Quizás porque los saltos gráficos o técnicos cada vez son menores, o porque llevamos mucho tiempo en esto y nuestra capacidad de sorpresa se ha visto mermada, en la actual generación (y eso incluye tanto a las consolas como al PC) pocos juegos nos han sorprendido visualmente, o no tanto como para ser capaces de dejarnos con la boca abierta con alguna situación concreta.
Por eso queremos celebrar que hace unas horas Battlefield 1 ha conseguido dejarnos ojipláticos, gracias a su nuevo mapa, el Desierto del Sinaí, en una batalla que ha enfrentado a 64 jugadores controlando a soldados británicos y turcos. Ojalá también en los jugable hubiera sido una partida excelente, emocionante y reñida hasta el final, pero ante semejante espectáculo, casi todos los que jugamos nos dedicados a experimentar con las posibilidades de este mapa, a usar las distintas armas y vehículos, y por supuesto, los caballos.
Es lo primero que hemos hecho, al comenzar la partida todo el mundo rápidamente ha comenzado a elegir los tanques y aviones disponibles, pero nosotros hemos podido coger uno de los caballos, y empezar a trotar por las bellas dunas del desierto. Desde una perspectiva en tercera persona, es una pasada ver a tu jinete y su caballo corriendo sobre la arena, mientras avionetas sobrevuelan tu cabeza, y los proyectiles de los tanques pasan bufando a apenas unos metros.
Es por momentos como estos por los que queríamos volver al pasado, a una guerra histórica, y como ya nos dejaron intuir desde que se presentó Battlefield 1, la Primera Guerra Mundial va a dar mucho juego, en cuanto a variedad de localizaciones, vehículos y armas. Sentirse como Lawrence de Arabia en un videojuego no es algo muy habitual, y menos con el poderío gráfico que muestra el nuevo juego de DICE, con una acertada mezcla de buen gusto artístico y puro poderío técnico.
Uno de los hechos que ocurrió en esta sanguinaria guerra es que dos mundos chocaron, el viejo contra el nuevo, y esto se ve perfectamente reflejado en esta batalla, con esa exótica mezcla de soldados a caballo combatiendo entre los tanques y avionetas, de un atractivo tanto visual como conceptual sin parangón en un juego de acción de los últimos tiempos.
Evidentemente los caballos tienen las de perder contra las máquinas de guerra, son muy vulnerables, pero también tienen sus propias ventajas. Son rápidos y ágiles, nos permiten movernos sin problemas entre las ruinas de los edificios, y en el cuerpo a cuerpo contra un soldado son letales. Ya sea porque pisotees a un enemigo con los cascos, o porque le des un espadazo al acercarte lo suficiente. También puedes disparar fusiles de medio alcance cuando estás montado a caballo, y pueden ser una buena manera de destruir un vehículo pesado con granadas, al poder rodearlos con agilidad.
Se nota que han mimado mucho la inclusión de los caballos como vehículos, y por ejemplo también se pueden utilizar para portar suministros en sus alforjas, como munición y vendas para curar a los heridos. Y en un detalle muy curioso, a diferencia de un vehículo que si te diriges decidido hacia un acantilado te despeñarás seguro, un caballo se frenará e intentará evitar caerse, por lo que no es tan fácil despeñarse si te mueves por sitios peligrosos.
Pero los caballos y la propia belleza del escenario no han sido las únicas novedades que ha presentado este mapa, y en mitad de la partida nos sorprendió una espectacular tormenta de arena, que cambió totalmente las reglas de la partida, al jugar casi a ciegas, sin poder ver lo que tienes a una decenas metros. Al igual que en el anterior mapa, que se podía levantar de repente una espesa niebla, estos eventos no están predefinidos, y son aleatorios. De hecho, otros compañeros de la prensa que jugaron durante el evento al mismo mapa, no llegaron a ver esta tormenta.
Este mapa también trae consigo un nuevo coloso, unos vehículos o naves gigantescas que tendrán su protagonismo en Battlefield 1. Si en el anterior mapa en Francia eran los zepelines, en este era un demoledor tren blindado, que arrasaba con todo a su paso, al ir cargado de ametralladoras y morteros. En el momento en el que comenzó a cruzar el mapa, más te valía no encontrarte cerca.
Otro de los detalles que se ha desvelado en las últimas horas son las tres clases de élite, los soldados más complejos de utilizar y dominar, pero con la capacidad de cambiar las tornas de una batalla. El soldado de lanzallamas, de un gran poder de destrucción y ante el que hay que mantener las distancias, aunque lleva puesta una máscara antigás que le ralentiza y limita su visibilidad. El centinela, que porta una gruesa armadura y una brutal ametralladora, casi como si se tratara de un tanque. Y el cazador de tanques, que lleva un Mauser 1918 T-Gewehr, el primer fusil antitanque de la historia, y con el que podemos destruir vehículos blindados, aunque nos tenemos que tumbar para utilizarlo.
Los caballos, los diferentes tipos de vehículos, los colosos, las condiciones cambiantes del mapa, Battlefield 1 es un generador constante de situaciones épicas. Seguro que algún fan de la saga lee esto con recelo, y piensa que no es nada que no hubiera ocurrido antes en la saga, pero con estos gráficos tan geniales, y esta ambientación tan especial, todo lo que ocurre en pantalla es todavía más épico de lo normal.
Por suerte todo esto de lo que os estamos hablando lo podréis comprobar muy pronto desde vuestras casas, ya que a partir del 31 de agosto Battlefield 1 celebrará su beta abierta, en PS4, Xbox One y PC, a la que unos elegidos podrán acceder unos días antes. En ella se podrán probar los modos Conquista (64 jugadores) y Asalto (24), y este mapa del que os hemos estado hablando, Desierto del Sinaí. Tenemos mucha curiosidad por ver si las versiones de Xbox One y PS4 dan el tipo, porque hasta ahora tanto en el E3 como en la gamescom, siempre hemos jugado en PC. También tenemos curiosidad por ver y probar la campaña para un jugador, pero parece que para eso de momento habrá que esperar. Battlefield 1 se pondrá a la venta el 21 de octubre.
Hemos escrito estas impresiones tras probar el juego en su versión de PC, en el stand de Electronic Arts en la gamescom 2016.