Como cada año, la confrontación entre FIFA y Pro Evolution Soccer está más cerca que nunca y éste, como dicen las encuestas y os comentamos desde hace meses, la expectación por qué saga se llevará el gato al agua es más alta que nunca. Hemos podido jugar largo y tendido a una versión prácticamente final de Pro Evolution Soccer 2009 para Xbox 360, y comprobado cómo ha mejorado el juego desde la última vez que lo vimos, en la Games Convention. También hemos notado lo bien que le sienta a Pro Evolution Soccer la licencia de la Liga de Campeones, aunque le falten muchas otras.
Grandes ausentes en las licencias
Lo primero es lo primero, aclarar en qué "estado" se encuentran los equipos del juego, uno de los grandes temores de los jugadores, que durante semanas han estado pendientes de las noticias acerca de Pro Evolution Soccer para saber si todos los equipos tendrán sus nombres reales, o nos remontamos a la época de Chamartion, Catalonia, Galicia Norte, etc… Al menos en esta versión, que quizás no sea la definitiva, hay unas de cal y otras de arena. En la liga española, solo FC Barcelona, Real Madrid, Villareal (los tres, equipos de Champions, falta el Atletico) y, extrañamente, Deportivo de La Coruña, Athletic de Bilbao y Mallorca, están de forma oficial. El resto tienen diferentes pseudónimos como Sevilla Blanco y Sevilla Blanco-Verde (Sevilla y Betis respectivamente), Pamp Rojo (Osasuna), Madrid Blanco Rojo (Atlético) y otras diferentes construcciones. Los escudos también son imaginarios, y algunos llaman la atención por lo genéricos que son, como el del MLG Blanco/Azul (Málaga).
En cuanto al resto de ligas, la alemana directamente no está, ni ninguno de sus clubes, ni siquiera accediendo al modo Champions League que está por separado y en el que por ahora solo están los clubes que accedieron de forma directa a la competición (no puede seleccionarse al Barça desde ahí, por ejemplo). La liga francesa y la holandesa están al completo, mientras que la italiana también lo está pero sin el nombre oficial, y la inglesa solo cuenta con Manchester United y Liverpool como clubes oficiales. El resto tienen los ya clásicos "motes", North London (Arsenal), Merseyside Blue (Everton) o London FC (Chelsea). Hay también numerosos equipos de otras ligas agrupados, como el Sporting de Lisboa o el Porto, los eternos River Plate y Boca, los clubes punteros de Turquía y Grecia y algunos destacados de países menores europeos. Pero ninguno alemán. Será curioso comprobar si en la versión final del juego, en virtud de la licencia Champions League, nos encontramos con algún club teutón, o al menos con el Atlético de Madrid completamente licenciado.
Por suerte, ya desde hace años el sindicato de jugadores FIFPro tiene potestad para negociar sus propios acuerdos y los jugadores son reales, con sus nombres y sus fotos, por lo que no vamos a volver a los tiempos de Roberto Larcos. El problema de la falta de licencias no solo se nota en los nombres y en los escudos sino, sobre todo, en las equipaciones. Si en anteriores juegos las vestimentas no eran exactas pero sí parecidas, esta vez muchas de ellas tienen poco que ver con el modelo original. Por ejemplo, el Atlético de Madrid no viste de rojiblanco.
Valoraciones conservadoras
Otro detalle que parece todavía pendiente en esta versión casi definitiva del juego es el de las plantillas. Mientras que cambios relativamente tempranos de la temporada de fichajes como Alves o Keita están en el Barça y Ronaldinho ya ha volado hacia Milan, otros todavía no se han hecho efectivos. De este modo el Madrid cuenta con Robinho o Baptista o Shevchenko todavía está en el Chelsea, por citar algunos ejemplos. La valoración de jugadores, como es habitual en la saga Pro Evolution Soccer, sigue siendo un tanto conservadora y sesgada hacia los jugadores y clubes más mediáticos. De esta forma jóvenes talentos en explosión como Bojan cuentan con estadísticas notables pero escépticas, máquinas como Alves y Villa son muy buenos pero no excelentes, y jugadores que llevan un tiempo en decadencia siguen contando con buenas estadísticas. El mejor equipo de los españoles, o al menos el mejor once, es el del Barça con cierta diferencia respecto al del Madrid.
El interfaz de juego ha cambiado completamente mostrando ahora un diseño más alegre, y en el menú de modos de juego destaca la opción UEFA Champions League. Este submodo nos permite o bien jugar la máxima competición de clubes de Europa, o bien un partido de exhibición, igual que los amistosos normales, pero con los logotipos y el grafismo de un partido televisado de la copa de Europa, aparte de vídeos introductorios de Champions. Un añadido curioso. También vistoso es el nuevo menú de selección de equipos, que se mueve verticalmente y se despliega hacia los lados, y que incluye una selección de clubes frecuentes, algo que resulta muy útil para no tener que navegar, especialmente ante lo complicado que resulta encontrar algunos equipos por sus nombres y escudos "alternativos".
La mejora comienza en el balón
Como os contamos cuando lo probamos en la Games Convention, Pro Evolution Soccer 2009 experimenta una mejora muy notable con respecto a la versión anterior. La edición de 2008 fue recibida por numerosas críticas, los usuarios esperaban un salto cualitativo respecto a la edición anterior, la primera de nueva generación, y Konami no logró cumplir las expectativas. Aunque las de esta edición de 2009 siguen tremendamente altas, por lo que hemos podido probar tras una serie de partidas a la versión Xbox 360 del juego, esta vez se han quedado mucho más cerca. Cómo de cerca dependerá de las expectativas del exigente y numeroso colectivo de aficionados del juego, que vieron como en la pasada generación, entrega tras entrega en PlayStation 2, iba mejorando, refinándose, incluyendo nuevos detalles, hasta convertirse en el referente absoluto hasta el "despertar" de su rival FIFA.
En cualquier caso, nos encontramos ante un simulador de fútbol mucho más robusto y eso se nota desde el primer partido, y sobre todo, comprobando el comportamiento del balón. El arcaico esférico de las dos anteriores ediciones, un paso atrás respecto al de PlayStation 2, ha sido reemplazado por una pelota que ahora sí se comporta de forma realista. Se nota su peso cuando bota, cuando golpea el suelo y cuando tocamos el balón para dar un pase o realizar un disparo; se nota también su inercia a la hora de moverse por el terreno de juego, frenándose poco a poco por el roce con el césped, y afectada por las diferentes condiciones climatológicas. Aunque todavía queda cierto trabajo por hacer, y en algunas ocasiones, sobre todo en algunos centros y en algunos tiros, la pelota peca de comportarse más como una bala que como un balón de aire, la mejora es muy notoria y constituye para nosotros la base de los progresos realizados por el juego.
Las animaciones lo son casi todo
Otro apartado que ha mejorado mucho es el de la animación. Otra de las claves del reinado de PES en los últimos años ha sido la separación de la animación de la pelota de la de los jugadores, gracias a un extensísimo repertorio de movimientos de estos últimos, que permitían todo tipo de toques al balón. En las dos primeras entregas de nueva generación del juego el número de animaciones estuvo bastante por debajo de lo esperado, pero en esta edición el trabajo de Konami se nota mucho más; donde antes había transiciones forzadas o inexistentes entre animaciones ahora hay movimientos fluidos y naturales. Además, hay mayor cantidad de animaciones, y esto permite que podamos driblar de nuevo con el control normal, eliminando cualquier tipo de "regate mágico" con el stick derecho, y que la transición del movimiento que hacemos con el stick a la animación que realiza el jugador en el juego sea natural, más intuitiva, y permita más posibilidades. Las situaciones en las que un desplazamiento con el balón se ve limitado por el propio juego son muy escasas, permitiéndonos volver a tocar el balón como queremos, desplazarlo de varias formas y favoreciendo el juego de control.
Pero además, el mayor número de animaciones también se aplica a la diferente calidad de los jugadores y a su fisionomía. No es lo mismo un jugador alto y fuerte que uno pequeño y habilidoso, y el repertorio de animaciones que podrán realizar variará mucho. Esto es un gran progreso respecto al año pasado, que pecaba no solo de pocas animaciones, sino de pocos "modelos" de animación. Ahora cada jugador se mueve acorde con su fisionomía, y eso mejora mucho la parte visual del juego. También podrá realizar unos movimientos dependiendo de su calidad; jugando con el Barça, al darnos media vuelta con Henry hicimos una roulette automáticamente, algo impensable en el caso de Toure, jugador de gran envergadura que se mueve más torpemente. Por otra parte, y como comentábamos en nuestras anteriores impresiones, ahora ciertos jugadores tienen sus propias animaciones reconocibles, y podemos ver cómo estrellas como Cristiano Ronaldo, Tevez o el propio Messi, portada del juego en Europa, cuentan con movimientos específicos.
Una I.A. más coherente
La inteligencia artificial es otro de los aspectos que han mejorado respecto a las dos anteriores entregas, que contaban con numerosos fallos que podían decidir un partido en caso de aparecer. Aunque este año no se ha anunciado por todo lo alto como el año pasado (cuando Konami acuñó el término "Team Vision"), la inteligencia artificial es mucho más sólida y coherente, y la defensa rival no nos hace pasillos cuando vamos con un jugador que no sea de ataque, ni comete errores flagrantes. Los porteros también han mejorado, pero los porteros malos tienen más tendencia a "cantar"; se nota mucha diferencia entre la habilidad de cada portero. Del mismo modo hemos notado que el juego está mucho más orientado al ataque y los goles son mucho más frecuentes. Hay mayor ritmo de juego, y las mejoras en la inteligencia artificial y en el control se notan mucho.
A nivel gráfico el protagonismo se lo llevan las animaciones, como ya hemos comentado varias veces, pero los rostros de los jugadores también han mejorado. Los estadios, sin embargo, siguen sin dar el salto, especialmente en el público. El juego se mueve bastante bien aunque en esta versión Xbox 360 tenía algunas ralentizaciones ocasionales. El apartado sonoro cuenta, en esta versión beta, con comentarios en inglés, pero los efectos de sonido parecen definitivos ya han experimentado también una mejora. La afición canta canciones del equipo que juega en casa, de algunos por ahora, como por ejemplo el Real Madrid. El repertorio de efectos para el balón sigue siendo acertado y numeroso, destacando el sonido metálico del balón al golpear el poste de la portería.
En el buen camino, pero con más competencia
Nuestras impresiones de esta versión casi definitiva de Pro Evolution Soccer 2009 son positivas. Como comentamos hace un mes escaso, en la Games Convention, está claro que Konami ha despertado y en esta versión han puesto mucha más carne en el asador para mantener la posición de Pro Evolution Soccer como referente en los juegos de fútbol. La mejora en el control y en las animaciones, así como en la inteligencia artificial, palian muchos defectos del anterior juego, aunque visto desde el punto de vista actual, todavía está a cierta distancia del nivel de excelencia que en su día consiguieron las versiones de PES para PlayStation 2. Queda mucha potencia de esta nueva generación por explorar y explotar por parte del equipo liderado por Shingo "Seabass" Takatsuka.