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Género/s: Lucha 3D / Lucha
Fecha de lanzamiento:
PS3, X360:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Namco Bandai
Producción: Namco Bandai
Distribución: Namco Bandai Partners
Precio: 69.95 €
Jugadores: 1-2 / Online
Formato: Blu-ray
Textos: Español
Voces: Inglés / Japonés
ANÁLISIS

Impresiones Dragon Ball Z: Raging Blast

Sin muchas novedades, el primer Budokai Tenkaichi de nueva generación se juega igual de bien y llama la atención por sus mejoras gráficas.
Versiones PS3, Xbox 360. También disponible en Xbox 360.

Se ha convertido en un tópico comentar, en casi todos nuestros artículos sobre los juegos de Dragon Ball, que es excepcional que tras casi quince años desde el final oficial del manga en Japón, Dragon Ball, Goku y compañía sigan gozando de tan buena salud. Las reposiciones de la serie en todo el mundo siguen familiarizando a nuevos adeptos con el concepto del Super Saiyajin, las ventas de muñecos, libros y artículos de merchandising siguen tan altas como siempre, e incluso acaba de estrenarse en Japón una versión "revisada" de los dibujos animados de Goku para entrar por los ojos a una nueva generación.

En el mundo de los videojuegos el éxito de Goku no ha parado desde los años 80, y en esta generación y la anterior ha seguido creciendo. Las sagas Budokai y Budokai Tenkaichi fueron sospechosos habituales de las listas de los más vendidos de cada año, y esta gallina de los huevos de oro ha continuado generando más y más ventas, gracias a un estilo de juego que siempre ha agradado a sus seguidores.

Precisamente esto es lo que pretende este nuevo Raging Blast, que tuvimos ocasión de probar en el Tokyo Game Show. Si Burst Limit intentó ser un juego de lucha uno contra uno al estilo de los juegos Budokai a secas, esta nueva entrega de las aventuras de Goku traslada la fórmula de los Budokai Tenkaichi a la nueva generación.

Esta "fórmula" o "estilo jugable" intenta capturar la esencia de los combates de la serie de televisión y el manga, muy diferentes a los combates uno contra uno que habitualmente se ven en los juegos de lucha. Los escenarios son abiertos, con libertad de movimiento en tres dimensiones e interactividad, y aparte de golpes cuerpo a cuerpo tenemos una serie de combos, de movimientos de sorpresa o evasión, y de ataques especiales "definitivos", muy al estilo de lo que veíamos en los dibujos animados de los 90. En el Tokyo Game Show se mostró una versión muy avanzada del juego, aunque limitaba el plantel de personajes a solo ocho (algunos de ellos con transformaciones), si bien ya tenía numerosos escenarios jugables y destruibles. En la demo podíamos probar a Cell, Goku, Vegeta, Piccolo, Buu, Número 18, Freezer y Krilin, pudiendo elegir, tras seleccionar al personaje, qué transformación queríamos de él (durante el juego también puede cambiarse). La versión final tendrá alrededor de 75 personajes, incluyendo transformaciones.

Aunque este plantel de 75 "versiones" es enorme, se queda un poco pequeño en comparación con los 150 que tenía el tercer Budokai Tenkaichi de PlayStation 2. Raging Blast no tendrá tantos personajes, pero sí algunas versiones nuevas que se han creado para la ocasión en colaboración con los ilustradores de la serie de animación. Así, personajes como Broly podrán llegar al nivel 3 de Super Saiyajin, en lo que es una "exclusiva" de este juego, y se ha confirmado que el juego tendrá otras transformaciones especiales, inéditas en cualquier manga o película, para la ocasión. El plantel de personajes no es tan exhaustivo como en anteriores juego, pero todos los personajes que estarán contarán con todo su repertorio de transformaciones. Freezer podrá pasar de su forma original a su segunda y tercera transformación, a su forma final y a su versión 100% de energía. Cell incluirá todos sus estados, al igual que Buu, e incluso habrá varias versiones del Trunks futuro, con espada o sin ella. Sin embargo, personajes extra de anteriores juegos, como Yajirobai, los diferentes Kaioh o Cooler quizás se "caigan" y tengamos que esperar a futuras versiones. De todas formas, la lista de personajes no es definitiva, y como extra se añaden más trajes para cada uno de ellos, que iremos obteniendo en el modo historia.

El primer contacto con Raging Blast es muy familiar: el juego es de hecho muy parecido a los Budokai Tenkaichi, y es difícil apreciar diferencias a primera vista tanto visualmente (obviamente ha dado un salto, pero el estilo es el mismo) como a nivel jugable. Seguimos controlando a nuestro guerrero en un escenario completamente 3D, enfrentándonos a nuestro rival con todo tipo de técnicas. El primer cambio lo notaremos tras unos cuantos intercambios de golpes: los escenarios esta vez se van destruyendo en tiempo real tras cada choque contra ellos, tras cada onda de energía que impacte, haciendo que el juego se parezca más a la serie de televisión, donde ciudades, montañas y planetas enteros eran víctimas de las apoteósicas luchas entre personajes. Los daños del escenario también afectan, aunque de forma ligera, a los contendientes, pero sobre todo se notan a nivel visual. En nuestra prueba del juego luchamos en Namec y en una ciudad, y especialmente en el segundo escenario pudimos ver cómo estructuras como puentes o edificios eran vícimas de ondas de energías, o choques de guerreros propulsados hacia atrás a toda velocidad por un gran golpe.

A nivel jugable Raging Blast sigue siendo muy parecido a Tenkaichi, si bien incluye un nuevo mecanismo, llamado "Super Rising System", que hará que los luchadores salgan despedidos tras un golpe fuerte hacia los lados o hacia arriba, y teleportándonos hacia su espalda podamos continuar el ataque, realizando combinaciones de golpes y super ataques todavía más parecidos a los de la serie de televisión. Por lo demás los rudimentos del juego siguen siendo los mismos: no demasiados ataques diferentes, pero muy enlazables para ser combos, y especial hincapié en los movimientos de bloqueo y esquivar para protegernos de los ataques y contraatacar. El movimiento en 3D por el escenario sigue siendo tan importante como en los Tenkaichi, y será esencial para hacer algunos ataques especiales, para los que como ocurría en la serie tendremos que conseguir un momento de respiro para conseguir energía.

Aunque se juegue de forma muy parecida, y tenga un aspecto visual igualmente similar, se notan varios detalles del salto a la nueva generación. Aparte de que los escenarios tienen mayor nivel de detalle y pueden destruirse en tiempo real, el salto gráfico se nota en el motor del juego: ahora se mueve a 60 fotogramas por segundo, en vez de a 30 como en los originales de PS2, y aunque pueda parecer que esto no se note en un juego de lucha tanto como en uno de carreras, por poner un ejemplo, lo cierto es que se nota bastante por el estilo de gráficos que tiene. Raging Blast intenta parecerse a los dibujos animados y con la mejora del motor gráfico se acerca más al objetivo, haciedo que las animaciones sean mucho más fluidas. Otro aspecto que se nota gracias a la nueva generación son las animaciones faciales, mucho más variadas y constantemente cambiantes a lo largo del combate; cuando Vegeta reciba una patada no solo se moverá su cuerpo, también se verá en se cara el dolor, y del mismo modo podremos ver una gran variedad de expresiones cuando los luchadores ataquen o preparen golpes especiales.

En la demo no pudimos probar el modo historia del juego, que nos llevará por las batallas más memorables de la historia de Dragon Ball Z, con varios caminos que seguir dependiendo del resultado. Como la serie hace tiempo que terminó y los GT nunca llegaron a gustar demasiado a sus fans, los creadores han optado por la vía del "Y si..." que tan bien ha funcionado otra veces, y de ese modo la historia podrá seguir caminos alternativos que produzca enfrentamientos nuevos, y por lo tanto nuevos resultados.

No se puede decir mucho más de Raging Blast. Los fans de los Budokai Tenkaichi tienen una compra obligada, y los que llevan unos años sin probar un juego de Dragon Ball Z se encontrarán con un título muy superior al relativamente decepcionante Burst Limit, que además captura mucho mejor la esencia de los combates de la saga. Suponemos que Raging Blast es solo el primer paso de una nueva serie de juegos de Dragon Ball de este estilo "Tenkaichi", y esperamos que sobre esta prometedora primera base logren expandir algo más la "simulación" de una de las series de animación más míticas que existen.

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