No son pocos los contactos que hemos tenido a lo largo de los últimos meses con la nueva entrega de esta mítica saga de conducción. Desde la primera vez que lo vimos en el mes de mayo en su estudio de desarrollo en Canadá, en la que se centraron en mostrarnos su nuevo aspecto cinematográfico, hasta ahora en la que solo nos enseñan frenéticas y divertidas carreras, nuestra opinión sobre él ha ido cambiando.
Pero de todas nuestras impresiones jugables, esta última de hace apenas un par de semanas, a un mes de vista de su lanzamiento, es la que mejor sabor de boca nos ha dejado, y sin duda es la más importante, al jugar a fondo una versión casi final con todos sus niveles, muy similar a lo que podremos encontrar en las tiendas.
Desarrollado por EA Black Box, en su presentación mostraron como gran novedad la inclusión de escenas cinemáticas interactivas, conocidas comúnmente como QTE (quick time events), lo que le daría al juego un componente cinematográfico hasta ahora nunca visto en la saga. Pero al parecer tras haber recibido un feedback bastante negativo por parte de los usuarios, que lo único que quieren en un Need of Speed es correr con espectaculares coches, ese elemento ha perdido mucho peso, y parece ya solo será un irrisorio 5 % del total del juego.
Ya sin haber vuelto a ver ni probar ninguna escena de este tipo desde la primera vez que lo hicimos, y mostrando en las sucesivas ferias y presentaciones solo las partes de conducción, hemos ido comprobando cómo una jugabilidad que en un principio nos pareció tosca y rara, y luego un poco mejorada aunque complicada, en esta última ocasión que lo hemos probado creemos que han dado en el clavo, y resulta mucho más divertido y jugable que en los códigos previos que habíamos probado. Los coches siguen teniendo bastante peso, pero maniobran mejor, y hay que hacer un delicado uso del acelerador, del derrape, del saber frenar a tiempo, y no perdonando los errores, todo esto a un ritmo agotador que te deja sin respiro.
La historia es conocida por todos, una carrera ilegal de 3000 millas atravesando los Estados Unidos desde San Francisco hasta Nueva York con un suculento premio: 25 millones de dólares, y compitiendo contra peligrosos corredores y huyendo de la policía. Desconocemos que motiva a nuestro protagonista a lanzarse a la desesperada a por el suculento trofeo, más allá de hacerse rico claro, y no han dado muchos detalles del argumento, aunque sí han mostrado algunas de las actrices y modelos que aparecerán a lo largo del juego. La belleza de las modelos Irina Shayk y Christine Teigen, y la actriz Christina Hendricks conocida por la serie Mad Men, acompañaran a Sean Faris -Crónicas Vampíricas- que interpretará al protagonista principal. Si de los detalles de la historia es cierto que sabemos poco, el hecho de que tengamos que recorrer los Estados Unidos a toda velocidad enriquece el juego, con una gran variedad de paisajes y escenarios para recorrer, dándose distintas e interesantes situaciones jugables.
En esta ocasión pudimos jugar hasta cuatro niveles distintos. Desde la primera fase hasta la última en Nueva York, partiendo desde la última posición, tendremos que adelantar a 150 rivales por ciudades típicas estadounidenses, autopistas que cruzan el desierto, en peligrosas carreteras de montañas, o esquivando avalanchas de nieve, lo que da mucha variedad a la acción. Y todo esto con todo tipo de cochazos, desde el Mustang GT, Chevrolet Camaro, McLaren MP4-12C, Ford Shelby GT500 Super Snake y el nuevo Lamborghini Aventador, con el que jugamos en una de las últimas y complicadas fases, toda una bestia que nos costó mucho controlar.
Tras este último contacto y los anteriores, hemos podido jugar ya unas ocho fases distintas, y hacernos una idea aproximada de cómo será la estructura. Habrá niveles en los que tendremos que adelantar a diez rivales antes de llegar a la meta, otros son una carrera contra un solo coche al que tenemos que ganar, hay eventos contra el crono donde tenemos que llegar a los puntos de control antes de que se agote el tiempo, e incluso hay fases en las que simplemente tenemos que llegar vivos a la meta, dada las adversidades que se van produciendo. Siempre espectacular, con una música intensa de película de acción que te mete de lleno en las carreras, este Need for Speed consigue enganchar con su nuevo toque cinematográfico, en el que parece que siempre conseguimos nuestro objetivo en el último segundo. La cámara que sigue la acción también ayuda a este propósito, siguiendo nuestro coche de manera dinámica, acercándose por ejemplo cuando frenamos.
Corrimos por las calles de San Francisco, con sus empinadas calles lo que originaba espectaculares saltos, y pasamos por el Golden Gate adentrándonos en un mar de nubes, en una escena muy bonita. Otro nivel transcurría con una carretera de montaña, y conduciendo un precioso Porsche teníamos que esquivar el tráfico en los dos sentido a la vez que intentábamos adelantar a los otros competidores. En una carrera nocturna por una refinería un helicóptero nos tiroteaba, y no podíamos fallar ni un solo obstáculo, teniendo que esquivar su foco de luz para que no nos disparara. Y finalmente la carrera que más nos gustó, una del final del juego ya casi llegando a Nueva York, con el antes mencionado Lamborghini Aventador, en la que por una carretera llena de curvas bañada con las hojas caídas del otoño, teníamos que huir de la insistente policía e ir llegando a tiempo a los puntos de control, lo que fue bastante complicado al tener que dominar la enorme potencia del coche mientras esquivábamos las embestidas policiales.
Cuando fallamos y chocamos con algo, o caemos por un precipicio, el juego no nos devuelve a colocar en la carretera, sino que volvemos al último punto de control usando uno de los rebobinados limitados. Con unos cinco o seis, depende la carrera, y como si fueran vidas, tendremos que conseguir nuestro objetivo, ya que si no tendremos que repetir el nivel. Y solo llegar a la meta no valdrá, ya que en el tipo de fases de adelantar a un número determinado de coches, si hemos llegado a la meta y no lo hemos conseguido, tocará repetir. El juego se las apaña para que lleguemos a los puntos de control por los pelos, en el último segundo, proporcionando mucha emoción y tensión, y con un genial toque arcade.
El avance por los niveles es lineal pero hay en ocasiones atajos que nos desvían del camino principal y que nos hacen arañar unos segundos al crono, aunque a veces también nos complican las cosas. El control se ha mejorado mucho respecto a la última vez que jugamos, tanto que nos ha sorprendido muy gratamente. Hay que dominar el derrape, el buen uso del turbo, el rebufo, saber soltar y apretar el acelerador en el momento oportuno, y su conducción 100% arcade nos parece muy apropiada para el tipo de juego que es. Esto no quiere decir que sea necesariamente fácil, y ya hemos comprobado cómo para superar algunos niveles tendremos que dar lo mejor de nosotros mismos. Los coches tienen mucha sensación de peso, pero ya no son unos ladrillos que costaba mucho girar, y ahora se ha encontrado un buen punto intermedio, con una conducción bastante satisfactoria.
En los que respecta al apartado visual usa el conocido motor gráfico Frostbite 2.0, el mismo de Battlefield 3 que ya podéis disfrutar desde unos días. Con algunos puntos flojos, como una tasa de imágenes estable pero no muy elevada, pequeños defectos gráficos, y unos numerosos y grandes dientes de sierra, da lo mejor de sí mismo a la hora de representar en pantalla el variado paisaje estadounidense. La nieve, el desierto, pájaros acompañándonos por las montañas, las nubes del Golden Gate, consigue tener un aspecto visual siempre variado y bello, con efectos muy llamativos, y por eso se le perdonan mejor sus errores, que los tiene y veremos en qué medida se subsanan en el producto final.
Como hemos dicho al principio del artículo, tras varios contactos con el juego, este último con el producto casi final y con todas sus fases es el que más satisfechos nos ha dejado, lo que es buena señal. Divertido, intenso, visualmente potente en muchos momentos, veremos qué tal está la historia, las posibilidades de elección de coches y personalización, y saber cómo será el multijugador, del que poco sabemos, pero que vamos a probar muy pronto. Un Need for Speed que no nos enamoró a primera vista, al que le ha costado ganarse nuestro favor, pero que poco a poco nos ha ido convenciendo, y que creemos podrá contentar a todo aquel que busque un buen juego de conducción arcade estas Navidades.