propias características que no dudarán en soltarnos sus mejores hechizos y técnicas, algo con lo que debemos tener mucho cuidado para que no nos castiguen haciéndonos grandes cantidades de daños y dejándonos con algún molesto estado perjudicial. Esto nos obligará a tener un mayor control sobre el campo de batalla, priorizando unos blancos sobre otros y escogiendo el mejor personaje para cada ocasión.
Este sistema brilla especialmente cuando toca hacer frente a algún jefe o minijefe, pues suelen estar protegidos por varios escudos y tendremos que atacar numerosas veces a sus puntos débiles para derribarlos. Lo mejor es que para romperlos podemos encadenar ataques si pulsamos el botón correspondiente justo al acertar con un hechizo o habilidad superefectiva, algo para lo que muchas veces otro héroe nos pedirá que lo relevemos, abriéndonos la posibilidad de ejecutar combos de relevos entre varios personajes para aumentar tanto nuestro daño como la velocidad a la que recargamos nuestra barra de ataque definitivo.
Tampoco podemos olvidarnos de la importancia que tienen los propios escenarios en estos enfrentamientos, con numerosos elementos que podemos usar en nuestro favor para realizar ataques únicos, algo a lo que se le acaba sacando mucho más partido de lo que podría parecer, tanto a la hora de pasar a la ofensiva como a la defensiva.
Si os somos sinceros, nuestra primera toma de contacto con el título no fue todo lo satisfactoria que esperábamos por culpa de unas batallas que de entrada resultan demasiado caóticos, una cámara un tanto caprichosa en espacios cerrados y por la abundante presencia de tutoriales durante las horas iniciales, interrumpiéndonos a cada lucha con algún mensaje nuevo para explicarnos algo. Pero a medida que avanzábamos, interiorizábamos mecánicas, descubríamos lo genialmente diferenciados que están todos los personajes jugables, nos hacíamos a su propuesta y el juego nos daba cada vez más libertad y nos presentaba nuevos tipos de situaciones, nuestras impresiones fueron mejorando rápidamente hasta alcanzar un punto muy dulce que nos tiene totalmente enganchados y disfrutando plenamente de cada batalla, especialmente cuando estas abrazan su lado más "musou" y el mapa se inunda de enemigos por todas partes. Y ojo con los jefes y minijefes, pues además de numerosos nos ofrecen unas luchas muy chulas, bien diseñadas, exigentes y con varias fases.
Hablando de exigencias, cabe señalar lo bien medida que está la dificultad en su Modo Difícil, haciendo de nuestro avance un reto muy satisfactorio en el que se castigan duramente nuestros errores y nos obligan a sacarle partido a todas las mecánicas, mientras que en Normal es tan fácil que todo se reduce a un simple machacabotones. Por suerte, se puede cambiar la dificultad en cualquier momento, así que podréis ir alternando hasta encontrar la que más se ajuste a vuestras necesidades.
A nivel gráfico es bastante similar a Persona 5, manteniendo unos modelados y una presentación visual prácticamente calcada, aunque las texturas son más flojas y los dientes de sierra están a la orden del día, afeando así un conjunto que si destaca por algo es por su apabullante estilo artístico y por el espectáculo de sus batallas. Todo esto es hablando de la versión de PlayStation 4 que es la que hemos podido probar jugando en una PS5, donde se mueve a unos deliciosos 60 fps en todo momento.
Finalmente, del sonido cabe destacar su maravillosa banda sonora, repleta de auténticos temazos en los que se dan cita muchas de las composiciones del original, fantásticas remezclas de varios de ellos y otros nuevos que poco o nada tienen que envidiar a lo que escuchamos en la quinta entrega. Por supuesto, los efectos son de gran calidad y el doblaje nos llega tanto en inglés como en japonés con los mismos actores de siempre. Y como ya nos están acostumbrando desde Sega, los textos están perfectamente traducidos al español con expresiones magníficamente adaptadas a nuestro idioma y con una mejor revisión que en Royal.
La secuela que apunta a robarnos el corazón
Todavía es muy pronto para poder valorar esta secuela en condiciones, pero si hay algo que tenemos claro es que nos lo estamos pasando genial con ella y tenemos muchas ganas de seguir jugando para descubrir qué nos espera en las próximas Cárceles. Quizá no nos está pareciendo la obra maestra que fue su predecesor, pero si los Ladrones Fantasma os robaron el corazón con su aventura original, bien haríais en no perderle la pista y esperar impacientes su llegada el próximo 23 de febrero.
Hemos realizado estas impresiones tras haber jugado a la versión final de PS4 en una PS5 gracias a un código que nos ha facilitado Koch Media.