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Fecha de lanzamiento:
PS3, X360:
PC:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Sega
Producción: Sega
Distribución: Sega
Precio: 64,95 €
Jugadores: 1
Formato: Blu-ray
Textos: Español
Voces: Español
Online: hasta 10 jugadores
ANÁLISIS

Impresiones Binary Domain

Nos enfrentamos a la rebelión de las máquinas por las calles de un Tokio futurista en este prometedor juego de acción en tercera persona.
Versiones PS3, Xbox 360, PC. También disponible en Xbox 360 y Ordenador.

A primera vista Binary Domain puede parecer un juego de acción en tercera persona más, un género que ha recibido multitud de propuestas en esta generación de consolas, y en el que si se desea probar suerte y sobresalir hay que aportar algo nuevo y diferente, con un referente claro y que ha marcado tendencia como la saga Gears of War. Dos armas pesadas, una pistola y explosivos, coberturas, regeneración de vida, y un desarrollo lineal, a simple vista este nuevo juego de Sega parece seguir paso a paso la fórmula que tantos éxitos le ha dado a Epic Games, pero una vez se profundiza en el juego se descubren sus propias virtudes y encantos.

Sabiendo que detrás está el Yakuza Studio, con Toshihiro Nagoshi y Daisuke Sato a la cabeza, y tras ver su primer tráiler, teníamos muchas ganas, ya desde su anuncio a finales de 2010, de poner las manos sobre el juego.

Y ahora con una versión casi final a la que hemos podido jugar varias horas, tenemos que decir que más o menos cumple con lo esperado, y que es un juego de arranque lento y poco inspirado que según avanza va creciendo, mejorando y que cada vez nos ha ido gustando más.

En esta aventura de acción que transcurre en el año 2080 encarnamos a Dan Marshall, el comandante de un cuerpo de elite fantasma de la IRTA, Agencia Internacional de Tecnología y Robótica, que tendrá que infiltrarse en un Tokio destrozado tomado por las máquinas y secuestrar al supuesto científico responsable de esta catástrofe. Cuando comenzamos y con unas pocas pinceladas nos ponen en situación, y será más adelante cuando nos expliquen cómo se ha llegado a esto y en qué consiste exactamente nuestra desesperada misión. Tal y como ocurría en el mítico Metal Gear Solid, llegaremos a donde comienza la acción por debajo del agua esta vez en un sofisticado transporte submarino, y acompañados de Big Bo, un corpulento soldado que será nuestro mejor aliado en estos primeros compases y que nos explicará los conceptos básicos del juego.

La mayor diferencia respecto a otros títulos de acción en tercera persona es la relación con nuestros compañeros de equipo y el sistema de órdenes y conversaciones. En mitad de la acción, podemos dejando pulsado el botón LB/L1 dar órdenes sencillas a nuestros compañeros como que disparen, que nos cubran, que se reagrupen, que se queden quietos, o que carguen contra los enemigos. Estas son contextuales, dependen de la situación, y nunca son más de cuatro. Pero lo que es más curioso, podemos usar el mando o bien un micrófono para dar órdenes con la voz, lo que permite una mayor inmersión en la acción. Habrá que esperar a la versión final, que llegará completamente doblado al castellano, para comprobar si en nuestro idioma este sistema no da problemas, ya que al menos en inglés, funciona bastante bien.

Pero casi más importante que las órdenes durante las batallas, son las conversaciones que tenemos entre las distintas escenas de acción. Nuestros compañeros de equipo son muy dicharacheros, unos más que otros, y de vez en cuando querrán hablar y preguntarnos sobre alguna cuestión en concreto. Dependiendo de nuestras respuestas, podremos tener una afinidad mayor o peor con ellos, algo que puede ser decisivo y que tenemos mucha curiosidad por ver cómo se desarrolla con la aventura ya más avanzada. Si tenemos una buena relación, los compañeros cumplirán las órdenes sin rechistar, ya que habrá momentos en el que tengamos que tomar importantes decisiones. Si en cambio respondemos para cabrearles, de mala manera, y la relación está muy deteriorada, a lo mejor en un momento decisivo les pediremos algo y estos pasarán de nosotros, viendo comprometido el objetivo de la misión.

Por lo demás, es acción en tercera persona bastante clásica, aunque salpicada con algún momento espectacular o que jugablemente se sale de la rutina. En el capítulo 1, un enorme tutorial que avanza a paso lento, nos enseñan los conceptos básicos. Es después de esta parte, y ya con un equipo de cinco miembros, cuando el juego comienza a crecer en interés, desde la jugabilidad a la ambientación, pasando de las afueras industriales de Tokio, a sitios tan populares de la ciudad como Roppongi o Shibuya pero vistos desde una óptica futurista bastante atractiva, con unos enemigos mecánicos cada vez más espectaculares.

Podemos llevar tres armas: una pistola de munición infinita, un rifle de asalto, otra que puede ser variable –metralleta, escopeta, rifle francotirador- y algún tipo de granada. La manera de cambiar de armas es con la cruceta digital y mostrado en pantalla de la misma manera que en Gears of War, así como su sistema de coberturas que funciona igual, incluso la manera de correr, por lo que parece que el Yakuza Studio no se ha cortado en copiar al referente del género. Los enemigos robóticos son uno de los fuertes del juego, al poder trocearles y arrancar su cabeza, brazos y piernas provocando distintas situaciones. Por ejemplo si les dejamos sin piernas, se arrastrarán por el suelo hacia nosotros y seguirán disparando, o si les volamos la cabeza estos se vuelven locos y atacan a sus compañeros, lo que es bastante gracioso y útil.

Al principio el enemigo estándar es bastante sencillo de vencer, pero poco a poco van apareciendo otros distintos, como unos que se mueven muy rápido y a los que cuesta acertar, otros más pesados que portan una minigun, voladores, y cómo no temibles jefes finales de enorme tamaño. Cuando estamos heridos, basta cubrirse para recuperar la vida, pero si caemos en combate tenemos una segunda oportunidad. Ya sea usando uno de los tres botiquines que llevamos, o bien pidiendo la ayuda de un compañero que nos reviva, usando él uno de sus botiquines. Estos se encuentran por los escenarios, o se pueden comprar en los terminales de tienda.

De vez en cuando nos encontramos con uno de estos aparatos y en ellos podemos gastar los créditos que conseguimos venciendo a los enemigos. Comprar munición, botiquines o mejoras, una especie de chips que ponemos en una cuadricula de espacio limitado y que nos pueden dar más salud, defensa o poder de ataque. También podemos mejorar las armas, en distintos apartados como potencia, estabilidad o velocidad de recarga. Van subiendo de nivel y se trata siempre del arma principal de cada personaje, que nunca soltamos. El otro arma secundaria sí que podemos cambiarla, ya que los enemigos a veces van dejando armas por el suelo que se usan dependiendo de la situación, como puede ser un rifle francotirador, y que no se pueden mejorar.

El arma principal, la que mejoramos, además cuenta con un ataque especial, una especie de pulso electromagnético que tiene distintos usos, como paralizar a los jefes por unos instantes, o tirar a ciertos enemigos al suelo. Por ejemplo hay una situación con unos robots que portan un escudo, y debemos cargar este pulso y lanzárselo, para que se queden al descubierto. Contamos con tres de estas cargas que se van gastando, aunque podemos recargarlas recogiendo unas células de energía. Aunque el juego es lineal y básicamente consiste en acabar constantemente con enemigos, se incluyen situaciones que intentan aportar algo de variedad.

Por ejemplo una secuencia en la que vamos por el agua nadando y cuando pasan unos robots vigía por encima de nuestra cabeza tenemos que bucear y ocultarnos para que no nos vean. En otro momento nos lanzamos de lo alto de un edificio por una especie de rampa gigante o tobogán, y tenemos que ir esquivando tuberías o tumbarnos para no tragarnos un muro. Los jefes a veces no podremos encararlos directamente por su tamaño y potencia, y hemos vivido situaciones en las que hay que huir, subirnos encima de su cabeza para disparar a bocajarro, o usar algún elemento del escenario para vencerlos, como una grúa. En fin, como podéis ver aunque es un juego de acción en tercera persona lineal, se intenta que sea variado incluyendo distancias escenas de acción, y los diálogos que las intercalan, con incluso algún momento de humor, hacen que consiga su objetivo de ser variado, y no aburre en ningún momento.

Además la historia va cobrando interés, va desvelando poco a poco sus armas, y en el capítulo 2, cuando tenemos nuevos compañeros de equipo, el juego comienza a mejorar y mucho. A partir de este momento Faye, una soldado china, y Charlie y Rachael, dos soldados británicos, se unen al grupo. Y es entonces cuando al comenzar cada misión o segmento de acción, tenemos que elegir de los cuatro qué dos compañeros acompañan a Dan. Esto no es anecdótico, ya que Faye es una francotiradora, Charlie un experto en explosivos, y Rachael maneja con mucha soltura la escopeta y el RPG. Además de por sus habilidades, por las conversaciones y el transcurrir de la historia seguro que nos apetece que nos acompañen más unos u otros, y ocurre que ante una misma situación no todos los soldados reaccionan igual. Es curioso que hay fuego amigo, algo que en pocos juegos podemos ver, y si disparamos a un compañero se enfadarán con nosotros bajando la afinidad, o si nos están hablando y nos giramos y nos vamos, también se mosquean.

Hay modos online, aunque en la beta que tenemos están desactivados y no hemos podido curiosear con ellos ni probarlos. Hasta para 10 jugadores, habrá un clásico todos contra todos, combates por equipos, captura de bases y de bandera, y una especie de modo horda, en el que cuatro jugadores de manera cooperativa deberán acabar con sucesivas oleadas de robots. Lo que sí parece estar claro es que la campaña o modo historia no se podrá jugar de modo cooperativo, algo que se ha vuelto casi imprescindible en este tipo de juegos, y más en este que siempre vas acompañado de otros soldados, pero parece haberse centrado al 100% en la experiencia para un jugador y en las relaciones y órdenes con los personajes controlados por la máquina. Y bueno, no seremos nosotros los que nos quejemos, nos parece respetable y disfrutable que se haya apostado fuertemente por la experiencia para un solo jugador, aunque seguro muchos usuarios echarán de menos la posibilidad de superar la historia junto a un amigo.

El apartado técnico en general es muy discreto, la música no destaca y es bastante olvidable, y los gráficos son muy normalitos, incluso con algún defecto como ralentizaciones puntuales, que esperamos se resuelvan en el producto final. El comienzo de la aventura, en la oscuridad de la noche lloviendo y en la periferia de Tokio, es bastante feo, con colores grises y apagados que no llaman nada la atención. Pero según nos vamos adentrando en la ciudad y visitando nuevas zonas, la gama cromática va aumentando, la luz cobra protagonismo y el juego se empieza a ver mucho más bonito y resultón. El último jefe que jugamos, una araña gigante, es espectacular, y en una secuencia en la que se comienzan a derrumbar edificios y tenemos que escapar, Binary Domain demuestra que puede llegar a ser muy espectacular.

Prepárate para la encarnizada batalla entre el hombre y la máquina

Un juego de acción en tercera persona que no va a revolucionar el género, e incluso puede que no esté a la altura de los mejores, pero lo que no impide que nos haya gustado mucho y nos parezca una propuesta muy interesante y divertida. Su argumento, con un comando de elite adentrándose en un Tokio devastado por una rebelión de los robots, va cobrando interés poco a poco, y el hecho de haber creado máquinas humanoides, casi imposibles de diferenciar de los humanos, da mucho juego y pone sobre la mesa ciertas implicaciones éticas que tenemos curiosidad por ver cómo se desarrollan –algo que nos ha recordado y mucho al clásico del cine Blade Runner-.

Dentro de lo que plantea, avanzar de manera lineal destruyendo enemigos, sabe incluir toques de variedad, algunos jefes son interesantes ya que requieren de estrategias para ser derrotados, y el sistema de conversaciones con los compañeros es bastante novedoso y original. En definitiva, un juego que no deberían perder de vista los amantes de la acción y de los títulos con el sello "made in Japan", con su peculiar humor y manera de contar las historias, y nos ha entretenido, enganchado y tenemos muchas ganas de seguir jugándolo. Con un lanzamiento previsto para el 24 de febrero en PlayStation 3 y Xbox 360, entonces será el momento de comprobar quién gana esta decisiva y peculiar guerra.

Redactor