Los nacidos en los 80 hemos disfrutado del inicio de grandes sagas del cine de acción, y siempre que sale el tema en una conversación solemos estar de acuerdo en que una de las injustamente olvidadas es Mad Max, protagonizada por un joven Mel Gibson. La película original, que data de finales de los 70, presenta un futuro distópico, donde las bandas de matones campan a sus anchas por unos desiertos que pretendían homenajear al típico spaghetti western. Pese a su bajo presupuesto fue un éxito apabullante, lanzando al estrellato al joven Mel, que también protagonizó las dos secuelas (¡Esa Tina Turner en Más allá de la Cúpula del Trueno!).
A partir del cierre de la trilogía dejamos de tener noticias, y ahora, a las puertas de una nueva generación, al bueno de Max le ha dado por resucitar a lo grande. Primero con su vuelta al cine, en un reinicio protagonizado por Tom Hardy, y segundo por lo que hoy nos ocupa, el videojuego programado por Avalanche Studios, artífices de la saga Just Cause.
Aunque la coincidencia llame la atención es simplemente eso, una coincidencia. El juego es totalmente independiente de la película, y por lo poco que hemos visto sobre él, no parece que le vaya a afectar de manera negativa.
Como decimos, ciertamente no sabemos mucho sobre este título, pero poco a poco va ganando empaque. Durante el E3 ya se mostró un teaser de esos que no desvelan prácticamente nada, y solo a puerta cerrada pudimos apreciarlo en todo su esplendor. Con motivo de la Gamescom se ha repetido la jugada, pero esta vez los meses de ventaja han servido para comprobar los fenomenales progresos del título. Aunque en principio también aparecerá para la actual generación, nos han vuelto a enseñar la versión para PlayStation 4, y como la vez pasada nos hemos llevado unas gratas impresiones, acordes con una licencia que pedía a gritos ser bien aprovechada (Mad Max de NES como único precedente). Con un subtítulo bien claro que rezaba "pre-alpha" nos han recibido en Warner Bros, para contarnos algunos detalles mientras jugaba uno de los desarrolladores.
Para empezar, la misión tiene un objetivo diferente al visto en la feria de Los Ángeles. Aquí Max, acompañado por un mecánico de aspecto desagradable, debe hacerse con un vehículo que le haga olvidar a su amado Interceptor. Para ello tiene que dibujar en su cabeza una misión, que puede ser ejecutada con sigilo o de la manera más brusca. En este caso nos han presentado ambas variantes, usando el rifle de francotirador desde lejos y arrasando con todo una vez llegados a la escena del crimen. Pero no corramos tanto, porque lo primero a destacar es el genial aspecto del juego.
El desierto se ve impecable, donde destaca una brillante arena que forma espectaculares polvaredas ante el paso de nuestro vehículo. Éste es una mezcla extraña entre partes cogidas de aquí y de allá, tiene un aspecto tan fiero como en las películas y cuenta con unas físicas en la amortiguación dignas del mejor simulador. Después de unos minutos de viaje nuestro compañero nos pide el alto para alertarnos de una torre de vigilancia. Esta grúa más que torre tiene a dos soldados en cada extremo, con los que acabar de manera sencilla usando el rifle de francotirador. Igualmente a Max le gusta el riesgo, y solo mata al primero para acercarse al segundo. De nuevo nuestro acompañante nos da el alto, en esta ocasión susurrando para no llamar la atención. Aquí sale a relucir el componente de sigilo del juego, pudiendo atacar por la espalda desatando una animación que ejecuta al enemigo en el momento. También disponemos de un gancho con el que arrastrar objetos, que pueden ser perfectamente estructuras con las que interactuar o los propios enemigos.
Para poder conseguir el preciado coche, Max se ve envuelto en una pelea multitudinaria que recuerda enormemente al sistema de combate de los Batman de Rocksteady. La coreografía es parecida y también cuenta con un movimiento parry. Hay medidores de combos, y debido a su naturaleza gamberra podemos romper huesos y reventar cabezas. De hecho, en esta demo había armas tiradas en el suelo, que pese a ser muy rudimentarias en concepto se volvían devastadoras contra el enemigo. Con el último de ellos se ha usado un palo con un explosivo atado al extremo, clavándolo en el pecho del enemigo para hacerlo explotar en mil pedazos. Finalmente, con todos caídos, Max ha activado un mecanismo para liberar su nuevo coche, de aspecto muy arcaico para nuestros tiempos, pero que seguramente fue todo un bólido en los años 50.
Las fases de conducción suponen otro tanto por ciento importante en el juego de Mad Max. En ellas hay enemigos también motorizados que salen disparados de trampillas camufladas por la arena. El uso de su obsoleta tecnología para atacarte no va a impedir que lo pasemos fatal, porque tienen incluso depósitos con los que activar un lanzallamas, enseñando en pantalla uno de los efectos de fuego más logrados que hemos visto en un videojuego. Podemos enfrentarnos a ellos usando el gancho para conseguir arrastrarlos y que se estrellen, asomándonos por la ventana y disparándoles con la recortada o chocando nuestro vehículo contra el suyo. En todos los ejemplos el resultado es increíble, recordándonos que podría servir perfectamente como juego de conducción. De hecho nos ha recordado por momentos a MotorStorm, la cual es muy buena referencia.
La parte final de la demo nos ha enseñado un taller donde poder personalizar el vehículo. Dependiendo del lugar donde llevemos nuestro coche estarán especializados en una pieza u otra. En este en concreto había defensas para la parte frontal de lo más curiosas y agresivas. También podíamos cambiar la pintura (que añaden características como resistencia al fuego), el motor y demás, según las necesidades de la misión a realizar. Por último nos han enseñado otra sección que mezclaba acción en coche y a pie, llegando hasta un pueblo lleno de tarados llamado The Jaw, en lo que parecía ser un cementerio de barcos.
Mad Max sigue luciendo de escándalo y es una de las grandes apuestas de 2014. Parece que será tan variado como Just Cause, y ese punto de locura que tienen las películas le va a venir genial. Así que si disfrutasteis de la anterior obra de Avalanche y de juegos como Borderlands podéis estar de enhorabuena, porque uno de los personajes más queridos del cine de acción viene apadrinado por un equipo de desarrollo que sabe muy bien lo que hace. De momento nos tenemos que conformar con estas pequeñas demostraciones, pero visto lo visto, no podemos esperar a probarlo.