En febrero llegará, tras meses de retraso y años de expectación, uno de los juegos que más incógnitas guarda del catálogo de PlayStation 3. Los desarrolladores de Quantic Dream, que hace unos años sorprendieron con Fahrenheit, han contado con la potente inversión de Sony para intentar llevar el género de la aventura al siguiente nivel, sin que ni siquiera esté claro si los jugadores de la consola le darán una oportunidad, o incluso si les interesará, por ser un género tan poco habitual, la ambiciosa e innovadora propuesta de Heavy Rain. Hemos tenido oportunidad de jugar unas horas con Heavy Rain y experimentar en qué consiste esta apuesta. Quien lo pruebe no se quedará indiferente, e independientemente de su éxito comercial, será un juego recordado durante años, como ya lo fue Fahrenheit.
Como ya se ha dicho varias veces, e incluso queda claro en la portada del juego, en Heavy Rain perseguiremos al "asesino del origami", a través de la historia de cuatro personajes diferentes que tienen algo que ver con las fechorías de éste, pero poco entre sí. Estas historias y estos personajes se van sucediendo, y el juego realmente se esfuerza hasta las últimas consecuencias a la hora de sumergirnos en esa historia. En estas impresiones no vamos a decir nada, absolutamente nada de la historia, pero sí comentaremos por activa y por pasiva los esfuerzos realizados por Quantic Dream para sumergirnos en ella. El ambicioso objetivo de transmitir emociones puede lograrse dependiendo o no del jugador, pero que los desarrolladores han ideado mil y una formas intentar conectarnos con los personajes queda claro desde el comienzo.
Heavy Rain es un juego muy original, con un control muy poco habitual. Se controla como un juego en tercera persona, girando a nuestro personaje con el stick analógico izquierdo y haciéndolo andar con el botón R2, pero hasta ahí llegan las escasas analogías. El resto de controles del juego son dependientes del contexto, y toda la interacción con el escenario se realiza a base de acciones realizadas con el stick analógico derecho. Estas acciones van desde las más sencillas, consistentes en inclinar el mando arriba, abajo o a los lados, hasta otras más complicadas como realizar medio giros, moverlo lentamente hacia un lado, mantenerlo un rato en una posición... y luego están también las acciones que realizaremos con los otros botones, pulsándolos en cierto orden, incluso manteniéndolos pulsados en el proceso, y finalmente tenemos acciones que aprovechan la detección de movimiento del SixAxis.
Para familiarizarnos con esta altísima variedad de opciones y acciones, el juego comienza muy lentamente, a modo de tutorial, con cómo se despierta uno de los personajes por la mañana y las acciones que va realizando. Nos iremos familiarizando con los controles realizando acciones que los usen, como afeitarse (pulsar lentamente el mando para evitar cortarnos), vestirse o, poco después, dibujar en un plano. A medida que nos familiarizamos con estas acciones el juego sigue avanzando, y éste es uno de los logros más importantes y al mismo tiempo curiosos de Heavy Rain. Mientras estemos haciendo una cosa, están pasando otras al mismo tiempo; los otros personajes tienen su rutina, y a veces se cruza con la nuestra. Igual estamos haciendo algo y un personaje interactúa con nosotros al mismo tiempo, sin que ello esté relacionado con lo que estamos haciendo.
En este primer nivel de "vida cotidiana", la mujer y los hijos del protagonista hacen tareas e interactúan entre ellos mientras nosotros exploramos la casa. Esto puede parecer baladí escrito, pero verlo en movimiento da una sensación de vida y de realismo muy alta, que se combina muy bien con la enorme atención al detalle puesta en los escenarios, en los que podemos interactuar con multitud de objetos y situaciones que no son necesarias para el juego en sí pero que lo envuelven, dotándole de una gran capacidad de inmersión. Si en una escena doméstica esa capacidad de inmersión es tan alta, más adelante, cuando interacutemos con el juego "principal" propiamente dicho el resultado es mucho más efectivo.
Como ya os hemos contado en numerosas ocasiones, Heavy Rain es un juego de investigación que tiene varios componentes. Por una parte tenemos que explorar el escenario, interactuando con él, buscando pruebas con todo tipo de herramientas, y por otra parte contamos con espectaculares eventos cinemáticos interactivos. No son partes muy diferenciadas, ya que todo está integrado fluidamente. Podremos estar investigando una escena del crimen y, según vamos analizando pruebas y acercándonos a algún tipo de conclusión, un evento cinemático puede desencadenarse. Como se ha prometido por activa y por pasiva, estos eventos no son siempre iguales, y ése es otro de los grandes logros del juego.
Al contrario que los juegos de acción, o juegos de aventura ligeramente parecidos como Shenmue, los "Quick Time Events" de Heavy Rain son dinámicos. Mientras que en los ejemplos anteriores si fallamos en una pulsación perdemos, o pasamos a una última oportunidad que nos permite como mucho volver a la secuencia inicial lineal, en Heavy Rain hay un gran árbol de posibilidades. Como los eventos cinemáticos son muy rápidos, salen continuamente acciones que realizar, y si fallamos una no necesariamente perderemos la lucha en cuestión, sino que ésta tiene múltiples caminos y derroteros por los que tirar. Hemos probado esto, de hecho, viendo cómo se desarrollan las secuencias dependiendo de si fallamos o acertamos ciertas cosas, y aunque no tiene posibilidades infinitas, sí hay muchos caminos que tomar en estos eventos, y el resultado es variado y sobre todo creible. Todo transcurre con normalidad, como si el juego decidiese rápidamente por dónde tirar, y en ningún momento da la sensación de que todo está cogido con pinzas. Solo por esta innovación Heavy Rain ya merece un lugar destacado en esta generación.
Pero que nadie se engañe. Los quick time events, eventos cinemáticos o como se les quiera llamar, no son todo el juego, tan solo una parte, la de acción, que es minoritaria en Heavy Rain. Se trata a fin de cuentas de una aventura gráfica, que hace hincapié en la exploración y en la ambientación, en contar una historia que emocione y enganche al jugador, y por ello es un juego de ritmo muy lento. De hecho, los primeros niveles, que pueden considerarse de tutorial pese a que cuentan bastante parte de la historia de uno de los personajes, pueden desesperar al que oiga el término QTE y se espere un frenético thriller lleno de peleas interactivas. Se trata de una aventura, repetimos, y de contar una historia a base de interacciones entre personajes, y con el escenario, llena de pequeñas secuencias con gran carga emocional, que se ven acompañadas por un gran doblaje y una banda sonora majestuosa para lograr el objetivo que Quantic Dream se ha propuesto con el juego.
Es difícil decir más sin destripar la historia, aunque queda hablar de un tema potencialmente polémico: el apartado gráfico. Se supone que el juego iba a ser uno de los exponentes gráficos de la consola PlayStation 3, pero el largo tiempo de desarrollo le ha pasado factura. No tanta como decían algunas opiniones extremistas tras ver algunas imágenes, pero sí la suficiente como para que no aguante la comparación con los "monstruos" del sistema, como Uncharted 2 o God of War. Aún así, las expresiones faciales de los personajes y su nivel de detalle sigue impresionando, así como algunos efectos especiales. Brilla con luz propia, por supuesto, el de la lluvia.
Heavy Rain llegará en febrero con la difícil tarea de cumplir las altas expectativas que los años han ido alimentando. Los que disfrutaron con Fahrenheit no se sentirán decepcionados con Heavy Rain. Como aventura, como narración de una historia y como juego de exploración en sí es asombroso. Sin embargo, lo tendrá difícil para convertirse en un juego con tanto nombre como las otras exclusividades de PlayStation 3. Es una aventura de ritmo pausado, a fin de cuentas, y muchos usuarios no le darán una oportunidad, lo cual será una lástima.