Una hora y media con Red Dead Redemption parece apenas unos segundos. En el mundo en el que vive John Marston no hay lugar para el aburrimiento. En este tiempo hemos recuperado una ametralladora del interior de una mina, salvado a una niña de los bandidos que la tenían retenida, ayudado al ejército mejicano a acabar con un nido de rebeldes, cazado y descubierto que Red Dead Redemption tiene muchas papeletas para poder mirar al resto de juegos de 2010 desde lo alto.
Cuentan en Rockstar que la intención de los hermanos Houser ha sido en esta ocasión superar la sensación de mundo vivo que había en GTA IV y construir un mapa inmenso, tal vez más grande que el de San Andreas. De momento no ha sido posible comprobar este segundo punto, pero sí el primero.
La calidad visual impecable de Nuevo Paraíso
La historia principal de Red Dead Redemption está relacionada con la revolución mejicana. En la demo Marston tiene que ayudar al ejército del general Allende a terminar con un grupo de rebeldes. La compañía que lleva es el nada recomendable De Santa, la mano derecha de Allende encargado de mantener todos sus vicios. Antes de llegar al fuerte en ruinas objetivo de la misión hay que ir avanzando eliminando enemigos parapetados tras piedras. El Dead Eye, la mecánica heredada del primer título que para el tiempo unos segundos (lo que dura una barra situada junto al mapa) para que marques varios disparos, demuestra su eficacia.
La cámara presenta novedades respecto a los juegos anteriores de Rockstar. Al transcurrir buena parte del juego en paisajes abiertos con horizontes lejanos el estudio ha optado por una cámara un poco más alejada de lo habitual, y se agradece. Cuando desenfundas el arma la cámara se sitúa en la posición más clásica de los shooters en tercera persona, y te da la opción de situar al personaje a la derecha o a la izquierda, según te sea más cómodo en cada situación. Esa cámara un poco más distante te sirve en este caso para estar relajado mientras esperas una nueva misión o ponerte alerta en mitad de la acción.
Pese a que ya hemos visto el juego en movimiento más veces, sigue sorprendiendo la calidad de las texturas; el mimo puesto por el estudio en los detalles visuales más nimios: si llueve se formarán charcos en los que la lluvia salpica al caer y, al pisar sobre barro, quedarán tus huellas, que tendrán restos de sangre si pisas algún charco de sangre junto a un muerto. Según los representantes de Rockstar, el motor Rage se diseñó para Red Dead Redemption, pero su versatilidad convenció a la productora a usarlo para GTA IV, que acabó siendo el primer juego en el mercado que lo usaba.
La excelencia en la imagen va acompañada de un sonido muy cuidado. El juego llegará a España en inglés con subtítulos en español, como suele ser habitual en Rockstar. La misma pulcritud con que trabaja la parte visual se ve en el apartado sonoro: si hablas en un cañón la voz retumbará con más fuerza que si estás en un pueblo, y el sonido de la lluvia suena amortiguado cuando miras dentro de una casa y la cámara se sitúa en el interio. Son este tipo de detalles los que hacen que entrar en el mundo de Red Dead Redemption sea una experiencia casi sensorial y, desde luego, inmersiva.
Red Dead Redemption es un shooter de acción, aunque también tendrá misiones de infiltración y desafíos de caza. El disparo es rápido y eficaz. A diferencia de GTA IV, es semiautomático, similar al de Modern Warfare 2: al apuntar la mira se dirige a un objetivo que tenga cerca. El método demuestra rápidamente su eficacia al utilizar los revólveres, ya que potencia la sensación de vivir un western a la vieja usanza. El resto del control es bastante similar al que tenía Niko Bellic.
Numerosas misiones y actividades que te mantendrán siempre ocupado
Una nueva misión nos pone al lado del shérif Johnson, de Armadillo, que es una réplica del conocido actor de western clásico Jack Palance. Cabalgamos a su lado hacia el lugar donde está Will Williamson, el bandido que hay que atrapar. El camino no se hace tedioso porque mediante una pulsación de botón seguimos automáticamente al sheriff y se inicia un diálogo que hace ameno el paseo. Se trata de un pequeño tutorial para el sistema de cobertura en el que aprendes a protegerte o a saltar sobre los objetos que termina con la captura de Williamson vivo o muerto.
Al tomar el mando en Red Dead Redemption te transportas al oeste americano de hace más de un siglo. Es inevitable hacer ciertas cosas al aterrizar en Nuevo Paraíso: correr hasta la cobertura para dejarse caer arrastrándose en el último momento pistola en mano, otear el cielo en busca de algún buitre que liquidar, romper con la culata de la pistola los cristales de una casa, bajar deslizándose por un terraplén… el caballo va al ritmo que tú le marques, pero si le hincas demasiado las espuelas se encabrita y te tira.
Entre estas misiones han surgido varias oportunidades de misiones secundarias. No se trata de que se activen en cierto momento de la historia. Tal vez el mayor logro de Rockstar en esta ocasión sea la sensación de que las cosas suceden independientemente de que tú estés por ahí.
Puedes aceptar esas misiones o no, y en función de tus actos se moverán dos medidores: el primero indica la fama, lo conocido que eres entre los habitantes del oeste decadente de Red Dead Redemption, y el segundo muestra el honor, si te has inclinado hacia el lado de la ley o no. Si presencias el asalto a una diligencia y te pones del lado de los bandidos bajará el honor y serás mejor recibido entre los delincuentes y si proteges el vehículo ganarás respeto entre los ciudadanos de bien.
La última misión de la demo tiene un toque algo diferente. Se trata de entrar en una mina y llegar hasta una ametralladora Gatling. Los enemigos se cubren tras varios barriles y puedes eliminarlos disparándoles directamente o haciéndolo a barriles de pólvora que estallan o a los quinqués que iluminan la mina, lo que provoca que el aceite se derrame incendiando lo que encuentra a su paso. Tras alcanzar la ametralladora la sacas al exterior montado en una vagoneta cuya velocidad puedes aumentar o reducir. Avanzas disparando a los enemigos que tratan de impedirte el paso a cualquier precio.
Durante la prueba queda también claro que Red Dead Redemption se amolda a la perfección al estilo de juego de sus jugadores. De las tres personas que cogemos el mando durante la demo, la primera se inclina por el rifle, apuntando a distancia de forma metódica, a lo francotirador. La segunda opta por armas cortas y la repetidora, acercándose más al objetivo, de forma casi suicida, menospreciando en ocasiones las coberturas y disparando casi sin apuntar con un gatillo fácil. La tercera utiliza los revólveres parando el tiempo con el Dead Eye de manera implacable. Las tres experiencias son satisfactorias y la partida se desarrolla con emoción y ritmo, pese a no tratarse del código de juego terminado.
Red Dead Redemption, de Rockstar, sale a la venta para XBOX 360 y PS3 el 30 de abril de 2010.