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Género/s: JRPG / Rol
Fecha de lanzamiento:
3DS:
PS4, PC:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Square Enix
Producción: Square Enix
Distribución: Koch Media
Precio: 69,99 €
Jugadores: 1
Formato: Blu-ray
Textos: Español
Voces: Inglés
Online: -
ANÁLISIS

Impresiones Dragon Quest XI: Echoes of an Elusive Age

Probamos la versión occidental de este esperado JRPG, que va a hacer las delicias de los amantes del rol más clásico.
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Actualizado: 21:31 17/8/2020
Versiones PS4, Nintendo 3DS, PC. También disponible en Nintendo 3DS y Ordenador.

En las navidades de 1997 miles jugadores europeos descubrimos por primera vez la saga Final Fantasy, gracias a la llegada a nuestro continente de su legendaria séptima entrega, y nos enamoramos para siempre de esta serie de JRPG. Y pese a llevar años oyendo hablar del genuino rey de los juegos de rol japoneses, no fue hasta la primavera de 2006 cuando pudimos disfrutar de nuestro primer Dragon Quest, concretamente Dragon Quest VIII: El Periplo del Rey Maldito para PS2, un juego que aun hoy en día muchos recordamos con enorme cariño.

Deslumbrante visualmente, con una jugabilidad clásica y desafiante y con un encanto enorme, no imaginábamos que íbamos a tener que esperar tantos años para volver a disfrutar de un Dragon Quest en una consola de sobremesa. Pero por fin, el 4 de septiembre, nos vamos a quitar esa espinita clavada con Dragon Quest XI: Echoes of an Elusive Age, que estará disponible para PS4 y PC.

Ya hemos podido probar la versión occidental en un evento previo al E3 2018, y es exactamente lo que esperábamos: un JRPG totalmente clásico en su planteamiento jugable, que mantiene inalterable la esencia de esta saga en todos los aspectos: el sistema de combate, los gráficos, la música y la narrativa.

Si bien con Final Fantasy Square Enix lleva muchos años experimentando con su propuesta jugable, con Dragon Quest no se salen ni un poquito de la clásica fórmula del rol por turnos, algo que vuelven a repetir aquí, y que va a encantar a los seguidores más veteranos del género.

El mismo encanto de siempre

En este evento pudimos probar dos demostraciones diferentes; una que consistía en jugar casi el principio de la aventura, y que servía para ir asimilando y comprobando las novedades de esta entrega, y otra en un momento mucho más avanzado, donde podíamos librar combates más complejos y desafiantes, además de ver cómo se desarrollará la historia, cuya manera de narrarse es más elaborada y espectacular que en anteriores ocasiones.

La propuesta jugable de 'Dragon Quest XI' es totalmente clásica, lo que va a encantar a los amantes del género más veteranos.

Este nuevo Dragon Quest mantiene el ritmo pausado y con gran carga narrativa de la saga, y como os podéis imaginar no es el juego más apropiado para disfrutar en un evento o una feria, ya que estamos hablando de un JRPG de decenas de horas de duración, centenares incluso nos dijeron para completarlo todo lo que contiene, que es mucho, entre la historia principal, secundarias, minijuegos y todo tipo de secretos y búsquedas opcionales.

Pese al salto gráfico y los escenarios más amplios, que pueden dar a pensar que estamos ante un Dragon Quest con muchos cambios, en cuanto te sumerges compruebas que estás ante lo mismo de siempre, solo que más bonito que de costumbre. Sí que hay algunos detalles nuevos, como una exploración más compleja al poder saltar y poder aprovechar la verticalidad de los escenarios, y un ciclo de día y noche que influye en los tipos de enemigos que nos vamos a encontrar en los escenarios, dependiendo de la hora del día. Pero los combates y el tono de la historia son los mismos de siempre, y para cualquier aficionado la saga es como volver a casa, es un juego realmente acogedor.

Los combates por turnos son los de toda la vida, y en cada turno escogemos nuestras acciones con un sencillo menú que nos permitirá atacar, realizar alguna técnica o hechizo, defender, huir o utilizar un objeto. Apenas hemos visto novedades importantes que cambien el desarrollo habitual de las batallas, y lo más destacado es la posibilidad de realizar unas técnicas especiales entre varios personajes, y dar unas órdenes más complejas de lo habitual a los compañeros de equipo si queremos automatizar sus acciones.

Ahora vemos a los enemigos por el mapa, y si los golpeamos por la espalda obtendremos ventaja en el combate.

Es en la exploración donde sí se perciben más cambios, por las posibilidades que otorga el botón de salto, con unos escenarios que son un poco más amplios y complejos que en anteriores entregas, aunque no muchísimo más por lo que hemos visto hasta el momento. Los combates ya no son aleatorios, y ahora vemos a los enemigos en los escenarios y hasta que no entramos en contacto con ellos no se inicia la batalla. Si los sorprendemos por la espalda tendremos una ventaja -y lo mismo nos pueden hacer a nosotros-, e incluso podemos "atropellarlos" con el caballo, eliminándolos al instante.

Sí, ahora tenemos un caballo para movernos por los amplios escenarios, aunque no esperéis un juego de mundo abierto como tal, son diferentes zonas y ciudades conectados entre sí que se van abriendo según avanzamos en la historia, aunque sí que estamos posiblemente ante el mapa más grande que ha tenido nunca un Dragon Quest.

El caballo es la manera más cómoda de movernos por los amplios escenarios, y además podemos llevarnos por delante a los enemigos.

En lo que respecta a la historia, ahora esta se narra de una manera más vistosa, con cinemáticas y secuencias a las que no estábamos acostumbrados en un juego de esta saga, aunque lejos de lo que podemos ver en otros grandes títulos al género. A estas escenas en la versión occidental se le han añadido voces en inglés, lo que ayuda a tener la sensación de estar ante un juego más moderno.

Eso sí, en lo que refiere a la narrativa, el tono de la historia y las abundantes y largas conversaciones siguen siendo igual, apostando de nuevo por el clásico relato épico de espada y brujería que esta vez parece que con el avance en la aventura se irá tornando un poco más oscuro y complejo, algo que tenemos curiosidad por ver.

Con novedades en Occidente

Dragon Quest XI lleva disponible en Japón desde el verano del año pasado, y el año que han tardado en traerlo a Occidente lo han aprovechado además de para traducirlo a diferentes idiomas, incluido el español, para incluir algunas novedades y mejoras respectos a la versión japonesa.

Con el ciclo de día y noche los tipos de enemigo y su posición varían dependiendo de la hora, así como la ubicación y actividades de los NPC, algo muy interesante para la multitud de misiones secundarias.

Además de las voces que ya hemos mencionado, un cambio jugable muy importante es que han aumentado la dificultad añadiendo un nuevo modo difícil, Misión Draconiana, ya que la versión original era demasiado fácil, algo que generó muchas quejas entre los jugadores japoneses. Dragon Quest siempre se ha caracterizado por ser bastante difícil -y si no recordad las primeras horas de Dragon Quest VIII-, y hacerlo demasiado fácil era traicionar su espíritu.

Los menús también han sido completamente revisados para hacerlos mucho más intuitivos y cómodos respecto a su versión original, aunque una de las mejoras que más vamos a agradecer es la posibilidad de esprintar, algo que nos ahorrará mucho tiempo a la hora de explorar los amplios escenarios.

El diseño de personajes en un principio no nos ha enamorado, nos parecen más carismáticos los de la octava entrega, pero habrá que conocerlos en profundidad y sumergirnos durante decenas de horas en la aventura para dictar sentencia.

Otra novedad es que a la hora de combatir podemos elegir un sistema que nos permite mover la cámara y los personajes por el escenario durante los combates, aunque es algo solo visual, ya que no afecta al desarrollo de las batallas, siguen siendo igual por turnos, y nuestra distancia o posición respecto a los enemigos no altera los resultados de los ataques.

También los gráficos han sido ligeramente retocados y mejorados respecto a la versión original, aunque habría que haber jugado al original o ver alguna comparativa para comprobar hasta qué punto. Tenemos que decir que visualmente nos ha decepcionado un poco, cuando salieron las primeras imágenes y vídeos del juego nos pareció muy bonito, pero al jugarlo le hemos visto las costuras, con unos escenarios un tanto pobres en cuanto a nivel detalle y sobre todo texturas, que desentonan con el modelado de los personajes.

'Dragon Quest XI' es un juego bonito, pero técnicamente más discreto de lo que nos esperábamos.

Hay escenarios bastante bonitos, como las praderas verdes del inicio de la aventura con las que se presentó el juego, pero luego otros lugares te dejan bastante frío, como las ciudades, muy amplias pero demasiado vacías y carentes de vida. En definitiva, no es un portento técnico, y no significa para el género ese enorme y sorprendente salto visual que sí supuso en su día Dragon Quest VIII, aunque sigue siendo visualmente resultón y bonito, especialmente por el gran diseño de personajes y enemigos firmados por Akira Toriyama.

La música tan característica y encantadora como siempre corre a cargo del maestro Koichi Sugiyama, y esperamos que en esta ocasión la banda sonora sea lo suficientemente amplia y variada, un problema que han tenido algunas entregas de la saga.

Una cita ineludible para los amantes de los JRPG clásicos

Este 4 de septiembre llega una de las citas más esperadas para los amantes del rol japonés, que llevaban años esperando que Dragon Quest regresara a las consolas de sobremesa por todo lo alto. Lo que jugamos fue suficiente para comprobar que no va a decepcionar a los amantes de la saga, pero también para ver que no hay concesiones o demasiadas ganas de atraer nuevos jugadores a su fórmula, que se mantiene sorprendentemente añeja y sin cambios drásticos tras más de 30 años de historia, lo que es sin duda parte de su encanto.

Hemos escrito estas impresiones tras probar la versión de PS4 en un evento celebrado en Los Ángeles al que fuimos invitados por Square Enix.

Redactor