Durante más de tres horas hemos podido jugar a Horizon: Zero Dawn, uno de los títulos exclusivos de PlayStation 4 más importantes del año. Guerrilla Games, creadores de la mítica saga Killzone, vuelven ahora con una propuesta completamente nueva y repleta de ideas interesantes. Lo más sorprendente del título es que ofrece una enorme cantidad de contenido y una narrativa madura e inmersiva, sin embargo, lejos de ser una aventura lineal al estilo Uncharted 4 o algo más libre como Rise of the Tomb Raider, pone a nuestra disposición un enorme mundo abierto para explorarlo con total libertad.
Lo importante es sobrevivir
Desde un primer momento asumiremos el papel de Aloy, una joven guerrera que intentará descubrir su pasado y abrirse camino en una sociedad en constante lucha contra las máquinas. Estos seres de metal, que para esta civilización son tan naturales como la propia fauna, estarán repartidos por todo el mapeado. En total habrá más de 30 especies diferentes, encontrado entre ellos seres dóciles a los que podremos domar y depredadores que no dudarán en acabar con nosotros.
Por ello es fundamental entender que Horizon: Zero Dawn no es solamente un videojuego de aventuras, es también una experiencia de supervivencia y exploración que nos obligará a modificar constantemente nuestro estilo de juego si queremos seguir con vida. Respecto al combate, las armas que hemos podido probar son la vara y el arco de Aloy: la vara nos permite realizar golpes fuertes o débiles, los cuales serán fundamentales en el combate cercano, aunque nos expondrán a los enemigos; por su parte, el arco evita que suframos daños y nos permitirá atacar a largas distancias tanto en acción directa como en sigilo.
El arco además cuenta con varios tipos de munición que podremos crear recolectando objetos. Gracias a los materiales obtenidos de los robots eliminados podremos crear flechas de fuego o eléctricas, así como una gran variedad de trampas o explosivos que serán realmente útiles para enfrentarnos a las máquinas más grandes. Esta mecánica de recolección también es muy importante para obtener hierbas de curación, las cuales se guardarán en una bolsa para usarlas cuando sean necesarias. Otra herramienta realmente útil es un localizador eléctrico que nos permite detectar a los enemigos, marcarlos y ver sus rutas de movimiento, algo imprescindible si queremos abordar las situaciones más peligrosas por la vía del sigilo.
Camuflarnos con el entorno será otra de las opciones que podremos utilizar para sobrevivir. Además del detector eléctrico, podremos escalar para obtener posiciones ventajosas, utilizar piedras para crear distracciones o agacharnos y escondernos en la hierba alta para ser completamente invisibles. Para ayudarnos contamos con dos indicadores de camuflaje: el primero de ellos estará situado en la parte superior de la pantalla y nos marcará si somos invisibles, si estamos en el rango de visión de algún enemigo y el nivel de ruido que hacemos al desplazarnos; el segundo indicador estará ubicado sobre cabeza de las máquinas y, al más puro estilo Metal Gear Solid, nos indicará con un color gris si no hemos sido detectados, con amarillo si están empezando a buscarnos y con rojo si hemos sido detectados.
Todo este proceso es gradual y la inteligencia artificial muy realista, por lo que si al movernos llamamos la atención de un enemigo tendremos tiempo de ocultarnos o huir.
La utilización de un método orientado a la acción o completamente silencioso dependerá de cada jugador y, aunque hay misiones que nos obligarán a tomar uno u otro camino, las amplias posibilidades en ambos acercamientos permiten una tremenda variedad jugable. Además, el control de Aloy es completo y muy preciso, teniendo siempre un perfecto manejo sobre la cámara y las distintas armas, algo imprescindible en este tipo de propuestas si no queremos acabar frustrándonos ante la imposibilidad de realizar las acciones que queremos.
Para mejorar todavía más las aptitudes de Aloy podremos ir desbloqueando distintas habilidades a medida que vayamos consiguiendo experiencia y subiendo de nivel. En total existen tres ramas: Merodeadora, Valiente y Recolectora, teniendo 12 habilidades cada una de ellas. La primera sección nos permite optimizar aspectos relacionados con la caza, pudiendo desbloquear el disparo a cámara lenta o varios ataques especiales. En Valiente las habilidades estarán relacionadas con la optimización de aspectos como la resistencia o la precisión. Por último, Recolectora será la más variada y nos permitirá, por ejemplo, acelerar nuestra recuperación de salud o mejorar habilidades muy interesantes como el sabotaje.
Esta habilidad, que adquiriremos en el transcurso de la historia principal, es fundamental ya que nos permite sabotear algunas máquinas y utilizarlas en nuestro beneficio. La opción más útil es hackear a un animal que nos permita cabalgarlo, algo que nos ayudará en los combates y en los largos desplazamientos, ya que el extenso mapa y la variedad de misiones nos obligarán a movernos continuamente de un punto a otro.
Siguiendo con la habilidad de sabotaje, esta acción también será muy útil contra los enemigos que no podamos montar ya que, durante un breve periodo de tiempo, podremos domarlos para que no nos busquen o ataquen, algo que nos puede ayudar en las situaciones más complicadas. Otro de los beneficios del sabotaje es la posibilidad de hackear a las gigantescas máquinas que habitan en distintas zonas del mapa con el objetivo de descubrir nuevos territorios y ver todas las misiones disponibles. De esta forma, al más puro estilo Assassin´s Creed, eliminaremos la llamada niebla de guerra y podremos elegir con mayor claridad nuestro próximo objetivo.
Aloy, una luchadora indomable
La historia está construida alrededor de Aloy, una joven que se debe ganar el respeto de sus semejantes y sobrevivir en un mundo dominado por las máquinas. Poco más sabemos sobre el pasado de Aloy o lo que sucedió en estas tierras, algo en lo que se profundizará en la campaña principal. La historia cuenta con unos altísimos valores de producción audiovisual y disfrutaremos de una gran cantidad de cinemáticas perfectamente recreadas. Además, aunque la historia estará guiada, a lo largo de la misma podremos ir tomando una serie de decisiones que, presumiblemente, cambiarán nuestro carácter y relaciones.
Para tomar estas decisiones se ha utilizado la clásica ruleta de selección vista en juegos como Mass Effect. Gracias a esta mecánica no solo avanzaremos en la campaña, sino que también podremos hablar con multitud de NPC para descubrir más sobre la historia de este misterioso mundo. Queda por ver si nuestras decisiones tendrán un efecto real en la narrativa, pero, aunque sea mínimamente, es de agradecer que se nos permita determinar la personalidad de Aloy.
La parte inicial de la historia se centra en aprender y dominar las distintas mecánicas de sigilo y acción, así como investigar aspectos relacionados con el comercio o la toma de decisiones, sin embargo, una vez superada esta primera fase, encontramos misiones más complejas y variadas. Además, una vez tengamos libertad para movernos por el mundo podremos adentrarnos en misiones secundarias como ayudar a NPC, superar pruebas de habilidad o completar sencillos puzles. Sin duda, aunque es pronto para juzgar el acabado jugable y narrativo de Horizon: Zero Dawn, queda claro que el conjunto promete ser extenso, divertido y profundo.
Un mundo perdido
El apartado audiovisual es otro de los puntos más destacables del juego. La versión que hemos podido probar estaba funcionando sobre una PlayStation 4 normal y el resultado era magnífico.
Terrenos enormes sin tiempos de carga, gran cantidad de vegetación y fauna, multitud de partículas y grandes efectos de luces y climáticos generaban una atmósfera cautivadora. Sin embargo, más allá de este despliegue técnico, lo más sorprendente de Horizon: Zero Dawn es su apartado artístico. Máquinas con diseños espectaculares, localizaciones realmente abrumadoras y, en definitiva, un mundo vivo a nuestro alrededor, dejan claro que el título ha sido creado con una enorme dedicación y talento. Por último, queda por ver el rendimiento en PlayStation 4 Pro donde ofrecerá mejores resoluciones, mayor estabilidad de fotogramas por segundo y HDR.
Otro elemento que demuestra el cuidado artístico del título es el apartado sonoro. Encontramos melodías con influencias tribales y voces melódicas que nos transportan hasta ese cautivador mundo y, no solo nos acompañan sutilmente en nuestros viajes, sino que también enfatizan con acierto los momentos de mayor tensión. Dentro de este apartado hay que destacar los efectos sonoros, capaces de recrear a la perfección tanto la naturaleza artificial de las máquinas, como el ecosistema natural que nos rodea. Por último, el videojuego ya está completamente doblado al castellano y, entre otras muchas voces, encontramos la de Michelle Jenner como Aloy, realizando una convincente interpretación.
Después de varias horas de juego, nos ha quedado claro que Horizon: Zero Dawn es un título que ha cuidado muy bien tanto el apartado jugable como el artístico. Esto nos ha permitido disfrutar de una mezcla equilibrada entre acción directa y sigilo, con toques de rol, un mundo abierto enorme, una narrativa madura, una protagonista con personalidad y contenido para decenas de horas. Ahora queda por ver si el videojuego sabe mantener la diversión y el interés durante toda su duración. El próximo 1 de marzo y en exclusiva para PlayStation 4 podremos comprobarlo.
Hemos escrito estas impresiones tras jugar al juego en un evento organizado por Sony en Madrid.