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Fecha de lanzamiento:
PS3:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Evolution Studios
Producción: Sony
Distribución: Sony
Precio: 59.95 €
Jugadores: 1-Online
Formato: Blu-ray
Textos: Español
ANÁLISIS

Avance Motorstorm: Pacific Rift

La secuela de juego de velocidad de Sony se presentará este otoño con la misma fórmula del original, pero mejorada y más salvaje.
Versión PS3.

Motorstorm fue uno de los juegos más populares del lanzamiento de PlayStation 3 en Europa, hace ya mas de un año, y su éxito propició que más adelante fuese incluido de serie, junto con Resistance, en el "Starter Pack" de la consola, semanas antes de que bajase de precio. Este juego de velocidad salvaje, procedente de Evolution Studios -los creadores de la saga WRC para PlayStation 2-, nos trasladaba a unas "jornadas" de competición sin reglas en el desierto americano, pudiendo elegir entre un repertorio de vehículos que incluía desde motos a camiones, pasando por estados intermedios como buggies o camionetas. Independientemente del vehículo que cogiésemos, las carreras eran salvajes y en nuestro camino a la meta no solo teníamos que saltar por los aires varias veces, sino también aprovechar para estorbar y atacar de todas las maneras posibles a nuestros rivales.



El resultado fue un muy buen juego de velocidad arcade, algo corto en duración y circuitos, y no muy variado, defectos que fueron paliándose poco a poco con contenido extra y parches, hasta finalmente legar a una edición "completa" del juego. Esta segunda parte, Pacific Rift, estaba cantada, y llegará en el mes de octubre a las tiendas. Como se anunció en su momento, tendrá lugar en una virginal y todavía tranquila isla del pacífico, cuyos espectaculares parajes arrasaremos con nuestras ruedas.

En el Gamers' Day de PlayStation pudimos jugar brevemente, y en el reciente E3 un rato más, pero una vez recibida la última beta del juego, mostrada precisamente en este evento, hemos podido pasar un buen rato jugando con esta versión al 70%, que aunque incluye solo dos circuitos, uno para un solo jugador y otro para dos jugadores, permite notar la mejora experimentada tanto desde la última vez que lo vimos, cuando nos resultó "un poco verde", como respecto a la primera parte, a la que supera y perfecciona en todos sus aspectos.

La idea de Motorstorm ya era buena y la de esta segunda parte sigue siendo la misma: carreras salvajes en entornos que no son circuitos propiamente dichos, sino parajes naturales convertidos en escenarios de competición y destrucción. Si el primer juego nos ofrecía un desierto con el que divertirnos, esta isla del Trópico tiene una variedad de entornos más acentuada, contando con partes de bosques, pantanos, riachuelos, cañones, etc... todo tipo de elementos para hacer los circuitos más variados y que sus diferentes tipos de superficie o zonas ofrezcan diferentes conducciones y posibilidades a la hora de jugar. Como en el primer juego, aunque los circuitos son por vueltas, dentro de ellos hay partes con diferentes caminos, que se entrecruzan constantemente, y luego se vuelven a unir. Al igual que en la primera parte, pero más en esta ocasión por la variedad de superficies, conociendo los circuitos aprenderemos qué vehículos tienen ventajas en según qué partes.



En los dos circuitos podíamos jugar con tres vehículos diferentes: una motocicleta, un camión de carreras y un "Monster Truck", una de las novedades de esta entrega, uno de esos todo-terrenos de ruedas gigantes que vemos en los "shows" americanos arrasando montañas de coches con facilidad. No hace falta decir que en el juego podremos hacer justamente eso, y en las carreras, con el "Monster Truck", nuestros rivales serán pasto de nosotros si los cogemos desprevenidos. Cada uno de los tres vehículos se conducía muy diferente pero, sobre todo, tenía un estilo de jugar completamente distinto, debido a la diferente fuerza de cada vehículo. Este aspecto que se notaba en el primer juego está muy presente en esta segunda parte al haberse mejorado y profundizado el sistema de daños, y al haber mucha más interacción tanto con el escenario como entre los vehículos.

De este modo, cuando juguemos con la moto tendremos, por supuesto, mucha más agilidad para derrapar, dar giros bruscos y meternos por lugares complicados, pero en cambio tendremos que estar pendientes, muy pendientes de los rivales, pues al mínimo golpe estaremos por los aires. Con la camioneta de carreras tendremos mucho más margen a la hora de chocar con los adversarios, en genral más débiles que nosotros, pero tampoco los destrozaremos alas primeras de cambio -salvo con las motos, claro-; por otra parte, tiene gran manejabilidad, pero no mucha resistencia a los golpes, por lo que no será extraño chocar, que el vehículo quede destrozado, y tener que "regenerarlo" tras unos instantes, con la célebre, que se mantiene en esta segunda parte, animación en la que el vehículo se forma primero por líneas y luego se "solidifica".

Conducir el "Monster Truck" es como ir a lomos de un elefante. Arrasa con todo, nada o casi nada le para, pero tiene una manejabilidad mucho menor. Dar un salto con el Monster Truck y caer en el circuito, chocando con los otros rivales o directamente aplastándolos, es una sensación fantástica, pero en el momento en el que nos encontremos con una curva cerrada tendremos que tomarla con cuidado si no queremos que esa potencia tan divertida de usar se nos vaya de las manos y acabemos volando por los aires.



En la pantalla para dos jugadores podíamos elegir entre el camión de carreras y otros dos coches, el buggy y el coche de rallies. Estos dos últimos ofrecían una experiencia equilibrada, como es de esperar, resultando especialmente bueno el coche de rallies para los derrapes, y el buggy para los saltos, cosa que no sorprenderá a nadie. La versión final del juego contará con ocho clases de vehículos, y las cinco que hemos podido probar hasta ahora nos dan una idea de lo variado que resultará el control y el estilo de juego dependiendo de cuál hayamos elegido para cada circuito. Además de los movimientos habituales en un juego de conducción, en Pacific Rift, dependiendo de nuestro vehículo, también tendremos ataques a izquierda y derecha (realizados con L1 y R1) y la posibilidad de usar la detección de movimiento del mando para inclinarnos a un lado u otro. Parece ser que, en principio, Motorstorm Pacific Rift no permitirá el control completo con SixAxis, como sí lo hacía el anterior juego, o al menos esa opción de control no es posible en esta beta.

A nivel gráfico Pacific Rift ha experimentado un notable salto desde la última vez que lo vimos. Los escenarios son muy grandes y tienen muchos más elementos en pantalla que en la versión anterior del juego. El hecho de que se haya cambiado el desierto y los cañones por un escenario agreste y lleno de vegetación permite que haya una mayor variedad de elementos en el escenario y que, sobre todo, luzcan mucho más que en el anterior juego. De este modo nos encontraremos con vegetación que podremos aplastar con nuestros vehículos, árboles gigantes que los romperán en pedazos. Llama la atención el sistema de daños del juego, que permite que nuestro coche se destroce completamente al tener un choque serio, que nos obligue a "regenerarnos", y también que sufra daños al tener un choque leve que nos permita continuar. El motor gráfico lo mueve todo a la perfección y llaman la atención ciertos efectos de polvo y agua -que acabarán llegando a nuestra pantalla, como si fuese nuestro parabrisas- y la cantidad de detalles que vemos en el escenario.

Motorstorm: Pacific Rift promete ser una sólida secuela de uno de los títulos de lanzamiento de la consola PlayStation 3 y uno de los juegos a tener en cuenta en el catálogo de PlayStation 3 para estas Navidades. Aunque la fórmula sigue siendo en esencia la misma, los nuevos vehículos, la mayor interacción con el escenario y los dieciséis circuitos prometen ofrecer muchas horas de diversión, que se complementarán con un modo online a la altura de las circunstancias. En octubre de este año lo tendremos en las tiendas.

Director y fundador