Raro es el anime de éxito que no acaba recibiendo algún videojuego tarde o temprano, por lo que estaba claro que Black Clover, el popular manga de Yuki Tabata, acabaría por seguir este camino con un producto como Black Clover: Quartet Knights, especialmente si tenemos cuenta que estamos hablando de un shonen repleto de acción y personajes carismáticos que se presta por completo a este tipo de adaptaciones.
Dada la temática de la serie, lo lógico habría sido pensar que Bandai Namco apostaría por desarrollar un juego de lucha, aunque, contra todo pronóstico, esta vez han decidido probar suerte creando un curioso título de acción por equipos centrado en el competitivo cuyo planteamiento nos ha recordado ligeramente a Overwatch.
Para quienes no sepáis nada de la obra original, decir que esta nos transporta a un mundo en el que la magia es algo completamente normal y donde lo raro es encontrarte a alguien que no sea capaz de usarla, como le ocurre a Asta, un enérgico (por decirlo de forma sutil) joven de 15 años que quiere convertirse en el próximo Rey Mago, a pesar de su nulo talento con las artes mágicas, lo que le obliga a especializarse en el combate cuerpo a cuerpo y en la anulación de los poderes de sus rivales.
Por este motivo, acaba por alistarse en una de las órdenes de caballería del Reino del Trébol, momento a partir del cual comienza a desarrollarse realmente la historia de la serie y donde nos presentan a una gran cantidad de personajes bien definidos, con personalidades muy diferentes y con una serie de poderes y estilos de combates únicos.
Con esta premisa, no es muy difícil entender el potencial "videojueguil" que la desarrolladora ha visto en este manga.
Así pues, este pasado fin de semana tuvimos la oportunidad de probarlo por primera vez gracias a su beta cerrada, lo que nos ha permitido confirmar que se trata de una propuesta sorprendentemente divertida y entretenida que contentará fácilmente a los fans de las peripecias de Asta, Yuno y compañía.
En esta beta solo nos han dejado jugar a su modo multijugador competitivo en unos pocos mapas. Las batallas son entre dos equipos de cuatro jugadores cada uno, y en ellas tendremos que seleccionar a nuestro héroe favorito antes de que comience el enfrentamiento, por lo que una vez que hagamos nuestra elección ya no la podremos cambiar hasta la siguiente partida.
Como era de esperar, los caballeros magos se dividen en cuatro roles diferentes: guerreros (que aguantan mucho y con buenas habilidades defensivas que destacan en las distancias cortas), lanzador (no tienen mucha vida, pero cuentan con habilidades muy dañinas con las que pueden destrozar a sus enemigos a larga distancia), curanderos (especializados en curar y mantener con vida al equipo) y apoyo (gracias a sus habilidades pueden mantener un gran control sobre el campo de batalla, potenciando a sus aliados y entorpeciendo a sus rivales). Huelga decir que tener un equipo equilibrado es imprescindible para ganar, por lo que repetir personajes no suele ser una buena idea, a pesar de que el título lo permite.
La cámara es en tercera persona y cada héroe cuenta con cuatro habilidades activas diferentes. Algunas necesitan un tiempo de recarga, mientras que otras pueden utilizarse de forma continuada, por lo que siempre tendremos, como mínimo, un ataque básico para poder golpear a nuestros enemigos.
A su vez, si conseguimos rellenar nuestro medidor de energía podremos desatar nuestra técnica definitiva, las cuales suelen ser decisivas si se usan en el momento adecuado de la partida.
Por su parte, todo lo mencionado se ve complementado por el tipo de mazo que escojamos (potenciando así unas cosas u otras de nuestro personaje, con el fin de hacerlo más ofensivo, defensivo o controlador), por nuestras habilidades pasivas y por la posibilidad de saltar.
Con todo esto, se ha conseguido que cada mago esté perfectamente diferenciado y que sus estilos de combate sean muy fieles a lo visto en el material original, por lo que se nota cierto mimo, trabajo y respeto por la obra en la que se basa, algo muy importante en este tipo de productos tan dirigidos hacia los fans.
Los modos que hemos podido probar en esta beta eran muy sencillos y poco originales, aunque muy divertidos, obligándonos a capturar y mantener una zona hasta rellenar una barra de puntos en uno de ellos y a escoltar una carga hasta la base enemiga en el otro. Como veis, estamos ante un juego con objetivos en el que lo más importante no es acumular un gran número de bajas, sino el de cumplir nuestra misión jugando con cabeza y colaborando con nuestros aliados.
Eso sí, no os vamos a negar que las primeras partidas pueden hacerse algo duras, ya que la acción ocurre a gran velocidad y resulta un tanto difícil enterarse de lo que está pasando cuando ocho jugadores se juntan en un punto de interés del mapa (algo que sucede constantemente) y comienzan a desatar todos sus hechizos sin pudor alguno.
Una vez superado este pequeño periodo de adaptación es cuando empezamos a vislumbrar las posibilidades jugables del título y la importancia de una buena estrategia a la hora de tender emboscada y de compenetrarnos con nuestros compañeros para sacarle el máximo partido a nuestras técnicas.
Las partidas son muy breves y difícilmente consiguen pasar de los dos o tres minutos de duración, aunque mientras duran no tendremos ni un solo segundo de respiro, ya que cada segundo cuenta y el tamaño de los mapas es tan reducido que las tortas entre jugadores son constantes, por lo que conviene que aprendamos a gestionar nuestros recursos para no acabar aporreando botones sin ton ni son, ya que esto último no nos llevará a ningún lado contra usuarios que sepan jugar.
Hay que saber priorizar blancos, objetivos y los diferentes elementos interactivos del mapa, como la recolección de artefactos para poderlos utilizar y ganar ventajas o la captura de puntos de control secundarios que nos garantizarán un aumento de daño más que considerable para todo el equipo durante un tiempo.
Esa mezcla entre estrategia, habilidad y cooperación con un ritmo tan intenso y frenético le sienta genial, haciendo de cada batalla una experiencia tan breve como divertida. Evidentemente, por su naturaleza, os recomendamos encarecidamente que intentéis jugarlo con amigos, ya que aliarnos con desconocidos es una auténtica tómbola que suele acabar con resultados muy frustrantes.
A nivel gráfico, se nota que no es un título de mucho presupuesto, ya que los modelados de los héroes, las animaciones, los escenarios y los efectos son algo básicos, aunque todos los personajes son perfectamente reconocibles y la línea estética de la serie se respeta en todo momento.
La banda sonora, por su parte, ambienta correctamente los enfrentamientos, los efectos son variados, y el doblaje japonés es el mismo que el del anime, así que preparaos para escuchar a Asta gritar a pleno pulmón sin parar cada vez que esté en alguna partida. Una agradable sorpresa muy bien recibida es que los textos están traducidos al español.
Todavía es muy pronto para poder empezar a emitir un veredicto, ya que apenas hemos visto una pequeñísima porción de lo que será el producto final, aunque nuestras primeras impresiones han sido positivas y lo que hemos jugado nos ha dejado satisfechos, por lo que tenemos esperanzas en que salga, como mínimo, un juego muy decente que cualquier fan de la serie sabrá disfrutar.
Hemos realizado estas impresiones en su versión de PS4 gracias a un código de acceso para la beta cerrada que nos ha facilitado Bandai Namco.