Ghost of Tsushima es una de las aventuras que más hemos disfrutado este año. Un título con el que Sucker Punch ha conseguido recrear a la perfección el Japón feudal y captar la esencia de las películas clásicas de samuráis para hacernos sentir como si fuésemos los protagonistas de una cinta del mismísimo Akira Kurosawa. Por ello, cuando Sony anunció hace unas semanas que el juego recibiría de forma completamente gratuita un modo multijugador online para hasta cuatro jugadores llamado Leyendas no pudimos hacer otra cosa que alegrarnos ante la perspectiva de regresar a sus bellos parajes en compañía de nuestros amigos. Ahora, el día de volver a convertirnos en fantasmas y de unir nuestras fuerzas para evitar la nueva amenaza que se cierne sobre Tsushima ha llegado, y nos complace confirmaros que el resultado nos ha sorprendido muy positivamente.
Las leyendas de Tsushima
Así pues, lo primero que tenemos que comentar es que nos encontramos con un modo que está completamente separado de la historia principal para un jugador. Si bien es posible desbloquear algunos objetos cosméticos jugando la campaña, ambas modalidades tienen progresos independientes.
Esta vez su guion se aleja por completo del realismo que caracterizó a la aventura base y nos llevará a encarnar a cuatro fantasmas de Tsushima que deben proteger esta bella isla de una terrible amenaza de carácter sobrenatural, algo que sus desarrolladores han aprovechado para desmelenarse un poco y crear escenarios imposibles, enemigos demoniacos con poderes, y nuevas técnicas y habilidades espirituales que nos permitirán desde invocar animales espectrales hasta lanzar flechas sagradas.
Una de las consecuencias de todo esto la tenemos en el propio diseño artístico del juego, mostrándonos los parajes de Tsushima como si el mismísimo infierno se hubiese manifestado en la Tierra con cielos rojos, lunas gigantescas, mares de sangre, estructuras rocosas flotando en el aire, etcétera. Es una auténtica pasada cómo se ve y el uso que hace de la iluminación para potenciar la locura y el ansia asesina que parece inundarlo todo a nuestro alrededor.
Pero los mayores cambios que trae consigo esta expansión gratuita los tenemos en su propia estructura, desechando por completo el mundo abierto del título principal para proponernos una serie de misiones lineales que podemos seleccionar desde el menú, donde podremos organizar nuestro grupo, cambiar el equipo de nuestros héroes y desbloquear nuevas habilidades entre aventura y aventura.
De hecho, se trata de un multijugador cooperativo que se ha estructurado de forma muy clásica para sumergirnos de lleno en el tradicional bucle de superar misiones y conseguir equipo para poder hacer misiones más difíciles que nos den mejores recompensas. Simple, directo y adictivo.
Las misiones como tal se dividen en dos tipos: Historia (para dos jugadores) y Supervivencia (para cuatro). Las primeras nos narran una nueva trama de forma muy ligera y sin necesidad de usar cinemáticas para contextualizar los múltiples objetivos que deberemos cumplir, como eliminar a todos los enemigos de un campamento, recatar rehenes, boicotear un ritual, emboscar a una caravana, defender un punto, etcétera. No esperéis nada demasiado original de ellas, ya que la gran mayoría se basan en cosas ya vistas en la campaña, pero están bien diseñadas y se amoldan como un guante al juego cooperativo.
Como podréis suponer, para completarlas con éxito podremos apostar tanto por un enfoque ofensivo como por uno más sigiloso, lo que da pie a todo tipo de estrategias que podemos llevar a cabo junto a nuestros amigos. Por ejemplo, un jugador puede entrar por la puerta principal y llamar la atención de varios rivales para que otro, desde las sombras, los vaya asesinando por la espalda, o podemos sincronizar nuestros movimientos para eliminar a la vez a varios mongoles y así evitar que den la alarma.
Además, se han introducido algunas mecánicas nuevas para los combates que potencian e incentivan el juego cooperativo, como la posibilidad de impregnar el filo de nuestra katana con diferentes tipos de energía divina que deberemos usar para romper las defensas enemigas, enemigos vinculados que hay que derrotar a la vez o que se vuelven prácticamente inmortales si no acabamos primero con su líder, etcétera.
Sumadle que nosotros, como jugadores, dispondremos de cuatro clases distintas, cada una con sus propias habilidades y técnicas exclusivas, y que dependiendo del equipo que llevemos podremos acceder a unas posturas u otras (limitando así nuestra efectividad contra ciertos tipos de armas). Además, aquí la cura por determinación se ha eliminado, así que dependeremos mucho más de nuestros compañeros y de aprovechar los recursos que haya por el escenario, como los tambores sanadores, para no acabar ensartados a la primera de cambio.
En términos generales, estas misiones nos han parecido muy divertidas, especialmente en sus dificultades más altas, donde se aplican algunos modificadores muy desafiantes y nos obligan a jugar como auténticos expertos para salir con vida de los innumerables peligros que nos irán planteando. No se libra de algunos problemas heredados del juego base, como la pobre inteligencia artificial de nuestros adversarios, pero son tan numerosos y quitan tantísima vida que podéis dar por seguro que vais a sufrir para acabar con ellos.
Sin embargo, el plato fuerte lo tenemos en las fases de Supervivencia, donde deberemos aguantar varias oleadas mientras evitamos que conquisten ciertos puntos del mapa. Al ser misiones para cuatro jugadores en mapas muy bien planteados, se acaban generando unas dinámicas de equipo y cooperación fantásticas y muy divertidas en las que los únicos segundos de respiro que tendremos serán entre ronda y ronda.
De hecho, la comunicación entre jugadores es tan importante que la experiencia se puede volver un tanto frustrante cuando jugamos con desconocidos, ya que cualquier error se puede acabar pagando muy caro a la larga y afecta en perjuicio de todo el equipo. En cambio, si conseguís juntar un grupo completo con vuestros amigos, la diversión está más que asegurada, ya que si fracasáis sabréis que será culpa o de vuestra falta de habilidad o por haber planteado mal vuestra estrategia y no por alguien aleatorio que se ha dedicado a malgastar todos los tambores de sanación en la primera ronda.
Quizá el mayor defecto que hemos encontrado hasta ahora sea su relativa falta de contenidos, ya que actualmente las misiones de historia apenas llegan a la decena y solo hay cuatro escenarios de supervivencia, aunque claro, tenemos cuatro clases que subir, equipar y mejorar, así como una larguísima lista de logros internos que completar. De todos modos, la intención de la compañía de actualizar Leyendas es clara, ya que próximamente se añadirán incursiones, lo que vendría a ser el equivalente a las raids de otros juegos similares, así que es de esperar que este problema se vaya solucionando poco a poco en el futuro.
Conclusiones
Leyendas es un modo tan sorprendentemente sólido, rejugable y bien diseñado que nos resulta increíble que Sony haya apostado por ofrecerlo de forma completamente gratuita a todos los jugadores de Ghost of Tsushima, ya que se trata del típico contenido por el que cualquier otra compañía no habría tenido ningún reparo en cobrarnos un buen precio de entrada. Pero, por suerte para todos, si ya poseéis el juego, lo único que tendréis que hacer será actualizarlo y descargar esta expansión desde PS Store para disfrutar de unas batallas cooperativas muy divertidas, bien planteadas y con un apartado artístico sensacional.
Hemos realizado estas impresiones tras descargar la nueva actualización de Ghost of Tsushima y el Modo Leyendas, que es gratuito.